Luis Velázquez
Veracruz, México.- En la LXIV Legislatura se “desgarran las vestiduras”. A favor y en contra del Fiscal, quien llamó “bola de corruptos” a los diputados. Pero la realidad es clara: el Fiscal caerá si el góber azul quiere. Y si le sigue funcionando como el Fiscal de la venganza ahí seguirá. Basta referir que Maryjose Gamboa lo defiende con “su espada en prenda”… luego de que tanto lo satanizara, mejor dicho, desencantara en el camino.
Desde luego, puede tratarse de un show bien montado. Por ejemplo, del gabinete legal y ampliado, el Fiscal es el más ególatra. Ha convertido su ego en un culto más feroz que Álvaro Obregón con su brazo y Antonio López de Santa Anna con su pierna, perdidos en el campo de batalla.
Así, con el reality-show en el Congreso, el Fiscal se siente echado para adelante. Por ejemplo, en la semana anterior desmintió que haya despedido a 277 personas en la Fiscalía de la primera quincena de 2016 a la primera quincena de marzo 2017 y en automático diera de alta a 127, cuando, caray, hay un documento oficial obtenido en base a la ley de Transparencia y Acceso a la Información.
Al Fiscal, le vale. Se ha peleado con la mitad de los actores sociales y políticos y tan fresco. Es el Fiscal de Miguel Ángel Yunes Linares, en ningún momento el Fiscal que Veracruz necesita, por ejemplo, para lograr la justicia y acabar con la impunidad.
Más aún, es el Fiscal del resentimiento y del odio, pues cinco meses y medio después resulta inverosímil que los Colectivos integrados por madres de hijos desaparecidos sigan efectuando marchas.
Todavía peor: el Fiscal sigue igual que como inició. Con los guantes puestos. Y apostando a dividir. Ha lanzado a una ONG de la región centro en contra de su antecesor, Luis Ángel Bravo Contreras. “El Fisculín” es el malo. El, impoluto.
Y en contraparte, el blindaje al ex secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, por donde la Auditoría Superior de la Federación ha documentado fueron desviados millones de pesos federales en el duartazgo.
Todo, porque Motita le prestó su mansión en un fraccionamiento residencial de Xalapa, sin pagar renta.
Claro, también fue decisivo el cabildeo a su favor del senador Emilio Gamboa Patrón con el góber azul, viejos conocidos según lo describe la escritora y reportera y activista social, Lidya Cacho en su libro “Los demonios del Edén”.
FISCAL DE YUNES Y NADIE MÁS
Por eso, los diputados locales hacen el ridículo “jalándose las greñas” con el asunto del Fiscal. Puro show.
Le han llamado de todo. Niño caprichoso, irresponsable, lenguaraz, grosero, ofensivo, prepotente, creído, soberbio, etcétera.
También uno que otro legislador ha subido a tribuna para solicitar un juicio político.
Incluso, hasta plantearon reformar la ley para que los diputados designen al Fiscal, siempre y cuando sea propuesta de los ciudadanos y en ningún momento del gobernador en turno.
El Yunes azul ya se los dijo y repetido: el Fiscal ya pidió una disculpa y es suficiente.
¡Vaya autoritarismo!
Peor tantito: según las versiones, y a tono con la idiosincracia de Yunes, a varios diputados les sacaron expedientes negros según fueron boletinados.
De ser así, un manotazo directo del jefe del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo. “¡Mátalos en caliente!” diría Porfirio Díaz Mori al gobernador Teodoro A. Dehesa para ajusticiar a unos jarochos rebeldes que se oponían a una nueva reelección.
Está claro y mucho se duda que los mismos diputados se estén prestando al reality-show.
Simple y llanamente, mientras el Fiscal siga encarcelando a más duartistas y los tenga acalambrados con eso de que tiene pendiente 67 denuncias penales por ejecutar e investiga a trescientos más, el góber estará feliz con el Fiscal.
Se insiste: es su Fiscal. Su empleado, a quien le permite sus agravios tuiteros a la población, quizá, en el fondo, porque a él mismo también le agrada.
A IMAGEN Y SEMEJANZA DEL PATRÓN
Hay otro agravante: Yunes presionó a Bravo Contreras para su renuncia. Incluso, hay versiones de que hasta el “jefe” Diego Fernández de Cevallos intervino para negociar la paz, pues de igual manera estaba en la mira para ser enviado al penal de Pacho Viejo y tan es así que el llamado “Fisculín” se retiró con la más baja discrecionalidad, sin llamar la atención, sin cacayacas.
Al mismo tiempo, operó en el Congreso para imponer al Fiscal en su lugar y ser elegido, además, por nueve años.
Y si ahora con el show armado, ajá, en el Palacio Legislativo para llevarlo a juicio político el góber cede… significaría en automático que él mismo se equivocó en la elección de su gabinete legal y ampliado.
Y en política, ya se sabe, ningún político encumbrado acepta que cometió un error. Y menos, mucho menos, con el carácter y temperamento del Yunes azul.
Más fácil será que además de Eva Cadena, la diputada de MORENA conocida en el país como “Miss Bolsitas”, otros diputados caigan en una trampa más, sean investigados, exhibidos, desaforados y encarceladas a que el Fiscal caiga.
Es el Fiscal de la venganza. El Fiscal del resentimiento. El Fiscal del odio, a imagen y semejanza del patrón.