Fracasó luna de miel
Luis Velázquez/Expediente 2017
La luna de miel entre el góber y la diputada azul ya terminó. La legisladora, utópica y el góber, pragmático. Ella, soñando con el bienestar social, y él, con los acuerdos y pactos por delante. Ella, pensando en la gente, y él, amarrando lealtades para ganar las seis elecciones en puerta.
La ruptura, primero desencanto, ha sido con una iniciativa de ley aprobada en la LXIV Legislatura, donde los panistas suman 17 escaños. La ley para autorizar el sistema de mototaxis en las regiones indígenas, campesinas y obreros de Veracruz, tan necesarias en zonas geográficas donde ni los autobuses de pasajeros entran y los taxis hacen negocios redondos.
Maryjose Gamboa soñó con ofrecer un servicio a la población jodida, pobre y miserable abaratando el costo del transporte.
Y al mismo tiempo, creando y recreando fuentes de empleo tan necesarias en un Veracruz urgido de fuentes de trabajo, y más ahora cuando cientos, miles de paisanos serán deportados.
Tal cual, el servicio será prestado, dice la ley, por vecinos que deseen comprar su mototaxi, ajustándose a una tarifa para transportar a un precio bajo y desde la comunidad al pueblo más cercano.
Incluso, para transportar a miles de niños que todos los días caminan dos, tres y cuatro kilómetros a la escuela más cercana.
Pero…los transportistas, el pulpo camionero de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, brincó.
Primero, quiso seducir a la diputada, y luego, ante su firme convicción, sus principios, sus valores, sus ideales, tocaron la puerta del góber azul.
Y Miguel Ángel Yunes Linares les garantizó lo que expresó el miércoles 25, antier, y que es vetar la ley aprobada en el Congreso local en nombre de las facultades metaconstitucionales que usufructúa.
La diputada ha sido lacónica:
Yunes Linares, dijo, está protegiendo a las mafias del transporte de pasajeros.
Simple y llanamente, al pan pan y al vino vino.
UNA DIPUTADA SUEÑA CON LOS IDEALES
De nada sirvió, por ejemplo, que la legisladora, ocho meses encarcelada por las hormonas de Javier Duarte, cabildeara en el Congreso la aprobación de su iniciativa de ley.
Con todo, incluso, que uno que otro diputado se le atravesó intentando descarrilarla.
Ella, todavía sueña con el mundo ideal, el mundo deseado, el mundo utópico.
Pero la política, decía Juan Maldonado Pereda, QEPD, “es un tragadero de hombres y mujeres”.
Y en política, lo más importante nunca han sido los ideales ni los argumentos ni el bienestar social, sino los intereses, políticos, cierto, pero más aún, económicos y sociales.
Por eso, la fama pública de los acuerdos en lo oscurito, entre las elites y las cúpulas, para repartirse el pastel.
Es más, en cada equipo político aterrizando en el poder público sólo llegan los amigos y los socios y los aliados y los cómplices, en ningún momento, las mujeres y los hombres más capaces, fogueados en la experiencia, fraguados en la lucha cotidiana.
Simple y llanamente, los que más convienen.
Y quienes más convienen son, por lo regular, sumisos y callados, omisos y occisos.
“A sus órdenes, señor” es el lema y la ley en el lenguaje político, donde la servidumbre abre las puertas para llegar a los cargos más disputados, aquellos donde hay presupuesto de sobra para enriquecerse en el viaje sexenal o municipal.
Maryjose, sin embargo, quiere continuar soñando con los molinos de viento.
Y si ahora ha ultra contra súper confirmado lo que ya sabía desde su frente reporteril de que en la vida pública hay mafias, cierto, en el transporte de pasajeros, pero las mafias están en todos lados.
Grupos y grupitos, tribus, hordas y falanges, carteles y cartelitos, significan el pan de cada día en la vida pública.
Por eso, incluso, el góber azul ha anunciado que vetará la ley aprobada en el Congreso para los mototaxis.
Las mafias gobiernan Veracruz aseguró la diputada local.
MARYJOSE, EN LA ENCRUCIJADA DE SU VIDA
“El che” Guevara decía que los grandes logros en la historia fueron primero grandes ideas.
Pero él mismo sucumbió a su verdad infalible. En Bolivia, soñando con la utopía, lo mataron.
A Maryjose Gamboa le han matado la esperanza.
Creyó y en vano en el patriarca de la Yunicidad.
Incluso, el jefe de la dinastía Kennedy boqueña la utilizó en el duartazgo y por eso mismo defendió su causa jurídica cuando estuviera en la cárcel durante 9 meses.
Y ella (la vida es así, ni modo), cometió una vez más el pecado de creer y ahora el desencanto y la ruptura inevitable.
Si “le acarician el lomo” como dicen el ranchero y vuelve a creer otra vez, allá ella, porque el descarrilamiento será peor.
Ya la utilizaron en el duartazgo. La usaron en el caso del exfiscal, Luis Ángel Bravo Contreras. Y para reunirse en campaña electoral con los Solecitos y Colectivos. Y para entregar la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” a los Solecitos y compañía.
Ahora, la guillotina mayor. Su ley para crear los mototaxis será vetada por el gobierno azul.
El día cuando Pancho Villa creyó en Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles y Emiliano Zapata en Jesús Guajardo, los mataron.
El día cuando Ignacio Ramírez descubrió la tentación imperial y faraónica de Benito Juárez de perpetuarse en el poder le renunció para siempre al Ministerio de Estado.
Maryjose Gamboa, la diputada por dos años, en la encrucijada de su vida.