Luis Velázquez
Veracruz.- El viernes 15, en la noche, fue el último programa periodístico que Ramsés Yunes Zorrilla dirigió en TV Más. Renunció a la televisora oficial, o lo renunciaron, o lo presionaron. Tenía un aproximado de 25, 26 años de antigüedad. Cuatro años para jubilarse le faltaban. Y ni modo, la guillotina azul se habría impuesto.
Raro y extraño, pues el gobernador Yunes es amigo entrañable, cercano, cercanísimo, de su padre, don Pepe Yunes Suárez, quien, y sólo como referencia, cabildeó con su amigo Rafael Hernández Ochoa, 1974/1980, para que en menos de seis años Miguel ángel Yunes Linares usufructuara carrera meteórica con seis cargos públicos.
Y más, porque muchos años después, de Hernández Ochoa a Yunes Linares en la gubernatura, el góber azul y don Pepe mantienen amistad respetuosa y afectiva.
Ninguna duda existiría de que el góber fue ajeno a la salida de Ramsés, aun cuando, y como afirma el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, “piensa mal y acertarás”.
Y es que la renuncia se concitó en la siguiente circunstancia:
El director general de TV Más, el panista que soñaba con descarrilar al vocero Elías Assad Danini y quedarse de jefe máximo, Raúl Martínez Chávez, ordenó que Ramses comentara al aire en su programa algunas cositas incómodas, quizá en contra de su hermano, el senador Pepe Yunes Zorrilla, y, bueno, una cosa es inmolarse en la vía pública y otra “tragar sapos” y otra ser desleal consigo mismo y, por añadidura, con la familia.
Y desde el relato bíblico hasta “las mafias en el poder” la familia es sagrada.
PASIONES FUERA DE CONTROL
Ramsés dejó su vida en TV Más. A diferencia de tantos trabajadores y de primer nivel que han llegado y se han retirado, atravesó, sin oír el canto de las sirenas, los sexenios de Patricio Chirinos, Miguel Alemán, Fidel Herrera y Javier Duarte. Incluso, un año de Yunes.
Y ahora, cuando varios diputados locales, entre ellos Regina Vázquez Saut, Basilio Picazo y la Sheridan, dejaron sus partidos y afiliaron a otros…
Y cuando en el carril político se afirma que varios duartistas (Érick Lagos, Jorge Carvallo y Adolfo Mota, los más connotados) pactaron con el llamado “gobierno del cambio”…
Y cuando los jefes de las tribus panistas han sido arrodillados para amacizar el proyecto político familiar de la yunicidad…
Y cuando veinte Fiscales, todas mujeres, fueron despedidas así nomás luego del asesinato de la Fiscal de Pánuco…la guillotina cae sobre Ramsés.
En un año, el director de TV Más sólo ha tenido un resultado y que es la creación de un programa llamado “La entrevista”, que por ningún lado enchufa ni levanta expectativas.
¡Ah!, el director también ha alardeado que por vez primera desde hace treinta y siete años, TV está vendiendo, ajá, sus programas en varias latitudes del mundo y lo que mucho se duda.
Ahora, la cuchilla contra Ramsés, se ignora si porque el trasfondo sea la hermandad con el senador Pepe Yunes, el inminente candidato del PRI a la gubernatura.
Mal mensaje, porque significa que las pasiones huracanadas se están atravesando con la misma estrategia y saña que en los peores años del sistema político priista y los 25, 26 años de antigüedad del colega fueron tirados “por la borda”.
Y entonces, los derechos laborales y los derechos humanos que se vayan mucho “a casa del diablo”.
ATROPELLADOS LOS DERECHOS HUMANOS
Se entiende, por ejemplo (en ningún momento se justifica) que cuando el PAN entrara al palacio principal de gobierno de Xalapa, el reportero y conductor, Jorge Faibre, saliera de la programación y de la estación, pues era director general.
Y como la política “es un tragadero de hombres” (Juan Maldonado Pereda, qepd), entonces, cambió el gobernador y Faibre se retiró o lo retiraron, sin considerar su inteligencia, talento, experiencia y conocimiento.
Y peor tantito, si se recuerda que en los pueblos indígenas los ancianos, incluso, los jefes tribales, pasaban a formar parte de un Consejo Supremo para orientar y reorientar a los recién llegados.
Pero Ramsés nunca fue director general y se desempeñó, digamos, como un trabajador más.
Y por todos lados se interpreta mal que un director en funciones atropelle como Raúl Martínez Chávez los derechos humanos.
Claro, ha de significarse que todavía por ahí autorizara la retransmisión de viejos programas de Jorge Saldaña, pero, bueno, como el conductor originario de Banderilla ya pasó a mejor vida, quizá por ningún lado sea ofensivo o mirado como un peligro para la estabilidad de la televisora oficial.
La población electoral habría aplaudido que la yunicidad despidió a los cientos, miles de “aviadores” en las dependencias (¿Fue verdad o una faramalla?), desde los más de dos mil en la secretaría de Educación y los diez, doce, quince en la secretaría de Desarrollo Agropecuaria según revelara el titular, Joaquín “El chapito” Guzmán Avilés.
Pero si la guillotina alcanza a unos de los mejores conductores tanto de la televisión oficial como comercial, caray, además de multiplicar la incertidumbre y la zozobra, expresa la calidad moral y ética del director general de TV Más, quien sólo durará dos años (ya pasó uno) en el cargo, y como se sabe, después del tiempo de “vacas gordas” el relato bíblico habla de “las vacas flacas”.
En todo caso, el puesto público sólo dura un tiempecito y el descrédito muchos años, incluso, el resto de la vida.