Por: Luis Velázquez
Veracruz, México; 13 de mayo de 2017.- El senador Pepe Yunes Zorrilla sigue poniendo “el cascabel al gato”. Está en campaña electoral al lado de los candidatos priistas a las presidencias municipales. Y en su discurso hay fuego. Dice, por ejemplo, que hay en el PRI “quienes han traicionado y han fallado”.
Cierto, pues nadie puede “tapar el sol con un dedo”, casos Javier Duarte, Arturo Bermúdez, Mauricio Audirac y Leonel Bustos, presos. Y Carlos Aguirre Morales y Leonel Bustos, prófugos. Y otros más, investigados.
Pero al mismo tiempo, hay “quienes han cumplido” al tricolor y por añadidura, a la población.
Y con todo y que “algunos ex militantes han afectado al partido con su conducta”, y otra parte de la población, entre ellos, Brozo, el payaso televisivo de la información, llaman a votar en contra del tricolor, el senador Yunes Zorrilla está sacando la casta.
Hay malos, acepta, pero de igual manera, gente buena, sobre todo, la militancia.
Es la hora, entonces, de levantar la moral. De actuar como lo que son en Veracruz, un partido de oposición. Y si en todo caso se ha de morir en la lucha, pues los profetas del desastre, incluso priistas, anuncian que el 4 de junio solo ganarían de unas 30 a 40 alcaldías, y todas chiquitas, el senador cree, está seguro, firme, de que se ha morir, pero luchando, a guamazos con la vida, llenos de enjundia.
Por eso, se ha puesto al lado de los candidatos a alcaldes, síndicos y regidores.
En su penúltima travesía estuvo en Cosoleacaque con el candidato tricolor, Cirilo Vázquez Parissi, diputado federal con licencia, y a quien, además, le acompañó, el mismo día, el coordinador de la bancada priista en el Congreso de la Unión, exgobernador del estado de México, César Camacho Quiroz.
Hay, dijo el senador, “miles de veracruzanos honorables”.
Y por todos ellos ha de seguirse en la pelea.
“El PRI no es una persona. Lo conforman militantes que salen todos los días a trabajar y que saben de valores y principios” dijo.
Y por ellos mismos, “la espada en prenda” de los dirigentes y figuras claves como el senador, el único legislador federal, cierto, de Veracruz, pero también, del país, que ha cabildeado recursos federales (más de 3,500 millones de pesos, quizá más de cuatro mil) para los
Ayuntamientos en curso y para organizaciones de productores.
Además, fondos federales depositados en forma directa, sin intermediarios, a los beneficiados, para así evitar sospechas, dudas, intrigas y habladurías de la llamada “Operación licuadora” que tanto fue utilizada en el duartazgo, el sexenio del que ningún priista desea acordarse y del que todos, los mismos duartistas, se deslindan.
Así, Pepe Yunes, uno de los pocos, excepcionales políticos reposados, prudentes y tolerantes, y más, en las horas políticas y sociales turbulentas y revolcadas que se viven, abona, y con mucho, las campañas de los candidatos.
Y más porque en medio del tsunami político (Miguel Ángel Yunes Linares y Andrés Manuel López Obrador “agarrados del chongo” y “jalándose las greñas” como verduleras, sin llegar a la denuncia penal en la Procuraduría General de la República, PGR, por ejemplo), Veracruz, y el país, necesitan la serenidad en el arte de gobenar y ejercer el poder.
Y el senador representan la máxima ponderación en el descarrilero moral y ético de la vida pública.
UNA VIDA APEGADA A LA ÉTICA
El senador ha estado en varias demarcaciones municipales. Desde Perote hasta Cosoleacaque. Desde Xalapa hasta el puerto jarocho. Y más donde habrá de continuar…de aquí, digamos, hacia el cierre de las campañas.
Es militante del PRI, desde cuando iniciara la carrera pública en su pueblo, donde fuera presidente municipal.
Y aun cuando entonces fue tentado para lanzarse como candidato a diputado local y dejar inconclusa la alcaldía, siempre se resistió y decidió con firmeza, sin titubeos, sin escuchar el cántico de las sirenas, terminar el periodo constitucional.
Muchos años después, se mantiene en la raya.
Y más con una hoja de servicios impecable, donde nadie, absolutamente nadie, y más en medio del lodazal y el cochinero, lo ha acusado, ni puede, de corrupción.
Y aun cuando los intrigantes y envidiosos dirán que en ningún momento necesita “meter la mano al cajón”, porque es hijo de un hombre rico, la historia está llena de ricos, y políticos ricos, que le entraron a los negocios lícitos e ilícitos a la sombra y el cobijo del poder.
Ahí está, entre otros, además de su serenidad en medio de los huracanes, otra de sus virtudes. La integridad. La vida apegada a una moral y a una ética pública y privada.
Por eso en su tiempo y forma, desde el inicio del sexenio, su deslinde del duartazgo.
Por eso, su deslinde del Fidelato, tiempo cuando iniciara la llamada Decena Trágica de Veracruz, los doce años perdidos y que terminaran en el peor descrédito político, social, económico y moral de la historia nacional.
El senador, no obstante, mira las cosas buenas que pueden unir y unen a los priistas, como es el trabajo por la comunidad, el trabajo con un compromiso colectivo, “con el respeto que la gente merece”, y que con todo y duartazgo, suman más, mucho más, miles.
ELITES HAN DE PONERSE DE ACUERDO
Luego de pasado el huracán, después de “la larga y extensa noche de los cuchillos largos”, “la noche de san Bartolomé” que significara el duartazgo, es la hora de resucitar a la vida pública.
“El PRI, dice el senador, en un proceso de acercamiento con la gente… que está pidiendo una oportunidad de seguir trabajando”.
Ya se verá el desenlace.
El mismo Pepe Yunes lo establece así:
“La última palabra la tiene la ciudadanía”.
Y más con un OPLE que ha de ser garantía democrática para vigilar un proceso claro y transparente con todo y la fama pública de las elecciones amañadas.
Las campañas van casi a la mitad.
En tres semanas se efectuarán los comicios.
Y el tricolor, por lo pronto, ya encaminado el proceso, solo necesita que los jefes máximos, desde Renato Alarcón, presidente del CDE, hasta la delegada del CEN, Lorena Martínez, y los líderes regionales y caciques, trabajen juntos por el objetivo común, pues ni modo que de “la noche a la mañana”, con todo y duartazgo, el voto duro de los priistas se haya modificado.