Luis Velázquez
Veracruz.-13 de abril de 2017 .-El 30 de enero, a las ocho de la noche, el CDE del PAN tuvo cónclave en Xalapa.
Al mando, el presidente Pepe Mancha, con 32 personas más.
Se reunieron para definir la integración de la lista de los candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores.
Casi casi el reparto de los panes y el vino.
En nombre de la transparencia, la verdad y la rendición de cuentas, todos aceptaron que la sesión fuera filmada, además de la minuta escrita.
Acta de acuerdos de por medio. Con todo y firma de los panistas asistentes, cada parte definiendo sus intereses, soñando con que el PAN se mantenga muchos años en el poder político local.
Días después, y según las versiones, el acta fue truqueada entre Pepe Mancha y Carlos Valenzuela, el ex regidor boqueño ungido por dedazo secretario General del CDE.
Incluso, tanto la primera como la segunda acta fue reservada como asunto de Estado, bajo el argumento de que se trataba de una estrategia política electoral de primer nivel, temiendo que cayera en manos de la oposición y les descarrilaran el proyecto.
En realidad existía un mar de fondo.
Pepe Mancha, Enrique Cambranis y Miguel Ángel Yunes Linares desecharon la primera acta y armaron una “a su medida” con sus candidatos.
El panismo de la calle, la militancia desde hace muchos años, lealtad “a prueba de bomba”, se sintió excluida. Mejor dicho, estafada.
Y más, cuando entre los trascendidos quedó claro que las cúpulas impusieron a los familiares y amigos de candidatos a la alcaldía y a los puestos edilicios.
Por eso, tantas impugnaciones al proceso interno.
Y por eso mismo, si ya desde antes parte de las elites municipales y regionales y de la militancia estaba inconforme porque en el reparto de los cargos y los espacios públicos quedaron fuera desde el primero de diciembre de 2016, ahora, peor tantito.
Hay quienes en el PAN aseguran que la mayor parte de todos ellos se unirán a Margarita Zavala como candidata presidencial, pues tanto el presidente del CDE como el gobernador los desencantaron.
Ellos, igual que en otros partidos políticos, se han sentido defraudados, estafados, engañados.
REPARTO ELITISTA DEL PASTEL
Desde el principio de la Yunicidad, parte de las elites y la militancia panista se sintió usada.
Por ejemplo, los mejores cargos públicos para los amigos de Miguel Ángel Yunes Linares y los amigos de sus hijos.
Secretaría de Educación, por ejemplo, Enrique Pérez Rodríguez y Abel Cuevas.
De Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié.
De Salud, Irán Suárez Villa.
SEDESOL, Indira Rosales San Román.
Turismo, Leopoldo Domínguez.
Finanzas y Planeación, Clementina Guerrero.
Y Trabajo y Previsión Social.
Y los panistas que durante muchos años, desde antes de que el góber azul mudara de priista a panista, fuera de las mieles del poder.
Lo más canijo ha sido que los militantes de Acción Nacional, luchadores desde varios sexenios anteriores, quedaron fuera. Mejor dicho, siguen.
Y ahora cuando creían que serían incluidos como candidatos a síndicos y regidores, también, fuera.
Tito Delfín, por ejemplo, ex subsecretario de Salud, diputado local de rebote, ex presidente municipal de Azueta y Tierra Blanca, impuso a su esposa de candidata a síndica en Azueta y a un hermano como candidato a regidor en Xalapa.
Julen Rementería quedó en la SIOP, impuso a su hijo Bingen de diputado local y a su carnal “El chori-queso” otra vez de diputado, y él mismo está soñando con la candidatura al Senado el año entrante, en virtud de lo que la secretaría es utilizada como una catapulta.
Y al lado de Julen sus cuates de toda la vida, entre ellas, Jesús Suverza, con la fama pública que le acompaña.
La alcaldesa de Mixtla Altamirano, con un buen trabajo político y social en la sierra de Zongolica, cabildeó para que su esposo fuera el candidato a la presidencia municipal y desde Xalapa le impusieron a otra persona.
En Pánuco, el góber azul quiso imponer al cacique priista, Ricardo García Guzmán, de candidato a la alcaldía, pero un desplegado en el periódico Reforma se lo tumbó, y a cambio, Miguel Ángel Yunes Linares dejó que el cacique huasteco nombrara candidato a uno de los suyos e impuso al síndico de su hijo, el alcalde Ricardo García Escalante, precursor de los Porkys de Veracruz en Xalapa durante el Alemanismo.
RULETA RUSA DE LA POLÍTICA
Los vicios del PRI en el PAN de la Yunicidad.
El gobierno del PRI entre amigos, igual que en la Yunicidad.
Los jefes máximos en el PRI repartiéndose el pastel, igual que en la Yunicidad.
Según las versiones, los priistas inconformes con la pelea entre Renato Alarcón y Lorena Martínez buscarán el voto útil y sufragarán a favor del candidato de MORENA.
Pero en el PAN también se está cocinando un fenómeno semejante: los resentidos votarán por MORENA.
Y el ganón será Andrés Manuel López Obrador, y por añadidura, su candidatura presidencial para el año entrante.
En 1997, Yunes Linares vivió en el PRI la misma experiencia. Excluidos un montón de priistas de las candidaturas edilicias integraron un bloque en contra y le hicieron perder 107 alcaldías. La historia podría, digamos, repetirse como una tragedia más en su vida este año y teniendo todo para ganar quedar atrapado y sin salida en la ruleta rusa de la política.