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Expediente 2017: “La silla del águila”

El Piñero

Luis Velázquez

02 de noviembre de 2017

Hay políticos de Veracruz que deben a la población la presidencia de la república. Ellos fueron, digamos, los Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines del siglo XXI. Pero como en el camino riñeron, incluso, amigos que eran, la oportunidad se fue.

Y es que si Fidel Herrera Beltrán, Miguel Ángel Yunes Linares, Dante Delgado Rannauro, Ignacio Morales Lechuga y hasta don Fernando Gutiérrez Barrios, se habrían unido en un frente común mirando hacia el futuro inmediato, otro gallo cantaría al territorio jarocho.

Ni modo, se perdió la posibilidad.

Todos ellos, líderes innegables de grupos. Todos, con presencia estatal y nacional. Cada uno, empujando la carreta. Pero todos, sin excepción, con vidas paralelas, cada quien en su carril.

Más todavía en el caso, por ejemplo, de Fidel y Miguel Ángel, y ni se diga en el caso de Dante y Morales Lechuga, pues en todo caso Gutiérrez Barrios perteneció a otra generación, aun cuando con todo y la distancia temporal bien pudo encabezar el gran movimiento para como grupo político estilo el sonorense con Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles y estilo el jarocho con Alemán y Ruiz Cortines, entrar derecho, derechito a Los Pinos.

Es más, ninguna duda existe que los cinco hubieran podido alcanzar los más altos niveles federales, unos, en la silla del águila, y otros, en el Palacio de Bucareli, y/o en alguna secretaría de buen nivel.

 

DISPARARON A LA LUNA…

 

¡Vaya destino!

Gutiérrez Barrios se soñó candidato presidencial, pero José Córdova Montoya y Patricio Chirinos Calero se la atravesaron y perdió.

Fidel Herrera Beltrán se destapó en el año 2010 y hasta integró su “Laboratorio del pensamiento” con académicos de la Universidad Veracruzana y se lanzó a la contienda interna jugando en contra Enrique Peña Nieto, y ni fu ni fa.

Miguel Ángel Yunes Linares fue destapado por los presidentes del CDE del PAN y PRD y ninguna resonancia hubo en CEN del PAN.

Ignacio Morales sentía que iba trepado en la parte más alta como procurador de Justicia de la Ciudad de México y de la nación, y de pronto, zas, corrigió a Carlos Salinas de que por encima de él estaba la Constitución, y terminó de embajador.

Y luego de Dante Delgado Rannauro en el penal de Pacho Viejo, el espacio y el tiempo le alcanzó para formar su partido político y que ahora integra el Frente Ciudadano por México.

Súper dotados para la política, al quinteto de jarochos le faltó altura de miras.

 

ADIÓS, MAMÁ CARLOTA, ADIÓS A LOS PINOS

 

Miguel Alemán Valdés siempre jaló a su paisano Adolfo Ruiz Cortines.

Incluso, fue su secretario de Gobernación.

Más aún: luego de que Alemán gobernara Veracruz de 1936 a 1939 pasó la estafeta a Fernando Casas Alemán como góber sustituto y a Jorge Cerdán Lara como góber constitucional y a Ruiz Cortines en el período de 1944 a 1948.

Y siguieron juntos, tanto que, por ejemplo, Alemán Valdés todavía favoreció la candidatura triunfante de otros amigos a la gubernatura, entre ellos, Ángel Carvajal Bernal y Marco Antonio Muñoz Turnbell.

La dupla Alemán y Ruiz Cortines ejerció así el poder absoluto de 1936 a 1956, es decir, veinte años ininterrumpidos.

Por el contrario, Gutiérrez Barrios dejó a Dante Delgado como sustituto durante 4 años.

Dante Delgado perdió la sucesión ante Patricio Chirinos Calero.

Fidel Herrera dejó a Javier Duarte, con el deplorable resultado económico, social y político conocido por todos.

Morales Lechuga se perdió en la utopía, pues hasta candidato independiente quiso ser con Miguel Alemán Velasco de contrincante.

Y Yunes Linares tiene enfrenta la batalla estelar de su vida para heredar la estafeta a su primogénito, aun cuando juega en el altiplano.

Los cinco bien pudieron adueñarse de Los Pinos durante varios sexenios.

 

EL JAROCHO QUE LLEGÓ MÁS LEJOS…

 

La dupla Alemán Valdés y Ruiz Cortines dejó una lección imborrable. Sólo formando parte de un equipo y un equipo sólido, con un líder fuerte, sin celos ni intrigas, cada uno con su capital político, pero todos juntos empujando la carreta, se llega a las alturas.

Adolfo Mota Hernández, diputado federal, ex secretario de Educación, ex presidente del CDE del PRI, siempre ha dicho que Fidel, Yunes, Dante y Morales Lechuga “nos quedaron a deber la presidencia de la república”.

También, claro, Gutiérrez Barrios, el gran policía político y el político policía, con un par de discípulos aventajados, como son Dante Delgado y Manlio Fabio Beltrones, y quienes, no obstante, y según parece, nunca apostaron juntos.

Ahora, de cara al futuro en la puerta, 2018, quizá los políticos de Veracruz mejor posicionados en el altiplano son los siguientes:

Uno. Pepe Yunes Zorrilla, amigo de José Antonio Meade y Luis Videgaray Caso, tendrá vientos súper favorables en el próximo sexenio, ya aquí en Veracruz, ya allá en el altiplano si Meade sale beneficiado por “el dedazo” y triunfa en las urnas.

Y dos. Yunes Linares, amigo de Ricardo Anaya y de Miguel Ángel Osorio Chong, y que de salir uno y otro candidato presidencial y ganar en las urnas, entonces, el góber jarocho pasaría del palacio de gobierno de Xalapa a una secretaría de Estado.

Sólo Antonio López de Santa Anna, 1829, llegó mucho más lejos. Tres veces gobernador de Veracruz y once veces presidente de la república, quizá, porque era el político más feliz de su tiempo que cuando se aburría de hacer política renunciaba al cargo para jugar a los gallos todos los días y noches, bueno que era para “la enagua”.

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