Expediente 2017: Las frases que definen la política de comunicación social de la Yunicidad
Luis Velázquez
Hay tres frases que definen la política de comunicación social de la yunicidad.
La primera. Miguel Ángel Yunes Linares diciendo a los reporteros que “no contesto babosadas”.
La segunda. El secretario de Seguridad Pública, en el autoritarismo fervoroso, advirtiendo a la prensa que “ni una pregunta más”.
Y la tercera. El Fiscal avisando a los medios que está a la cacería del primer delito cometido por un reportero para irse en su contra con todo. “Le partiré la madre” dijo en un tuitazo.
El trío de frases tiene su chispazo estelar con la decisión del góber azul de manejar su imagen en los siguientes carriles:
Uno, Periscope. Dos, Facebook. Y tres, TV Más, el canal oficial fundado, por cierto, por Rafael Hernández Ochoa, 1974/1980, al momento, sin programas atractivos que despierten, más allá del interés, la curiosidad.
Se trata, en todo caso, de un nuevo tiempo que el bienio azul pretende establecer como eje rector y moda, antes y después, toda vez que cuando el Yunes azul fuera priista y secretario General de Gobierno, manejó la prensa bajo el ritual acostumbrado.
Por eso, y a tono con tal filosofía de comunicación social, todos los días la oficina del vocero sólo maneja un boletín, quizá dos en día excepcional, fuera de serie.
Además, el Yunes azul es su mismo jefe de prensa, igual que lo fue, por ejemplo, Fernando Gutiérrez Barrios, nada más que ahora con el puño cerrado.
Por lo siguiente: ningún boletín de prensa es enviado a las redacciones de los medios sin que él mismo lo revise, lo corrija y lo palomee.
Hay medios, por ejemplo, que hacia las nueve, diez de la noche, se quejan de que el boletín del día no ha llegado, pues el jefe máximo de la revolución azul está ocupado en otras tareas.
Más aún: en los eventos y las giras, el equipo de prensa es muy reducido. Sólo el vocero, quien le carga el micrófono, una reportera, el fotógrafo y el chofer.
Es el nuevo estilo personal de ejercer el poder. Constituye el sello del expriista que lo fue durante unos 26, 27 años, y panista desde hace unos 13, 14 años.
En todo caso, así lo expresó sin ataduras desde la campaña electoral del año entrante. El Yunes azul ganó en las urnas con la mayor parte de los medios… en contra que entonces estaban al servicio del duartazgo.
LOS IMPOLUTOS… EN EL PODER
Más todavía: si Patricio Chirinos Calero envió al penal de Pacho Viejo a su antecesor, Dante Delgado Rannauro, en su política de comunicación social y rendición de cuentas, el góber azul tiene en la mira a un par de ex voceros del duartazgo.
Una, María Georgina Domínguez Colio. Y dos, Alberto Silva Ramos.
Uno y otro, acusados de (presunto) desvío millonario y hasta de configurar empresas fantasmas a modo para el saqueo oficial.
¡Ah!, y para borrar cualquier duda, también se fue a la yugular de uno que otro medio, entre ellos, “AZ” de Oscar Rodríguez y “Centinela” de Luis Rodríguez Zavala, y “Los heraldos” de los hermanos Sánchez Macías, primos hermanos de Karime Macías.
Fue lacónico en su política. “Ningún peso para los medios”, dijo. Y “han de acostumbrarse a vivir de sus ingresos”.
El góber azul definió una política, además, de rigurosa austeridad (lo que nunca fue él en el priismo) de absoluta honestidad, de tal forma que ninguno, absolutamente ninguno, de los funcionarios del gabinete legal y ampliado y sus amigos del primero y segundo círculo y los empresarios afines ni tampoco la familia, ni él mismo, “ordeñará la vaca”.
EL CALAMBRE AZUL
Con todo, hay preferencias como, digamos, cualquier político, naturaleza humana al fin, las tiene.
Por ejemplo, según versiones, la vocería azul está pagando boletines de prensa como inserciones. Y las paga todas las noches con el boletín del día en la mano para solicitar su publicación en portada o en interiores, pagando la operación al instante.
Además, para la yunicidad la prensa de la Ciudad de México es prioritaria. Aquí, en la aldea sólo resta sobrellevar los medios, muchos de ellos con la esperanza (inútil) de un convenio mensual. Lo importante son los medios defeños que replican en el altiplano, la sede de la “grilla” nacional. Las grandes ligas, pues, que así juega el gobernador desde el inicio de su carrera política.
Se vive, claro, el tiempo de las redes sociales. Cada día la población está eclipsada, en estado de shock, con la información de noticias reales y falsas, y en el momento que suceden o se triangulan e inventan.
Con todo, la línea es clara. “No contesto babosadas” dijo el góber. “Ni una pregunta más” advirtió el secretario de Seguridad Pública. Vivo pendiente del primer error de un reportero para refundirlo en la cárcel dijera el Fiscal.
Los duartistas, pues, están azorrillados, temerosos de caer en el penal de Pacho Viejo. Y los medios, avisados, casi casi acalambrados. Sólo así Yunes Linares es feliz. El goza con el simple hecho de mirar a un político atrás de las rejas, durmiendo en “cama de piedra” como Javier Duarte en Guatemala.