Luis Velázquez
Veracruz, 27 de julio de 2017.-La Universidad Veracruzana, UV, está integrada por unas ochenta y cinco mil personas, entre estudiantes, académicos y burócratas.
Y la decisión del rector está en manos de nueve notables. Los notables de la Junta de Gobierno.
Una vez que cumplen con el protocolo, igual que los cardenales del mundo en el Sínodo para elegir Sumo Pontífice, ellos lanzan el humo blanco y anuncian al mundo el nombre del rector en turno, y sin que nadie los evidencie, porque, digamos, se trata de una facultad metaconstitucional y que de alguna manera reproduce el funcionamiento del sistema político con su tlatoani único e infalible.
Ellos, pues, nombrarán al nuevo rector de la UV por cuatro años.
Hace cuatro años, cuando la doctora Sara Ladrón de Guevara fue elegida, los nueve notables eran otros. Ahora, de aquellos, sólo quedan dos, y el resto son nuevos y por vez primera se estrenarán como los grandes electores.
Los nueve han cacareado la transparencia fuera de serie, insólita, que se dará.
Por ejemplo, entre los siete aspirantes a la rectoría cayó bien que ahora solicitaran una carta por escrito, con puño y letra, donde cada uno juraba y perjuraba que a ningún partido político pertenece ni menos que están ligados a un político y/o a un partido ni que trabajan por arriba o por debajo de la mesa a favor de un candidato o precandidato a un cargo de elección popular o que suspiran por un cargo público.
Pero los siete aspirantes también esperan una rendición de cuentas, donde, por ejemplo, especifiquen las razones por las cuales nombrarán rector a uno de ellos y las razones por las cuales los otros fueron dejados fuera.
Y más aún, que trepen en su página web “las verdades dichas a su tiempo” sobre el proceso electivo para que así cada uno de los ochenta y cinco mil miembros de la comunidad universitaria la pueden consultar y reflexionar y someter a un debate, incluso.
Ya se verá.
Y es que hace cuatro años nunca, jamás, rindieron cuentas, y de igual manera como ocurre con el Sínodo Papal y en el PRI en que el presidente de la república nombra candidato sucesor sin explicar las razones, ellos también actuaron.
Los Nueve Notables son los siguientes:
1. Doctora Jacqueline del Carmen Longitud Zamora. Presidenta de la Junta de Gobierno, adscrita al Centro de Estudios sobre Derecho, Globalización y Seguridad de la UV desarrollando líneas de investigación sobre derechos humanos, derecho a la educación y ética y derecho al desarrollo.
Incluye en sus investigaciones la enseñanza superior como derecho humano y su regulación y garantía al interior del estado mexicano.
2. Doctor Ricardo Corzo Ramírez. Secretario de la Junta de Gobierno. Imparte la experiencia educativa Postmodernidad e Historia en la Facultad de Historia de la UV.
3. Doctora Elena Rustrián Portilla. Docente de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Químicas de Orizaba, UV.
4. Doctor Carlos González Gándara. Docente de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la región Poza Rica-Tuxpan, UV.
5. Doctor Federico Bernhardo Roesch Dietlen. Docente de tiempo completo en la Facultad de Medicina de la región Veracruz, UV.
6. Doctor Jaime Gonzalo Cervantes de Gortari. Profesor Titular de Tiempo Completo de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Ciudad de México.
7. Doctor Jorge Martínez Contreras. Profesor-Investigador Titular en el Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, Ciudad de México.
8. Maestro Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en Ciencias Antropológicas en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
9. Doctor Mauricio Merino Huerta. Profesor-Investigador de la División de Administración Pública del Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. (CIDE).
VOLUNTAD DEMOCRÁTICA DE LOS NOTABLES
Una estrategia de la Junta de Gobierno para orientar y reorientar su decisión es abrir el portón para que los alumnos y los profesores se expresen, en forma individual o en grupo, sobre un candidato a la rectoría de la UV.
En Xalapa, la capital sede de la máxima casa de estudios, y en los campus a nivel regional, la Junta de Gobierno escuchará a los interesados.
Así fue, por ejemplo, hace cuatro años.
Pero, oh sorpresas que da la vía, nunca, jamás, los Nueve Notables revelaron, ni siquiera, vaya, por Internet, el número de expositores a favor de uno o de otro aspirante.
Menos, mucho menos, los argumentos y razones de cada parte.
Tampoco, el número de simpatizantes que se expresaron ante ellos a favor de un candidato.
Es más, al momento, el historial de los candidatos de hace cuatro años fue borrado de la página web de la Junta de Gobierno y lo que equivale a un crimen de Estado, pues así nomás, retiraron la relatoría tan importante que es como referente académico, social, moral y ético.
Ya se verá y conocerá si ahora repiten la misma actitud o por el contrario, manifiestan su voluntad democrática y su firmeza y ventilan sin miedos ni temores la historia de lo que está ocurriendo y sucederá de aquí al día último del mes de agosto en que trascenderá (quizá antes) el nombre del elegido, pues la toma de posesión ha de efectuarse el primero de septiembre.
La democracia académica, y más ahora con su, digamos, autonomía financiera, más se merece.
LIBRO BLANCO QUE PUEDE SER LIBRO NEGRO
La Junta de Gobierno tiene su Libro Blanco. Una plataforma electrónica para mostrar su vocación ética y moral…, de la que, claro, nadie duda.
Pero hace cuatro años, los Nueve Notables quedaron tocados cuando los jóvenes enmascarados con escafandras de los doctores José Sarukhan, exrector de la UNAM, miembro de la Junta, y Raúl Arias Lovillo, rector de la UV, tomaron por asalto la USBI de Xalapa, anunciando, según los académicos, el regreso del porrismo alentado, siempre se dijo en el pasillo académico, por el secretario General de Gobierno, Érick Lagos Hernández, acatando, digamos, sólo digamos, órdenes de Javier Duarte, el preso del Reclusorio Norte.
En aquel entonces, la comunidad académica se lo reprochó a la Junta de Gobierno y también a la actual, porque basta un error en el cuadrilátero para el descrédito.
De aquellos Nueve sólo quedan dos. Los investigadores Elena Rustrián y Ricardo Corzo Ramírez.
Los otros siete restantes son nuevos en el quehacer académico jerárquico y enfrentan por vez primera la experiencia correspondiente.
El destino de la UV, el destino de los 85 mil integrantes de la comunidad universitaria, incluso, el destino social de Veracruz, está en sus decisiones neurológicas.
Y si a los cardenales los ilumina el Espíritu Santo, la razón, la mesura y la cordura, la prudencia, serán sus ejes rectores.
“Tengamos fe” diría el presidenciable Miguel Ángel Osorio Chong.