Luis Velázquez
28 de noviembre de 2017
El año azul está cerrando, por ahora, con el asesinato de un alcalde electo (Hidalgotitlán) y uno en funciones (Ixhuatlán de Madero, la tierra donde naciera Heberto Castillo, el gran líder moral del movimiento estudiantil del 68 y perseguido político de Gustavo Díaz Ordaz).
En uno y otro caso la Fiscalía yunista se anticipó.
En el primero, el crimen de Santana Cruz Bahena, dijo que acaso, quizá, quizá, quizá, el homicidio fue por asuntos huachicoleros, salpicado así su nombre. Y más, porque Bahena fue en la región de Acayucan delegado de Seguridad Pública de Arturo Bermúdez Zurita, preso en el penal de Pacho Viejo.
Y en el segundo, Víctor Manuel Espinoza Tolentino, ex priista mudado en panista, la Fiscalía del acelerado titular también se anticipó asegurando que ejecutado en Banderilla al lado de su esposa y tres colaboradores (un chofer, un funcionario y un vecino) fue por robo, y que días después significara el descubrimiento de una nueva banda en Veracruz… con funcionarios duartistas, la temible banda de “Las despensas, las láminas y las cobijas”.
Al momento, y salvo el caso del presidente municipal de Ixhuatlán, el móvil está ligado al narcotráfico en un Veracruz campeón en el robo de combustible y en donde como dice el arzobispo de Xalapa “todos los días hay un secuestro y un ejecutado”, a tono con la histórica novela de Edmundo Valadés de que “la muerte tiene permiso”.
Un año después del duartazgo la vida sigue prendida de alfileres y de continuar así, el politólogo Carlos Ronzón Verónica vislumbra que la yunicidad enfrentará vientos huracanados para ganar la elección de gobernador de seis años el año entrante.
He aquí, entonces, algunas hipótesis, arrancadas de la realidad, sobre la incertidumbre y la zozobra congénita que padecemos los 8 millones de habitantes, desde los pobres y jodidos hasta los ricos.
“DEJAR HACER Y DEJAR PASAR”
1) Los carteles y cartelitos siguen mostrando el puño y el músculo a la yunicidad para adueñarse de la plaza.
2) Los políticos, desde los alcaldes para arriba, estarían bien metidos en el narcotráfico.
3) Los malos se están vengando de los políticos que se resisten a pactar con ellos, de igual manera como, por ejemplo, sucediera en la Década Pérdida de Tamaulipas con los exgobernadores priistas, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores, que a cambio de cuotas millonarias en dólares los “dejaron pasar y hacer”.
4) Ante la impunidad (la impunidad reclamada, por ejemplo, por los Solecitos y Colectivos), los carteles crecen al castigo, dueños de la plaza jarocha como si fueran hijos predilectos.
5) Las autoridades están rebasadas. Y en los tres niveles de gobierno.
6) Inverosímil, pero…si vamos al sexenio anterior en la alianza de mandos de la secretaría de Seguridad Pública con los malandros, la historia estaría reproduciéndose. Y más, porque, cierto, Arturo Bermúdez está preso, pero su estructura policiaca quedó y está intocable.
AJUSTE DE CUENTAS ENTRE PODEROSOS
7) Hay niños y mujeres asesinados. “¡Bestias” llamó el gobernador Yunes a los malandros. “Daños colaterales” denominaba Felipe Calderón a la población civil asesinada. Y entre más crímenes de inocentes, más se multiplica el terror y el horror. Estrategia pura de los carteles y cartelitos.
8) Los negocios fáciles de los barones de la droga en la jugosa plaza Veracruz. La autopista de sur a norte. Los tres puertos marítimos para embarcar y desembarcar droga. Las pistas clandestinas. El negocio de los migrante, los secuestros, el derecho de piso y la prostitución. Un paraíso económico y financiero.
9) Ajustes de cuentas entre poderosos, Por ejemplo, los líderes cañeros que usufructúan las cuotas por cada tonelada de caña. Y atrás del botín se matan. Este año tres dirigentes cañeros, más el jefe de prensa de uno de ellos, el reportero Ricardo Monlui, fueron asesinados.
10) Reporteros incómodos que han sido ejecutados (19 con Javier Duarte, tres con Miguel Ángel Yunes Linares), algunos ligados a malandros. Otros, sin embargo, más puros que los ángeles celestiales.
11) Feminicidios crecientes. El boletín oficial lo justifica con la violencia intrafamiliar, pero según la estadística, 4 de cada 10 mujeres asesinadas entrarían en la justificación. El resto, la huella de la violencia. Además, ultrajadas. Y con saña.
12) El ajuste de cuentas entre malandros que suelen invadirse terrenos. Carteles arrebatando el negocio a los lenones, por ejemplo. Carteles contra polleros.
DUEÑOS DE LAS LLAVES DEL CIELO
13) Carteles metidos a la política. Y a la política electoral financiando campañas. Y cobrando la cuota. Y si los elegidos en las urnas se resisten, ni modo, la ejecución.
14) La disputa por la venta de seguridad particular. Y si resisten, te mato. Mínimo, el secuestro. Y el secuestro exprés.
15) Traidores a los carteles. Sicarios, halcones y servidores que de pronto, zas, cambian de camiseta. Y la única respuesta es el asesinato. Por Judas.
16) El desempleo. En los últimos doce meses, ninguna fuente de trabajo creada en Veracruz. De pandilleros urbanos en las colonias populares a “halcones”.
17) Narcos disputando la obra pública en los Ayuntamientos a través de sus compañías constructoras.
18) La industria diversificada de los malandros: asaltos, robos, venta de piso, secuestros, huachicoleros. “Todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar”.
19) La gran disputa de los carteles poniendo sus propios negocios. Caso “El H” de Coatzacoalcos.
20) Carteles en expansión. Dueños de Veracruz, y del país, miran el mundo. Joaquín “El chapo” Guzmán, en América Latina. El Cartel Jalisco Nueva Generación, en Europa. Los Zetas, el más sangriento del mundo.
21) El cuadrivivio del mal: negocios fáciles, el ejercicio del poder, la venta de drogas y alcohol y mujeres. Se cumple así el sueño del hombre, atrás de la fama, el éxito, el dinero, las mujeres, la vida paradisiaca. Y en el viaje, la creación de empresas fantasmas y reales para lavar dinero. Si Pablo Escobar Gaviria, el capo de Colombia, ya tiene su película filmada con Penélope Cruz y Javier Bardem, “El chapo” quiere la suya y que para eso cabildea Kate del Castillo, oh paradoja, propuesta para la medalla “Belisario Domínguez” del Congreso federal. Todos ellos creyendo que son dueños de las llaves del cielo.
BAILAR AL SON QUE TOCAN
22) Evolución histórica de la delincuencia organizada en Veracruz: el escolta de Antonio López de Santa Anna, jefe de una banda que asolaba las carreteras. “El Santanón”, el indígena de Acayucan a quien un militar secuestrara y ultrajara a su esposa y se metió de malandro para ajustar cuentas y arrasó con todos. “La Mano Negra” de Miguel Alemán Valdés. “La Sonora Matancera” de Agustín Acosta Lagunes. Los José Albino Quintero Meraz de Patricio Chirinos Calero y Miguel Alemán Velasco. Los carteles de Fidel Herrera Beltrán. Los carteles de Javier Duarte. Veracruz, un infierno azul.
23) Los malosos, alentados desde adentro y desde afuera del poder público.
24) Los carteles rivales del país y del extranjero acechando el territorio jarocho, toda vez que los que están florecen en medio de la impunidad con policías frágiles y políticos temerosos y con una población aterrorizada. Y más, porque toda competencia genera zozobra, y por añadidura, luchan y ofrecen resistencia para evitar que otros entren y crezcan.
25) Ni los israelitas ni los Genaro García Luna ni las fuerzas de seguridad local y nacional, ni el góber Yunes con su subsecretaría de Seguridad Nacional ni Enrique Pérez como ex director de Prevención Social… han funcionado. Veracruz sigue bailando al son que le toca. Es el camino que le han dejado.
26) El discurso oficial, en su dimensión estelar. Fidel Herrera, dice el Yunes azul, es el Zeta 1. Javier Duarte, el más corrupto de la historia. El remedio salió peor que la enfermedad. Y en contraparte, la ruina social se continúa labrando.
27) Las estructuras sociales están debilitadas. Los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. La familia. La iniciativa privada. La iglesia, Los medios. El miedo, el terror y “el miedo al miedo” germinando en tierra fértil. Los malandros, dueños de la gran casa llamada Veracruz.
LA PEOR DESIGUALDAD SOCIAL EN VERACRUZ
28) En medio de todo, la riqueza de unos cuantos (los narcos, los políticos sexenales y los empresarios) sobre la miseria de los más. 6 de cada 10 habitantes, dice el CONEVAL, en la pobreza y la miseria. Veracruz, en la peor desigualdad social, económica, laboral, educativa, médica y de seguridad.
29) El consumo de la droga en Veracruz, fuera de control. Insólito el número de narcotiendas en las colonias y en los barrios populares, circulando en los antros y prostíbulos.
30) Los malosos y sus sicarios impuestos en la población a partir del terror. La violencia, las armas y el secuestro (matar aunque la familia pague el rescate). El gran fracaso del Estado de Derecho, incapaz de garantizar la seguridad en la vida y los bienes. Los narcos, como unos reyezuelos en el paraíso jarocho.
31) “Una mano… mece la cuna”. Arturo Bermúdez está preso. Pero su estructura sigue operando.
32) Con tanta corrupción política y policiaca en todos los tiempos, con tanto saqueo oficial en cada sexenio, con los delirios de grandeza de los políticos, con un creciente desempleo…, la ruina social ha desbastado a Veracruz. 600 mil analfabetas que no saben leer y escribir y trabajan por un bocado de pan “con salarios increíblemente bajos”. (Jean Paul Sastre sobre Cuba). Con un millón de indígenas y dos millones de campesinos. Con un millón de paisanos de migrantes en Estados Unidos.
33) Entre más analfabeta el pueblo (600 mil sin leer ni escribir, un millón con escuela primaria incompleta, otro millón con secundaria a medias, 600 mil con bachillerato inconcluso, con un libro de lectura al año y de autoayuda), y con hijos que mantener, la población empobrece más, y entre más pobre más cliente electoral de las despensas (canastas alimentarias le llama la yunicidad). Por eso, nada más efectivo que mantener a la población en la ignorancia, pues “aprender a leer es aprender” a debatir, a reclamar derechos, a ser contestatarios. A mayor ignorancia y más jodidez, políticos más felices, pues lucran con la miseria.
34) En la pobreza, con hijos que alimentar todos los días, más el gasto de la escuela, más las enfermedades que nunca avisan, cualquiera se vende al mejor postor, y en muchos casos, a los narcos, aunque de por medio apuesten la vida.
Por eso, con un Veracruz acalambrado, más políticos, más mujeres, más niños, más jóvenes, más personas mayores y de la tercera edad, serán asesinadas en el paraíso que fue el territorio jarocho, mudado en el infierno.