Luis Velázquez
Veracruz.- Ricardo Anaya, CEN del PAN, y Alejandra Barrales, CEN del PRD, parecen unos niños de teta al lado de Dante Delgado Rannauro y Miguel Ángel Yunes Linares.
Dante, con Anaya y Barrales, crearon el Frente Ciudadano por México, FCM, que ni es frente ni es ciudadano ni es por México, pero con todo fue aprobado por el INE, Instituto Nacional Electoral, y estremecieron las entrañas de otros partidos, entre ellos, el PRI.
Y dada su experiencia, mañas, inteligencia, talento, Dante se los comerá y hasta les dará “veinte y las malas”.
Incluso, ya se los tragó, pues la primera acción del FCM fue avalar la precandidatura de Enrique Alfaro, gente de Dante, por la gubernatura de Jalisco el año entrante.
Y todavía, de ñapa, en el altiplano está claro que Barrales irá como candidata a Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y Dante como jefe del Gabinete.
Más todavía: resulta indicativo que el partido de Dante se llame Movimiento Ciudadano y el FCM tenga incluida en su segunda sigla el concepto de Ciudadano.
Yunes Linares fue 26 años priista y desde hace unos 12, 13 años, es panista. Y ante Yunes, Ricardo Anaya es un bebé político. Digamos, casi, un dinosaurio ante un bebesaurio.
Y con su biografía política y pública, Yunes se traga a Anaya y ni se diga a la ex azafata Alejandra Barrales.
Tan es así, que por ejemplo, el góber azul de Veracruz fue destapado por la alianza PAN y PRD como precandidato presidencial y que aun cuando estuvo lejos de cuajar en el foro nacional, zancadillazo habría significado.
También fue un éxito en su currículo el debate con Andrés Manuel López Obrador, y a quien advirtió que tiene listo su expediente negro para utilizarse en el momento oportuno y que habrá de llegar.
Más aún: Yunes está posicionado en el PAN como fue expresado con rigor cuando con ocho gobernadores más del PAN se opuso al FCM que Ricardo Anaya suscribiera con Barrales y Dante.
Y, de ñapa, habría de recordar la liga indestructible de Yunes con Miguel Ángel Osorio Chong, el secretario de Gobernación presidenciable.
Dante y Yunes están marcando la agenda pública a Barrales y Anaya.
Casi casi, reproduciendo el tiempo histórico de Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines.
Y de Ignacio Morales Lechuga y Fernando Gutiérrez Barrios.
Mucho polvo todavía habrá de correr.
Unos coyotes y unos lobos triturando a una gallinita y a un conejito.
PAN COMIDO…
De acuerdo con las versiones en el altiplano, a la hora de integrar el FCM se fueron a la numeralia electoral de cada partido y quedaron así:
El PAN (todavía con Margarita Zavala en la militancia) aportaría entre el 26 y el 28 por ciento de la votación nacional para la elección presidencial del año entrante.
El PRD significaría entre el 6 y el 8 por ciento.
Y el Movimiento Ciudadano, entre el 1.5 y el 2 por ciento.
Y aun cuando a primera vista, el MC de Dante aportaría un mínimo, la realidad es que operaría como una bisagra, pues sin el 2 por ciento de la votación, el PAN y el PRD perderían.
El resto de la votación faltante para ganar Los Pinos estaría sujeta a las expectativas levantadas en la población electoral.
Pero… resulta que en la práctica política, Dante tiene muchas más tablas que Ricardo Anaya (le apodan “El cerillo) y que Alejandra Barrales y son, serán, pan comido para el cordobés.
En contraparte, con el simple hecho de que Yunes Linares es el gobernador de Veracruz (la tercera gran reserva electoral del país) tiene amarrado, además de los votos duros del partido azul, a otro gran segmento y que al mismo tiempo le permitirá amarrar bien con Ricardo Anaya.
Y como Yunes arrastra una fuerza centrífuga y centrípeta, entonces, “El cerillo” es pan comido para él.
Y más ahora con el Margaritazo en que según las versiones en el altiplano Felipe Calderón y su esposa fuera del PAN se llevarán entre el 10 y el 12 por ciento de la votación total y que por razón natural tiene afinidad con la ex pareja presidencial, así se diga que la esposa ninguna posibilidad de triunfo tiene en las urnas como candidata independiente (La Jornada, Roberto Garduño).
DE VERACRUZ PARA MÉXICO
Dos políticos jarochos en la pelea estelar del altiplano. Uno y otro viejos adversarios y enemigos como quedara mostrado cuando Dante fue huésped en el penal de Pacho Viejo y muriera su padre y el secretario General de Gobierno de Patricio Chirinos (siempre dijo que por órdenes superiores) le garantizó asistir al sepelio, pero esposado de las manos y de los pies y con una escolta de policías judiciales por si intentaba escapar.
Falta definir la gran jugada política cuando el año entrante se defina si el FCM lanza al primogénito de Yunes Linares como candidato a gobernador con la bendición del PAN y el PRD y el visto bueno de Dante, cuyo MC significa en la tierra jarocha unos doscientos mil votos, suficientes para ganar con un margen holgado, decoroso y digno.
La vida es así de rara y extraña y de misteriosa y mágica.