Luis Velázquez
Carlos Manuel Nosti Piedra tiene 29 años. Pero parece de 20, 21. Tiene cara de niño y se traga los años, y más por el rostro afilado. Pero suele caminar encorvado. A los 19 años empezó como priista pegando propaganda. Ahora, soñaba con la candidatura a la presidencia municipal de Boca del Río, porque “nadie la quería”. Entonces, la delegada del CEN del PRI le dijo:
“Eres muy valiente”.
Para entonces ya había cabildeado con los grupos rojos del pueblo.
En corto, con bajo perfil, pian pianito, trabajo de hormiguita, el topo de Carlos Marx que explora la realidad desde en el fondo de la tierra y a veces saca la cabeza para medir la intensidad del viento, habló con Ramón Ferrari, el viejo cacique boqueño:
“Estoy contigo”, le dijo.
Habló con Raúl Zarrabal y le dijo:
“Estoy contigo”.
Habló con Sergio Pazos cuando todavía era priista y le dijo:
“Estoy contigo”.
Habló con Tomás Tejeda Cruz y le dijo:
“Te apoyo”.
Habló con Alfredo Ferrari Saavedra, a quien anduvo cazando porque ahora vive en la Ciudad de México que chambeando en una empresa de asesoría política y le dijo:
“Te apoyo, hermano”.
Habló con Renato Alarcón, el presidente del CDE y le dijo:
“¡Aguanta! Quizá vayamos en alianza con el PVEM. Pero sigue moviéndote”.
Habló con Lorena Martínez y luego de dos horas de espera en el edificio del CDE del PRI, tan ocupada que estaba, ajá, le dijo:
“Eres muy valiente. Y si no eres candidato, tu valentía será premiada”.
De pronto, zas, que el dueño de los “Tiburones Rojos”, de una franquicia de casinos y enriquecido en el tiempo de los “Pisos Fieles” del góber fogoso, Fidel Kuri Grajales, sería el candidato en Boca del Río.
Y Nosti se disciplinó.
Después, que Fidel Kuri iría por Veracruz y levantó el ánimo y siguió cabildeando.
Entonces, apareció el almirante Sergio Lara Montellano y habló con él:
“A ver, hijo, hablemos” le dijo.
Y luego de que le contara su historia (activista político con Raúl Zarrabal, Salvador Manzur y Anselmo Estandía, entre otros), el almirante lo honró con su palabra:
“Irás de candidato a la regiduría primera”.
Pacto, pues, de caballeros y de hombres.
“ME DIERON UNA PATADA”
De pronto, zas, “me dieron una patada y me tumbaron. Y lo peor, luego de alentarme”. Y lo bajaron del caballo a la mitad del río, de tal forma que entre los trascendidos está que fue enviado a la quinta regiduría porque su lugar lo ocuparía el sobrino de Víctor Flores Morales, el cacique sindical del gremio ferrocarrilero, más de veinte años en el trono imperial y faraónico.
De ñapa, está encabritado.
Entonces, el camino al Gólgota.
Buscó a Renato Alarcón y le negó una audiencia. Ni siquiera, vaya, le contestó el teléfono.
Buscó a Lorena Martínez y tampoco, ni el polvo le ha vuelto a ver.
Buscó a Sergio Lara Montellano, el candidato, y de plano lo borró de sus contactos.
En total, treinta llamadas telefónicas, treinta tocadas de puerta, y nadie le contestó.
“Me dieron una patada”.
El frío político. La congeladora. La indiferencia. La “tomadura de pelo”.
Nació en el corazón tamsero, en la colonia Tamsa y se siente más boqueño que un pescador. Y durante dos años trabajó la plaza, soñando con la alcaldía. Y ahora las elites rojas le hicieron gastar sus ahorros. Regalo de despensas. Regalo de juguetes para los niños. Regalo de roscas de reyes.
Y sin ningún efecto político.
El 25 de abril se registró en el OPLE como candidato a regidor. Ahora, está en el limbo. Y hoy, 5 de mayo, vence el plazo para determinar su estado político.
“Yo soy disciplinado. Institucional. Y seguiré trabajando por el PRI”.
–Dicen que eres soberbio.
–¡No, no, para nada!
–Dices que eres petulante.
–¡No, no, para nada!
“HÉCTOR YUNES NO ME APADRINA”
A los 18, 19 años empezó en política. Le tocó pegar propaganda en la campaña electoral de Raúl Zarrabal para diputado local. 2007.
En 2009 fue coordinador juvenil del PRI en la campaña de Salvado Manzur Díaz para diputado federal.
En 2010 coordinó la campaña juvenil del tricolor otra vez para Salvador Manzur candidato a presidente municipal.
Fue asignado en la oficina de la regidora Karina Cano, pero “yo quería crecer, más allá de la oficina burocrática”.
Y Manzur le abrió un espacio. Director de Servicios Municipales, a los 25 años, más o menos.
Andrea Yunes llegó a su vida en el año 2014. Y han caminado juntos, aun cuando, claro, llevaba vida política anterior.
Por eso, dice: “Yo no soy imposición del senador Héctor Yunes Landa para la regiduría primera. Si fuera, ningún vendaval partidista estuviera viviendo. Y estoy encabronado con todo lo que me han hecho”.
Abogado, con un diplomado en Políticas Públicas, con una maestría en Administración Fiscal, todo, cursado en la Universidad Veracruzana, UV, Carlos Manuel Nosti Piedra tiene en su celular una biblioteca impresionante de su tarea social desde cuando a los 18, 19 años fue picado por la víbora política.
Y está luchando. Y seguirá empujando la carreta.