Luis Velázquez
Veracruz.- 19 de abril de 2017.-La PGR ya declaró inocente a Karime Macías del caso Javier Duarte. Pero desde hace ratito, la población ya la condenó. Vox populis, vox Deix.
Por eso, la inocencia de la Procuraduría General de la República al declarar libre de pecado y culpa a Karime está sujeta a la filosofía jurídica y penitenciaria de la Fiscalía de Veracruz. Mejor dicho, al góber azul.
Y más, luego de tantas acciones evidentes y manifiestas en el transcurso del sexenio anterior.
Por ejemplo:
Fue público y notorio que la señora co-gobernaba con su esposo. Era la pareja en el poder público. El Néstor Kirchner y Cristina Fernández del Golfo de México en el territorio jarocho. El Daniel Ortega y la Rosario Murillo de Nicaragua en Veracruz. Marco Antonio y Cleopatra.
Ella, por ejemplo, impuso a un primo como subsecretario de Finanzas y Planeación y a “su hermano”, Antonio Tarek Abdala, como tesorero, poderoso tesorero en SEFIPLAN. Uno y otro, los grandes operadores. Y más, éste último, premiado con la diputación federal, luego de que fue su jefe administrativo en el DIF.
Parte de su familia en cargos públicos. Manejando el presupuesto oficial a gusto y modo. Y por añadidura, los negocios, digamos, lícitos e ilícitos, pues ni modo de excluir a los parientes del tramo tan cortito que significa un sexenio.
Ella, claro, y como publicara en su diario según el diario descubierto en la bodega de Córdoba, “merecía” abundancia. Y la tuvo.
El par de caballitos de carrera que le fueron obsequiados, sin duda, y de manera presumible, con cargo al erario. Y su maestro de equitación. Y sus días felices cabalgando en sus ranchos “El faunito” y “Las mesas” en el Valle de Bravo, rodeada de vegetación exuberante. El paraíso en la tierra.
Cada quince días, tomaba el avión oficial para viajar a la Ciudad de México a una boutique en Polanco sólo para darse manicure y pedicure y una retocadita en la cara. Aparte, claro, de compras.
En el periódico Reforma publicaron una exclusiva. En un año, entre otros, gastó ocho millones de pesos únicamente en vestuario y viajes.
Y ni modo haya sido, digamos, con cargo al sueldo de su esposo Javier Duarte.
SEÑORA PODEROSA
En el mismo diario dejó constancia de los negocios que la pareja manejaba.
Además, de las propiedades (edificios, departamentos, mansiones, lanchas italianas de nueve millones de pesos, etcétera) comprados en Veracruz, la Ciudad de México, el Estado de México, Estados Unido y España.
Los secretarios del gabinete legal y ampliado sabían de la fuerza sentimental y el poderío político de la señora en el ánimo del gobernador tuitero.
Y si a María Georgina Domínguez, la primera vocera, llamaban “la vicegobernadora” y el gabinete legal y ampliado se le cuadraba y hasta la miraron como secretaria General de Gobierno, con más razón a Karime.
Yo he unido mi destino a Javier, escribió ella.
Y en sus viajes por el mundo dejó constancia.
¡Ah!, pero también los negocios de su padre, Antonio “Tony” Macías, el famoso litigante del sur de Veracruz, amigo, entre otros, del secretario de Energía de Enrique Peña Nieto.
Por ejemplo, la fama pública registra que algunos secretarios del gabinete duartista se le cuadraban. Mejor dicho, estaban a sus órdenes. En y con sus proyectos agropecuarios.
¡Vaya!, en aquel tiempo en que los sobrinos de Tony Macías, los hermanos Sánchez Macías, florecieron en el periodismo y hasta un periódico llegó a poner, “El Heraldo” de Coatzacoalcos.
Y de ñapa, una diputación local, con todo y que ahora, uno de ellos, despotrica en contra de Duarte.
La vida, claro, es así. Haz mil favores a una persona y si le niegas el favor número mil uno, entonces, te vuelves un desgraciado.
EXCESOS Y ABUSOS DEL PODER
Evidente y manifiesto, la señora y su familia se beneficiaron del poder público.
Nunca, por ejemplo, hubo la discreción y el bajo, bajísimo perfil de la señora Teresita Peñafiel de Hernández Ochoa ni de Esperanza Azcón de Acosta Lagunes ni de Teresa Morales de Dante Delgado, todas, como decía Benito Juárez, viviendo “con (y en) la medianía”.
Karime, en los eventos claves del duartazgo. El poder, siempre trascendió, en las sombras, pero también, en el primer plano.
Vidas plenas desde que ambos estudiaban en la universidad, en la Ciudad de México y Fernando Chárleston junior, ex diputado federal y ex secretario de Finanzas y Planeación, fue el Cupido, y quien luego, oh señal indicativa y significativa, estando en SEFIPLAN renunció y el vocero Alberto Silva Ramos lo enfermó, ¡vaya temeridad y desparpajo, de epilepsia!
La PGR la declaró inocente. Falta, sin embargo, la voz de la Fiscalía. La última palabra del gobernador.
Y si un periodicazo en Reforma tumbó al panista Ricardo García Guzmán de la candidatura a presidente municipal de Pánuco y las redes sociales tumbaron al juez Porky, ya se llevará si en el caso hay justicia divina.
Hubo excesos y abusos del poder que si la ley es pareja han de integrarse al paquete Javier Duarte.