Luis Velázquez
Veracruz.- Cinco líderes sindicales han tocado “los tambores de guerra”. Lo hicieron a través de un desplegado de una plana en la prensa escrita. Están hartos de infundios “carentes de veracidad”. Están molestos con “las ocurrencias, las mentiras, las difamaciones y las denuncias sin sustento”.
Los cinco representan al sindicalismo más combativo de Veracruz. Sus siglas lo dicen todo. FESAPAUV, SETSE, SUTSEM, SITEV y STSPEV. Sus nombres documentan la historia. Enrique Levet, Acela Servín, Ricardo Diz, Alberto Yépez y Faustino García.
El quinteto, consejeros del Instituto de Pensiones del Estado, IPE, donde ahora enfrentan y confrontan, sin rodeos, al director. Hilario Barcelata, investigador y académico en la Universidad Veracruzana, tiempo aquel, por ejemplo, cuando soñara con las cuentas individualizadas de los pensionados en Veracruz, tipo el ISSSTE de Felipe Calderón, tipo el Chile del general golpista, Augusto Pinochet, aquel que ordenaba tirar vivos a sus enemigos desde un avión a un mar infestado de tiburones.
Desde el primero de diciembre del año anterior, el fuego amigo y enemigo ha sido disparado en contra de ellos.
Y al momento llevaban ocho meses y medio callados, tolerantes, prudentes, mesurados, reflexivos.
Pero…por fin decidieron romper el silencio, pues aun cuando lo omiten ninguna duda hay que atrás del rafagueo mediático, por ejemplo, “una mano está meciendo la cuna”.
Y esa mano, veinte y las malas, de manera presumible está Hilario Barcelata, quien, además, alienta la vida de los llamados Copipes, ligados al partido político de MORENA de AMLO, el tabasqueño más odiado por el gobierno azul de Veracruz.
En su desplegado, el quinteto de combativos, aguerridos y peleadores callejeros de líderes sindicales arremeten con todo, como si “ningún títere con cabeza” dejaran.
Al pan pan y al vino vino.
EL ÍNDICE EN LA LLAGA PURULENTA…
No, dicen, a las cuentas individuales (Afores) “como lo hemos sostenido desde hace quince años”.
No, dicen, a la idea de que “enajenando los bienes inmuebles propiedad del IPE” se fortalecería la reserva técnica, pues se trata de “una tomadura de pelo”.
No, dicen, “a la temeraria propuesta de la autonomía del IPE, porque contraviene la obligación solidaria que tiene el Gobierno del Estado con sus jubilados y pensionados”.
No, dicen, a que ellos, los consejeros, son responsables del “estado financiero que guarda el IPE”, porque siempre han cuidado “el patrimonio institucional”.
No, dicen, a inculparlos del desfalco porque ellos no cuentan “con la facultad de administrar y ejercer los recursos económicos provenientes de las cuotas y aportaciones”.
No, dicen, a que ellos han guardado silencio con “el adeudo de SEFIPLAN al IPE y que “es producto de la retención de los recursos del propio Instituto que hizo dicha secretaría”, pues en tiempo y forma lo denunciaron y documentaron. Incluso, desde el año 2010.
No, dicen, a que el Congreso se haga tonto con “la situación que guarda el IPE”.
Así, y entre otras cositas, el quinteto de líderes sindicales “ha puesto el índice en la llaga purulenta”, y más cuando tanto el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior (Antonio Lorenzo Portilla) y la Comisión de Vigilancia del Congreso y la Contraloría y las secretarías General de Gobierno y Finanzas y Planeación, han callado de manera tradicional ante las irregularidades.
Y más, cuando como en el caso, ellos nunca, jamás, jamás, jamás, han “manejado los recursos económicos del IPE”.
Y más por lo siguiente:
Según el artículo 77 de la Ley número 287 del IPE, el Consejo Directivo está integrado por trece personas, “de las cuales siete son representantes del gobierno del estado y seis de los trabajadores”.
Y por tanto, los funcionarios públicos son mayoría y en una simple votación los dirigentes sindicales salen perdiendo.
LEVET GOROZPE Y YUNES LINARES
En el sexenio de Felipe Calderón, el director general del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes Linares, cumplió con las llamadas cuentas individuales de los pensionados, copiado “al pie de la letra” del modelo chileno del general Augusto Pinochet y que ahora tiene a los pensionados del cono sur en la protesta colectiva permanente, pues todos quedaron empobrecidos y la pensión mensual resulta insuficiente (y con mucho) para vivir.
Incluso, la presidenta Michelle Bachelet anunció la semana anterior que el modelo pinochetista fue rebasado por completo y será revisado.
En aquel entonces, Yunes Linares se topó con la resistencia sindical, entre ellos, de Enrique Levet Gorozpe, quien representaba a la CONTU, el organismo sindical que aglutina a los trabajadores académicos de más de setenta universidades públicas de la nación.
El Felipismo, claro, ganó, porque era la orden.
Y ahora, cuando Yunes ejerce el poder y gobierna Veracruz, se ha reencontrado con Levet Gorozpe como el líder sindical del FESAPAUV desde hace más de veinte años, igual de combativo, bragado, peleador callejero y fajador de cantina de cuando, por ejemplo, era líder estudiantil.
Y por eso mismo, en el desplegado publicado en La Jornada (martes 15 de agosto, 2017) los cinco líderes dejan constancia de su rechazo firme y categórico que pretende “cambiar el Régimen de Seguridad Social vigente en el IPE por el de cuentas individuales”, al más puro estilo pinochetista y felipista.
Alguna vez, Levet padeció tentaciones políticas de cargos públicos.
Pero por fortuna para el sindicalismo en Veracruz, ha dejado de oír el canto de las sirenas y ahora consume su vida al digno servicio de los trabajadores y el gobernador enfrentará una resistencia sólida si Hilario Barcelata sigue con su locura de los Afores para los pensionados.
El desplegado del quinteto de líderes significa un vaso comunicante para la buena vibra con la yunicidad, o por el contrario, el camino directo al infierno.