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Expediente 2017: Senadores del PRI

El Piñero

Luis Velázquez

Veracruz.- En el PRI, según parece, los astros ya se acomodaron. Y salvo un cataclismo, Anilú Ingram Vallines, delegada federal de la secretaría de Desarrollo Social, y Juan Carlos Molina Palacios, líder de la CN, serán los candidatos al Senado de la República.

Atrás, habrían dejado a otros aspirantes y suspirantes, entre ellos, Érika Ayala (CNOP), Carolina Gudiño (exalcaldesa y ex diputada local y federal) y Elizabeth Morales (delegada federal del ISSSTE).

Y en el lado de los hombres, a Juan Manuel Diez, presidente municipal de Orizaba, azuzado por los diputados federal, Érick Lagos y Jorge Carvallo Delfín, digamos, como una estrategia truculenta para presionar en la mesa de la negociación.

También habría quedado en la recta final el ex alcalde de Xalapa y ex diputado federal, Ricardo Ahued Bardahuil, quien soñaba con la nominación al Senado, al mismo tiempo que jugaba con MORENA, y en donde según se afirma le ofrecieron la diputación local pluri, además de coordinar la bancada del partido de “El peje” en el Congreso local.

Anilú y Molina enfrentarán vientos adversos.

Primero, porque el tricolor ha sufrido tres derrotas consecutivas en menos de un año, como son la gubernatura, la mayoría en la LXIV Legislatura y las presidencias municipales.

Además, Javier Duarte, Karime Macías, ocho familiares, más un montón de duartistas enriquecidos en el sexenio anterior, descarrilaron por completo al partido rojo, y que todavía sigue en la lona de la expectativa electoral.

Ya se verá, entonces, si la Ingram y Molina son capaces de resucitar al PRI, pero todo indica que en el CEN y en Los Pinos alientan la posibilidad.

De ser así, y ganar, Anilú se convertiría en la primera jarocha Senadora de la República vía la elección en las urnas, pues otras, como Silvia Domínguez, Érika Ayala y Noemí Guzmán, lo han sido, pero de rebote.

En tanto, Molina Palacios enfrentaría por vez primera en las urnas al monstruo de mil tentáculos como es la población electoral y que formado cada ciudadano en la fila dominical suele cambiar de decisión.

 

LOS OTROS CANDIDATOS

 

En el lado de MORENA, los inminentes candidatos al Senado son, todo indica, Rocío Nahle, la diputada federal de más absoluta confianza de Andrés Manuel López Obrador, y la bióloga Roselia Barajas, quien ya fue legisladora federal, y también es muy cercana a “El peje”.

En la cancha panista han comenzado a destapar al secretario de Infraestructura y Obra Pública, Julen Rementería, el ex amigo del ex diputado federal, Rafael “El loco” Acosta Croda, con quien fue socio en una compañía de construcción que hacía chamba para el Ayuntamiento jarocho y la secretaría de Comunicaciones y Transportes, a través de los centros nacionales de la SCT.

La otra candidata panista sería, quizá, la secretaria de Desarrollo Social, Indira Rosales San Román, aun cuando tratándose de una alianza del PAN y el PRD en una de esas sería Jazmín Copete, diputada local.

Claro, falta conocer el dictamen final tanto del CEN del PAN y del PRD como de Miguel Ángel Yunes Linares.

Y más porque el secretario General de Gobierno, Rogelio Franco Castán, sueña con el Senado para dar el siguiente paso estelar en su vida pública.

Hoy tres hombres se desempeñan como senadores. Los tres de apellido Yunes. Pepe Yunes, Fernando Yunes y Héctor Yunes.

Y si, como todo indica, Pepe Yunes Zorrilla será el candidato priista a gobernador, entonces la suplente, Ainara Rementería Coello, terminaría el periodo constitucional, pero también, de rebote, además, claro, de que Fernando Yunes Márquez es alcalde electo de Veracruz y su suplente es la diputada local, hermana de Joaquín “El chapo” Guzmán, secretario de Desarrollo Agropecuario, y quien también ha levantado la mano para la nominación al Senado.

 

ANTESALA DE LA GUBERNATURA

 

Por lo regular, el Senado es la antesala de la gubernatura.

Lo fue, por ejemplo, con Fidel Herrera Beltrán, en el pase automático.

También, con Miguel Alemán Velasco, aun cuando ya tenía un ratito fuera de la curul.

Fue el mismo caso de Rafael Murillo Vidal y Fernando López Arias, en el siglo pasado.

Por eso, entre otras cositas, la rebatinga senatorial despierta más pasiones revolcadas que, por ejemplo, las diputaciones federales.

Pero, bueno, tampoco es la regla universal, porque Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte eran legisladores federales (igual que Rafael Hernández Ochoa) y de ahí pasaron al trono imperial y faraónico para ocupar la silla embrujada del palacio de Xalapa.

Anilú Ingram, la Barbie de Javier Duarte, trascendió al sexenio anterior, y mientras los duartistas viven azorrillados y arrodillados, ella sigue encumbrada para cumplir a plenitud la llamada “cuota de género”.

En tanto, Molina Palacios sería el segundo candidato campesino al Senado; sólo en una ocasión la Liga de Comunidades Agrarias tuvo una posición de tal envergadura con Mario Hernández Posadas, alias “El tigre”, en el siglo pasado, aun cuando en el lado de la oposición también lo fue el cañero del PRD, Arturo Hérviz, de retorno en la política ahora como presidente municipal de Ángel R. Cabada, de donde ya fue alcalde, y se construyó una casita de campo enfrente de un lago artificial.

Habrá, entonces, seis candidatos al Senado para ocupar únicamente dos sillas, y si es cierto, como decía León Felipe, que “se hace camino al andar”, en el año 2024 algunos disputarían la candidatura a gobernador.

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