Luis Velázquez
Veracruz.- Fidel Kuri Grajales, diputado federal con licencia, es el candidato del PRI a la presidencia municipal de Veracruz.
Originario de Orizaba, de donde es legislador por segunda ocasión, avecindado en Alvarado en una mansión comprada al expriista Alfonso del Rayo, testigo protegido en Estados Unidos ante el caso de Pancho Colorado, “El señor de los narcocaballos”, quiso la alcaldía por Boca del Río y luego, de pronto, zas, la iluminación esotérica se atravesó y terminó por el puerto jarocho.
Es un priista rico. Súper millonario. Su fortuna se amplió en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán con la construcción de los llamados “Pisos fieles” en la región de Zongolica, los doce municipios más jodidos de Veracruz, nueve de los cuales figuran entre los más jodidos del país según el CONEVAL.
En su primera travesía como legislador federal se volvió amigo de francachelas del cacique y dueño del sindicato ferrocarrilero, Víctor Flores Morales, y luego, socio, cuando lograron la franquicia de unos casinos de Estados Unidos para establecerse en México.
Según las versiones en el pasillo político, Víctor Flores cabildeó ante Javier Duarte para que le vendiera el club deportivo de los Tiburones Rojos a Fidel Kuri, con todo y que en el fondo se trataba de la misma sociedad.
Ególatra, enamorado de sí mismo, soberbio y petulante, cree a ciegas en la fuerza del billete para seducir a la mitad del mundo y a la otra mitad, reproduciendo los lemas de quien fue jefe del grupo Atlacomulco, Carlos Hank González: “político pobre es un pobre político” y “lo que en política se compra con dinero… sabe barato”.
Pocos, excepcionales quizá, conocen el monto de su fortuna. Pero bastaría referir los siguientes datos:
El costo de la franquicia de los Tiburones Rojos de Veracruz se calcula, aproximadamente, en unos 39 millones de dólares.
Entre las cartas más caras están:
Egidio Arévalo: un millón de euros.
Pedro Gallese: 700 mil euros.
Ángel Reyna: 100 mil euros.
Leobardo López: 100 mil euros.
Y a partir de ahí que el lector eche cuentitas… si así le gustara.
Además, claro, de los casinos.
Y de alguna compañía constructora por ahí, digamos.
Un magnate dueño de un poderío económico fuera de serie como candidato del PRI para gobernar una población, como la jarocha, que según el CONEVAL se ubica en el primer lugar estatal de la pobreza y la miseria, con el mayor número de población que sólo hace dos comidas al día ante la precariedad del ingreso, además de estar atrapada y sin salida en la peor inseguridad de su vida.
El simple negociazo de los Tiburones Rojos lo muestra como un privilegiado de la política y de la distribución del ingreso en un Veracruz donde la desigualdad social y económica resulta estrujante.
Y ni modo pensar, creer, visualizar, tener fe o esperanza de que con Fidel Kuri se saldría de la jodidez, pues está claro que su vida gira alrededor del negocio.
NEGOCIOS A LA SOMBRA POLÍTICA
La historia de los Tiburones Rojos se parece a la historia de los ingenios azucareros del país, donde un presidente de la república los vendía y el siguiente los volvía a comprar y el otro los volvía a vender y así, de manera sucesiva.
Es decir, un súper negociazo a la sombra del poder público según los vendavales.
De acuerdo con el reportero y escritor, Diego Hernández Tejeda, en 1989, por ejemplo, fue formalizada la compra de la franquicia de Potros Neza, filial del Atlante, propiedad de Antonio García y Alejandro Burillo Azcárraga, y que se vuelven los Tiburones Rojos… con todo y que habían iniciado con Fernando Gutiérrez Barrios de gobernador y se aplicara con Dante Delgado de interino durante cuatro años.
En el sexenio de Patricio Chirinos Calero venden al equipo a TV Azteca.
Después, TV Azteca lo vende en 1997 a un grupo de empresarios encabezados por el promotor de futbolistas, Guillermo Lara, Eduardo Kurián y David Reinoso.
Y el equipo desciende en la temporada 97-98.
Miguel Alemán Velasco, gobernador de 1998 a 2004, lo retoma en 1999 con el Grupo Femsa.
En 2002 el equipo asciende después de una promoción que le gana al León.
Ese mismo año, el Alemanismo compra la franquicia de Freseros del Irapuato, también de primera, pero al final, se quedan con lo “mejorcito” y el Irapuato lo venden al Gobierno de Chiapas y se convierte en Jaguares.
En aquel tiempo, todavía el Alemanismo, Rafael Herrerías fue presentado como nuevo propietario, un anuncio, por cierto, que nunca creyeron los medios.
Años después trascendió que Rafael Herrerías Olea dejaba el Fideicomiso de los Tiburones Rojos de Veracruz y pasaba a manos del Gobierno del Estado que ya encabezaba Fidel Herrera Beltrán.
En el acuerdo entre Herrerías-Herrera, el promotor taurino se queda con las cartas de los siete jugadores más importantes, como Leandro Romagnoli, Pablo Quattrochi, Christian “Chaco” Giménez, Walter “Lorito” Jiménez, Ángel “Matute” Morales, el brasileño Kleber Boas y el portero veracruzano, Jorge Bernal.
El 25 de abril del 2008, los Tiburones Rojos descendieron por cuarta ocasión.
Y en junio del 2008, otra vez la franquicia fue vendida al promotor Guillermo Lara.
El dos de marzo del 2010, otra vez en propiedad oficial, el gobierno de Veracruz vendió la franquicia ahora a Mohamed Morales.
3 de junio del 2011: la Federación Mexicana de Futbol (FMF) desafilia a los Tiburones Rojos por adeudos del propietario de la franquicia Mohamed Morales (el noviecito de Belinda) al cuerpo técnico, jugadores, e incluso a la misma Federación.
El 27 de abril del 2011, la FMF desaparece a Albinegros, que manejaba Fidel Kuri Grajales, y que más tarde convirtió en Tiburones Rojos de Veracruz.
En 2012 venden a Tiburones Rojos a Ernesto Tinajero de Megacable. Y cuando llega el equipo de Fidel Kuri Grajales, esta franquicia se traslada a San Luis Potosí.
En junio 201, Fidel Kuri compra la franquicia de Reboceros de La Piedad de Primera A al empresario Juan Pablo Álvarez y un año y medio después logran el ascenso.
En 2013, Fidel Kuri Grajales logra el ascenso con Reboceros de La Piedad y llega a un acuerdo con Javier Duarte y lo convierte en Tiburones Rojos, que es el equipo que está en este momento.
Como se advierte, los Tiburones Rojos han significado un negocio sexenal, donde a la población, claro, se le da diversión, pero las elites políticas y los magnates económicos se benefician.
Y, de ñapa, y como en el caso de Kuri Grajales, con cargos públicos.
¡AY LOS TIEMPOS DE GLORIA!
Los Tiburones Rojos han sido manejados con sentido político.
Y por eso mismo, quizá, jamás ha vuelto el tiempo de gloria y esplendor permanente cuando, digamos, Luis “Pirata” de la Fuente, el futbolista imborrable que jugó, además, en el Racing de Santander, Atlético Corrales de Paraguay y Vélez Sarsfield de Argentina, de igual manera como en su momento el beisbolista glorioso, Beto Ávila, quien del “Águila” de Veracruz pasó a los Orioles de Baltimore y a las Medias Rojas de Boston.
Además, claro, en 1954 campeón de bateo, primer latino que lo alcanzó en las Grandes Ligas de Estados Unidos
Y campeón de bateo jugando con los Pericos de Puebla en 1947.
Fidel Kuri es el dueño de la franquicia. Y aun cuando, digamos, los Tiburones Rojos la van sorteando, jamás el “Pirata” de la Fuente ha reencarnado.
En contraparte, Kuri Grajales se ha enriquecido…pues, y entre otras cositas, para tal sirve la política.
