Luis Velázquez
Veracruz.- Andrés Manuel López Obrador, AMLO, originó un tsunami político y social en Xalapa. La lista de priistas, panistas y perredistas que fueron y son, afiliados a MORENA, es impetuosa. Y si un día antes se mantenía como puntero en la encuesta presidencial, ahora, mucho más. Incluso, con el riesgo de que como ha anunciado se quede con la mayoría de presidencias municipales este año y la gubernatura el entrante en Veracruz.
Un montón de militantes de otros partidos, algunos que escalaron cargos públicos claves, se han unido al partido propiedad del tabasqueño. Figuras claves, unos. Operadores y promotores, otros.
Y aun cuando Giovanni Sartorius dice que la democracia es incipiente y frágil por culpa de los tránsfugas del poder, aquellos trapecistas y canguros del poder que brincan de un partido a otro, la realidad es que la democracia partidista a nadie importa, pues bastaría recordar que AMLO primero fue priista, luego perredista y ahora creó su partido.
Tampoco en la burda rebatinga del poder, importa la democracia electoral, y menos, mucho menos, la democracia social que se traduce en una mejor calidad de vida para todos.
La disputa por el poder político se multiplicará, incluso, habrá de girar en Veracruz alrededor de dos partidos. MORENA y el PAN. El PRI está descarrilado. Y lo que resta del PRD, hecho añicos.
Juego sucio, como dice el compositor brasileño, Chico Buarque, admirador de Dilma Rousseff y Lula.
Ningún político de Veracruz esperaba el campanazo de “El peje”. Domingo fatídico para las elites tradicionales con la deserción. Mejor dicho, estampida. Ya se verá, como reza el lenguaje priista, si la estampida de búfalos a su paso todo destroza y nada significa.
Entre ellos, la priista Yolanda Gutiérrez Carlín. El panista Domingo Bahena. Los perredistas Armando Aguirre Hervis y Juan Vergel.
La ambientalista, investigadora y escritora, Luisa Paré. La académica Esther Hernández Palacios. La ex dantista, María Teresa Torres Chaires. La solecita Monserrat Díaz. El constructor Ricardo Exsome.
Un montón, pues, que habrían echado a perder el domingo a las tribus del PRI, el PAN y el PRD.
“LA DEMOCRACIA ESTÁ MURIENDO”
Y más por lo siguiente:
Cada desertor de su partido político se afilió a MORENA.
Pero de igual manera, afiliará a los familiares, los compadres, los amigos y los vecinos.
Y además, a los familiares de los familiares por extensión
Y ni se diga, a los militantes de su partido anterior simpatizantes de ellos mismos.
Más a las elites partidistas con las que tienen relaciones amicales.
Más el cabildeo y proselitismo que cada uno estará haciendo desde antier domingo en que trascendió su nueva afiliación.
Da miedo, ha dicho Dilma Rousseff, que con tanto revoltijo (y traiciones y deslealtades por añadidura) “la democracia esté muriendo”.
Cierto.
Pero al mismo tiempo ha de recordarse la enseñanza de la historia:
El emperador Julio César es asesinado en Roma.
Entonces, varios políticos levantan la mano para la sucesión, entre ellos, Antonio, Octavio y Lépido.
Los tres han pasado la vida acusándose de ladrones, bandidos, salteadores de las arcas públicas, usurpadores, canallas, traidores y corruptos.
Enfrente, está Marco Tulio Cicerón, quien luego de ser depuesto, muchos años después sigue escribiendo libros de política, filosofía y literatura, y se ha vuelto más respetado que nunca.
El trío está hambriento de poder y sabe, está consciente, que si se enfrentan se nulificarán.
Entonces, negocian y pactan con un solo objetivo: el reparto del botín, de tal manera que cada uno, con su gente, se quede con unas tajadas del pastel.
Y de paso, deciden un acuerdo siniestro, como es asesinar a Cicerón, porque nunca, jamás, los políticos soportan a los críticos.
Y lo matan.
Tal cual, en un lado de la cancha, AMLO con Cuitláhuac García y Rocío Nahle. Y por el otro, la Yunicidad. Y por el otro, lo que pudiera, digamos, quizá, quedar del PRI.
AUSENCIA DE MALDAD
Hay en la nueva afiliación de MORENA políticos respetados y respetables. Juan Vergel, por ejemplo. María Esther Hernández Palacios. Luisa Paré. Monserrat Díaz.
Pero, caray, tan desesperado anda “El peje”, quizá Cuitláhuac y Nahle de rendir buenas cuentas, que abrieron la puerta a Rafael “El loco” Acosta Croda.
Un dato: fue socio de Julen Rementería del Puerto, secretario de Infraestructura y Obra Pública de la Yunicidad, ex coordinador de los Centros SCT en el Felipismo y presidente municipal jarocho y diputado local.
Desde la alcaldía formó una alianza empresarial con Acosta, y en el camino, según las versiones amicales, Julen le pidió le guardara cien millones de pesos que le habían quedado de ganancia.
Meses más tarde, se los pidió y le jugó mal y nunca se los entregó, hasta que pelearon y se ignora si luego lo demandó para recuperar el dinerito.
Años después, y luego de que el PAN lo hiciera diputado federal y candidato a otro puesto de elección popular en que fue derrotado, ahora reaparece al lado de AMLO, toda honestidad se proclama, y MORENA, un partido impoluto.
Pero, bueno, con todo, así son los tránsfugas del poder y también los mesías como López Obrador, a menos, claro, que Cuitláhuac o la Nahle lo estén engañando, pues resultaría inverosímil pecaran de inocencia y de almas cándidas.