Luis Velázquez
El gobernador tuvo su (primer) Waterloo. Fueron los profes de las secciones 32 y 56 del SNTE. Más de tres, cuatro horas de espera los irritaron. Igual que Javier Duarte que hacía siempre esperar a todos. Y le valía. El Yunes azul “se curó en salud” y dijo que sólo había recibido cariños. Aquí, decía Duarte, “no pasa nada”.
Las voces le gritaron desde el anonimato. Inverosímil, de entrada, culpar a equis o zeta. En los cuatro meses y medio, una mujer, lideresa popular en Xalapa, Topacio, bloqueó una avenida en Xalapa y el góber mostró el puño. La encarceló en el penal de Pacho Viejo.
Unos indígenas de Soledad Atzompa, con alcalde perredista, oh Rogelio Franco Castán, reclamaron obra pública pendiente. La respuesta fueron los policías reproduciendo, digamos, la madriza policiaca a los viejos pensionados.
Viejas heridas, cobro de venganzas, el góber encarceló al líder de los 400 Pueblos, César del Ángel, aquel de las protestas con encuerados, mejor dicho, semidesnudos, mujeres aleteando sus senos en el aire.
Ahora, Yunes en su día “D”.
Y si él ha tomado la temperatura social a la población, los profes de igual manera ya mostraron el puño, hartos todos, y/o la mayoría.
Citados a las 7 y media de la mañana para el evento del día del maestro, las puertas del recinto oficial fueron abiertas hasta las nueve de la mañana.
Así, con el sol encima y el hambre parpadeando en el estómago, el góber llegó después de las once horas.
Y los profe, mentando madres a diestra y siniestra en contra de sus líderes y quienes, como todo político miedoso, se blindaron con sus guardaespaldas.
¡Vaya agravio a la dignidad humana!
Primero, igual que en el duartazgo, las horas de espera, como si las elites en el poder fueran dueñas de la vida ajena y del destino común.
Después, y dado el saqueo en la SEFIPLAN heredado por Duarte, ajá, sin ofrecer a los profes un desayuno.
Enfurecieron.
Y cuando el góber llegara les expresó un agravio peor.
“Les doy mi más alto apoyo y reconocimiento”.
¡Vaya, como si los maestros vivieran de la palabra oficial y de la promesa incumplida! Y más, como cuando ofreciera lo siguiente: “¡Déjenme hablarles del futuro”.
El pitorreo, pues, como si el góber fuera el Quetzalcóatl o el Huitzilopochtli a quien ha de rendirse pleitesía, como si cada profe, cada ciudadano de Veracruz, fuera un súbdito.
Está claro que el respeto a la llamada investidura de que hacía gala Adolfo Ruiz Cortines se ha perdido.
Claro, tampoco hay respeto por el presidente de la república, el ejército y la Virgencita de Guadalupe que fueron la santa trilogía del siglo pasado intocada e intocable.
Los profes se indignaron porque su dignidad fue atropellada.
YUNES PODRÍA DESQUITARSE…
Según el politólogo Ramón Benítez, los profes asestaron un mazazo al góber en donde más le duele. En su ego. En su culto al yo. En su autoritarismo. En su megalomanía. Sólo falta que aparezca por ahí ejercitándose sin camiseta, sin playera, mostrando el puño y el músculo igual, digamos, que Vladimir Putin en Rusia.
Los profe tuvieron toda la razón del mundo para enervarse. Tres horas y media, cuatro quizá, para el llamado tradicional día del maestro significa una ofensa a los derechos humanos.
Y aun cuando pudiera, digamos, achacarse a la mala organización y/o a la falta de regalos como en los años del duartazgo, caray, por encima de todo la falta de respeto a la dignidad de los otros.
Y más, porque el góber azul ni tampoco un político en el país tiene facultades para atropellar las garantías constitucionales.
Peor aún: hacer esperar tanto tiempo a la audiencia es parte de la cultura priista.
Yunes, entonces, arrastrando su pasado cuando fuera tricolor más de 26 años… si se considera que todos llevamos un PRI chiquito en las neuronas y en el corazón.
Pero si ahora se proclama la generación del cambio, puro rollo y faramalla.
Sólo falta que en los próximos días ocurriera una represión en contra, digamos, de los maestros de las secciones 32 y 56 del SNTE encargados del evento.
Y más si se recuerda que en su primer abucheo (en el Teatro del Estado en Xalapa), Javier Duarte despidió a su secretario particular, Harry Grappa Guzmán, y a punto estuvo su secretario de Educación, Adolfo Mota, quien fue salvado por Emilio Gamboa Patrón con un simple telefonazo.
EN JUEGO EL VOTO MAGISTERIAL
El abucheo se le fue al ideólogo yunista, secretario de Educación. Se ignora si también al Oficial Mayor de la SEV. Y/o, digamos, al secretario particular del gobernador.
Quizá, digamos, “la metida de pata” estuvo en los líderes sindicales de las secciones 32 y 56.
Mal hecho porque en el tiempo electoral que se vive… en ningún momento “el horno está para tamales”.
Y más, con un Morena que como partido político está repuntando, aun cuando muchos aseguran que le será insuficiente para ganar alcaldías en las urnas.
Con todo, la caja de Pandora ha sido abierta. Los profes ya mostraron el camino. Veremos, entonces, la tendencia de su voto el próximo 4 de junio.
Por lo pronto, ha de recordarse la señal del altiplano. La profe Elba Esther Gordillo, exjefa y examiga del góber azul, está metiendo la mano en el estado de México para inclinar el voto magisterial por Delfina Gómez, la candidata de “El peje” a gobernadora.