Luis Velázquez
Veracruz.- En la cancha priista y panista, anexos y conexos, estarán demasiado nerviosos. La tensión desesperada se calibra por la sucia guerra electoral en contra de AMLO.
Al momento, lo han querido desdibujar con todo y con todo.
Un meme cacareando que AMLO es un borracho.
Otro, enfermándolo de gravedad y en donde una niña pide a su padre anciano que deje de manejar, porque ningún viejito puede gobernar un país, cuando, caray, “El peje” tiene 64 años de edad y a los 80 años Pablo Picasso fue padre de un niño creado con una chica de 20 años.
En su momento lo perfilaron como un discípulo de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Hasta el cansancio le han dicho que en los últimos 18 años en que ha andado de candidato presidencial nunca, jamás, ha trabajado y es un vivi, y que traducido al español significa “viejo vividor”.
Lo han denostado con sus 3 hijos en la nómina de MORENA, además de una parte de sus 8 hermanos.
Lo satanizaron con el presunto caso de corrupción de su cuñada, esposa de un hermano, empleada en la secretaría de Educación de Veracruz.
El gobernador Yunes lo ha desafiado a un debate advirtiéndole que es la horma de su zapato.
También ha sido exhibido porque intenta resucitar al líder minero, Napoleón Gómez Urrutia, acusado desde Vicente Fox de corrupción sindical.
Y no obstante, AMLO se mantiene como el puntero en la tendencia histórica de las encuestas.
Tan es así que el candidato del PAN a gobernador, Miguel Ángel Yunes Márquez, recuerda que convivió y sobrevivió a Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, y también lo hará con AMLO en Los Pinos.
“ME HINCO DONDE SE HINQUE EL PUEBLO”
El fuego enemigo ha sido sistemático y duro.
Tan es así que desde Guadalajara, Jalisco, reviró al penúltimo infundio de que estaba muy enfermo.
Falso, dijo.
Y de paso aprovechó el viaje para revirar a la penúltima campaña negra en su contra de que está en contra de la Virgen de Guadalupe, cuando según el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, director fundador del albergue “Los hermanos en el camino”, con sede en Ixtepec, y filial en Acayucan, AMLO suele traer en su cartera estampidas de la morena del Tepeyac y de la Virgen maría.
“Es una campaña vil y sucia”, dijo. Y advirtió:
“Igual que Ignacio Ramírez, “El nigromante”, el amigo y crítico más intenso de Benito Juárez, me hinco donde se hinque el pueblo”.
Incluso, y cuando rechazó estar “en mal estado de salud”, le puso nombre, sin rodeos, a su falsario.
Fue, dijo, Pablo Hiriart, jefe de prensa de Carlos Salinas.
Solo le faltó decir que Pablo Hiriart es de origen chileno y nacionalizado mexicano y, bueno, así quiso nombrar a las cosas de frente y sin preámbulos.
VERACRUZ, EL MÁS VIRULENTO
En términos generales, se ignora el origen de la guerra sucia en su contra.
Ninguna duda hay de que provendría del lado priista, pero también panista y perredista.
Incluso, y de acuerdo con un reportaje publicado en el semanario Proceso (número 2168, del 20 de mayo), Veracruz sale mal librado porque es aquí, en la tierra jarocha, donde la virulencia es más intensa y expresa.
Veracruz, publica Proceso, es la entidad federativa donde “las agresiones se extienden, más allá de las concentraciones de campaña”.
Incluso, y con el mismo estilo de cuando un montón de gays se lanzaron en Xalapa y Veracruz en contra de Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial.
Por ejemplo, en Orizaba, donde AMLO estuviera, “un grupo de mujeres se distribuyó en la plaza principal, portando cartulinas de ‘agradecimiento’ porque ‘la amnistía’ dejaría en libertad a un violador o a un asesino”.
En aquel entonces, los gays, por ejemplo, portaban cartulinas con la leyenda de que “Cuau, te amo” y “Cuau, estamos contigo”.
Peor tantito:
También reseñan en Proceso que el gobernador Yunes ha enviado a provocadores a los mítines de AMLO, además de a la diputada local, Eva Cadenas, declarada legisladora independiente, ex de MORENA, y que le llevara el libro “La traición” a “El peje”, donde cuenta su historia sobre el pleito con Rocío Nahle, Cuitláhuac García y Amado Cruz Malpica, el trío de amigos del tabasqueño.
EL RAYITO DE ESPERANZA
Las encuestas dicen que AMLO lleva una encuesta con más de diez, quince puntos lejos del candidato panista y más de veinte puntos del candidato priista.
Por eso el complot siniestro y sórdido en su contra.
Dos veces, el operativo negro ya les funcionó a la llamada “mafia del poder”. Fue ante Felipe Calderón como candidato presidencial en el año 2006 y Enrique Peña Nieto en el año 2012.
Ahora, ya se verá el primero de julio en la noche cuando trascienda el resultado electoral en las urnas.
Pero con tanta saña, priistas y panistas y anexos y conexos están victimizando a “El peje”.
Y más, porque luego de tanto bombardeo era para que estuviera descarrilado, noqueado en la lona, con las pilas bajas, encerrado en su búnker, y sin embargo, sigue moviéndose.
Y de ñapa, igual que José Vasconcelos en 1929 cuando fue candidato presidencial opositor a Plutarco Elías Calles, de día AMLO hace campaña, y de noche, escribe su libro número diecisiete.
La salud del tabasqueño alcanza todavía para estar con su familia y jugar béisbol el fin de semana.
“El rayito de esperanza” le llaman los pobres “y los pobres entre los pobres” desde hace varios años, el término, por cierto, que fue usado por vez primera por el historiador Daniel Cosío Villegas en su libro “La crisis en México”, 1947, y luego por un luchador que así solía llamarse.