Luis Velázquez
Veracruz.- La goliza electoral de MORENA a Pepe Yunes fue antológica. El candidato de AMLO a gobernador, un millón 665 mil 824 votos. El candidato priista, 528 mil 204.
Una distancia kilométrica, años luz de distancia, la distancia entre el cielo y la tierra ida y vuelta y otra vez ida y vuelta.
Por eso, en el búnker tricolor están barajeando, entre otras razones, la traición y la deslealtad de una parte de las elites tricolores.
Entre ellas, las siguientes:
1) La versión de que el mismito Ranulfo Márquez Hernández cabildeó con su gente el voto a favor del candidato de MORENA a la silla embrujada del palacio. Ranulfo, fidelista y duartista. Ranulfo, ex secretario de Protección Civil, extitular local y federal de la SEDESOL y ex diputado federal, experto en la cuestión electoral.
2) El (presunto) cabildeo del senador Héctor Yunes Landa con su gente a favor de Cuitláhuac, consciente y seguro de una realidad insoslayable: MORENA, con AMLO, era la estrategia para vengarse de la yunicidad azul, pues aun sufragando toda la “Alianza Generacional” por Yunes Zorrilla, de cualquier manera perdería en las urnas. Es decir, el manejo del llamado voto útil.
3) La versión de que los diputados federales, fidelistas y duartistas, Érick Lagos Hernández, Jorge Carvallo Delfín y Adolfo Mota Hernández, operaron la cancha electoral a favor de MORENA en sus distritos y con sus gentes, fans y barbies.
TRAICIONES DUARTISTAS
4) Desde la mitad de la campaña el trascendido fue que los diputados federales, Alberto Silva Ramos y Tarek Abdalá, estaban operando para Cuitláhuac dejando a Pepe Yunes a la deriva y a la suerte. Y más, porque en los dos casos la yunicidad solicitó el desafuero como diputados federales y fueron protegidos por el búnker priista en el Congreso de la Unión. Y por eso mismo, Miguel Ángel Yunes Linares se las cantó diciéndoles que los “esperaba a la hora de salida”. De salida, claro, del Congreso federal. Más todavía en el caso de Alberto Silva, quien le diera tupido y duro, muy echado para adelante, al Yunes azul en las redes sociales,
5) La versión de que la ex secretaria General del PRI, senadora suplente, lideresa del COBAEV, diputada local electa por la vía pluri, Érika Ayala, originaria de Poza Rica, operó con su gente para Cuitláhuac. Y más, porque ella con sus hermanos tienen una compañía constructora muy beneficiada en los sexenios de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte.
6) La operación electoral a favor de MORENA a cargo de Constantino Aguilar, ex diputado local y expresidente de la Liga de Comunidades Agrarias, y que en otro tiempo habría sido, se afirma, enlace de Javier Duarte con Cuitláhuac. Se ignora, claro, y en caso de, si Aguilar operó con el visto bueno de Juan Carlos Molina Palacios, el líder cenecista en turno, elegido diputado local por la vía pluri.
DESPLOMADO EL VOTO DURO
7) Pepe Yunes obtuvo 528 mil 204 votos en las urnas. Según las elites rojas, el voto duro del priismo es de 800 mil, dicen unos, y otros, 900 mil. Es decir, Yunes Zorrilla logró muchos menos. Nadie apostaría a que la caída libre se debió, por ejemplo, a la migración de los caciques rojos, Regina y Fabiola Vázquez Saut, Basilio Picazo y Renato Tronco, entre otros, al PAN. Habría, quizá, abonado. Pero más allá del coraje social por la miseria, la pobreza y la jodidez, la suma de las traiciones y deslealtades estrelló al candidato del PAN y PVEM a la gubernatura
8) Otros priistas menores también desertaron. Entre ellos, Fernando Arteaga Aponte, ene número de veces beneficiado con cargos públicos, militante ahora de MORENA, que lo ungiera candidato a diputado local. Y aun cuando perdiera logró una votación que lo puso en la antesala de la victoria ante la panista Marijose Gamboa Torales, quien salió más bragada.
DERROTA ANUNCIADA
Sufrió el tricolor la peor derrota de su vida partidista en Veracruz.
De las 107 presidencias municipales perdidas en el año 1997, el descarrilamiento fue terrible el primero de julio del año venturoso que corre.
Una vez más perdió la gubernatura y la mayoría en el Poder Legislativo, y que se les salieran del control en el año 2016 ante un PAN vigoroso.
Ahora, se añadieron a los males de la caja de Pandora las diputaciones federales y las dos Senadurías cuando, caray, en el tiempo legislativo por terminar usufructuaron las curules de Héctor Yunes Landa y Pepe Yunes Zorrilla… con Ainara Rementería Coello en la titularidad.
De aquel tiempo cuando la Senaduría fue la antesala de la gubernatura con Fidel Herrera Beltrán, Miguel Alemán Velasco, Rafael Murillo Vidal y Fernando López Arias, ahora con el par de Yunes rojos la derrota, más que inesperada, mil veces anunciada.
De entonces a la fecha, y entre otras razones, las deslealtades y traiciones, con todo y que la traición forma parte de la naturaleza política.