Luis Velázquez
Veracruz.- Otra vez el tema del aborto en la cancha legislativa. De nuevo, Veracruz fragmentado. En un lado, los panistas aliados de la iglesia. En el otro, los activistas y las ONG reclamando el legítimo derecho de las mujeres a disponer de sus cuerpos y sus vidas.
De paso, la elite eclesiástica bendice al diputado panista, He Man Sergio Hernández Hernández, coordinador de la bancada azul en el Congreso local, porque se ha declarado su aliado, con todo y que su homóloga Cinthya Lobato Calderón revelara que gasta (o gastaba) parte del erario en borracheras, mujeres y orgías, y lo que, claro, resulta un pecado venial, hombres al fin, ajá.
En otras ocasiones, el aborto ha llegado al Palacio Legislativo. Una con Javier Duarte y otra con el gobernador Yunes y fue rechazado.
Ahora, cuando de nuevo las ONG insisten, la iglesia dice que se trata de una minoría.
Solo falta, entonces, que la población jarocha a favor de legalizar el aborto se vaya a las calles y avenidas para levantar la mano y la iglesia y los diputados vean el arrastre popular.
Y más, por otra circunstancia:
Con o sin aborto legalizado, Veracruz ocupa el primer lugar nacional en adolescentes embarazadas y uno de los primeros lugares nacionales en abortos, digamos, clandestinos.
Y de paso, el riesgo de que en el aborto clandestino la madre joven muera, en tanto las hijas de familias pudientes, dice la fama pública, se aplican el legrado en súper clínica de la Ciudad de México o de Estados Unidos.
“SE CURAN EN SALUD”
La iglesia quedó empantanada en sus propias redes.
Insólito, por ejemplo, el escándalo de los sacerdotes pedófilos en todo el mundo y que han significado la indemnización millonaria para las víctimas.
Insólito que luego de ultrajar a equis número de niños, entre ellos, seminaristas, el curita Marcial Maciel sólo fue condenado a vivir el resto de su vida en un monasterio para lavar sus pecados… ante Dios.
Insólito el número de curitas afiebrados con los bienes materiales.
Insólita la corrupción de jerarcas de la iglesia en el Vaticano.
Y desde la Edad Media, digamos, como una referencia histórica, la oposición al aborto y que se ha multiplicado con el rechazo a los matrimonios gay y a la adopción de niños por parte de las parejas de la diversidad sexual.
Una elite eclesiástica dando la espalda a la realidad social.
En todo caso, el fracaso de la iglesia, las secretarías de Educación y de Salud, incluso, el DIF, y ni se diga los padres de familia para reeducar a los hijos en las tentaciones abismales de la carne.
Y como todos ellos “han topado con pared”, entonces, es la hora de pronunciarse en contra de la despenalización del aborto.
ASESINOS DE NIÑOS
En la Ciudad de México, cuando fue Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador siempre se hizo tonto con el legítimo reclamo de legalizar el aborto y el matrimonio gay.
En los seis años de su tiempo administrativo siempre “tiró la pelota” a una consulta popular… y que nunca fue aplicada.
Luego llegaría Marcelo Ebrard y de un plumazo dio curso a las bodas gay y la Ciudad de México fue el paraíso.
Incluso, parejas de Veracruz se casaron en el tiempo de Ebrard Casaubón y nunca la iglesia lo excomulgó como fue el caso del exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, quien cuando la iglesia lo amenazó con enviarlo al infierno dio marcha atrás a su iniciativa de ley para legalizar el aborto.
Ahora, de nuevo está en el Congreso local y el vocero de la arquidiócesis, José Manuel Suazo Reyes, hablando en nombre de Dios acusa de radicales a los grupos feministas a favor de despenalizar el aborto.
Incluso, señala de violentos y asesinos de niños (mejor dicho, fetos) de tres meses a los abortistas.
En diecinueve estados del país han dado marcha atrás a la despenalización del aborto solo por temor a las elites eclesiásticas.
Y, bueno, Miguel Hidalgo ni tampoco José María Morelos, ni tampoco Benito Juárez, tuvieron miedo a las elites religiosas de su tiempo, los primeros, para lanzarse con la guerra de Independencia, y Juárez para aplicar la Reforma y embargar todos sus bienes a los ministros de Dios, tan enriquecidos que estaban, incluyendo el negocio de la usura.
AMLO CONTRA EL ABORTO
Ni con Javier Duarte ni tampoco con Miguel Ángel Yunes Linares procedió la despenalización del aborto porque la iglesia se impuso.
Y si AMLO es el virtual presidente de la república y Cuitláhuac García su gobernador en Veracruz, significaría, de entrada, y dado el antecedente del tabasqueño como jefe de Gobierno en la Ciudad de México, que tampoco será palomeado en la LXV Legislatura con mayoría de diputados locales de MORENA.
Las menores embarazadas y el aborto clandestino seguirán reinando en Veracruz.
Y si en materia de corrupción Enrique Peña Nieto ha dicho que “aquel que esté libre de pecado tire la primera piedra”, entonces, ha de preguntarse si los diputados locales en contra del aborto están “libres de pecado”… y que el Señor los bendiga por completo.