Luis Velázquez y asociados
Veracruz.- Jorge Wínckler, el Fiscal de nueve años (y salvo lo que diga Cuitláhuac García) es un caso de estudio científico.
Su cerebro ha de predestinarse a la facultad de Medicina de Harvard, campus Nopaltepec, como referencia, más que craneana, de seres súper dotados en la historia de la humanidad.
Casi casi gritando al mundo “Soy Dios”.
Y/o como dijo Dostoiesky, “si Dios no existe, entonces, yo soy Dios”.
En el duartismo estábamos seguros, convencidos, de que Érick Lagos, Jorge Carvallo junior, Alberto Silva, Adolfo Mota, Gabriel Deantes, Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo y Arturo Bermúdez Zurita, eran, entre otros, las figuras simbólicas de la egolatría y la vanidad en el Golfo de México.
Desde aquí, pedimos una disculpa.
¡Cuán equivocados estábamos!
Desde luego, el Fiscal puede expresar su egolatría en su vida privada.
Pero de ahí a que la lleve al ejercicio del poder y a la tarea de gobernar y a la procuración de justicia es otro cantar.
Ene número de veces lo ha repetido la vocera del Solecito, la respetada y respetable señora Lucía de los Ángeles Díaz Genao.
“Es un burlón”.
Y todo burlón se pitorrea de la dignidad humana.
Y más, mucho más, encumbrado en el poder.
Y encumbrado, ajá, por 9 años seguiditos, tal cual como era la egolatría, por ejemplo, de su antecesor, Luis Ángel Bravo Contreras, quien miraba de arriba para abajo al resto de los mortales, aun cuando cometiera deslices en ceremonia pública al lado de Adolfo Mota Hernández.
El Fiscal encarna el título de los dos tomos del historiador Enrique González Pedrero sobre Adolfo López de Santa Anna intitulado “El país de un solo hombre”.
La egolatría en su decibel más alto.
Nunca antes.
EL VERACRUZ “DE UN SOLO HOMBRE”
Si la vida suele calibrarse a partir de las frases bíblicas y que reproducen la actitud personal, la filosofía de vida, la forma de pensar y de actuar y de ser y de reaccionar, he aquí un breve resumen del estilo ególatra del Fiscal en el ejercicio del poder y que, en todo caso, hablan del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, pues fue quien lo nombró y lo cabildeó en el Congreso local para su aprobación y quien con todo y sandeces lo protege.
Uno. Se mandó hacer muñecos con su figura, a imagen y semejanza, de cera, para regalarlos entre sus amigos.
Dos. Ha pugnado por la defensa de los animales, mucho más que por la de los derechos humanos, caso, el desdén, el menosprecio y el desprecio a las ONG integradas con los padres de los desaparecidos.
Tres. En el pasado periodo de vacaciones de Semana Santa, y en plena crisis de violencia, se fue a surfear a las playas de Boca del Río, y mandó mensajes a la prensa para que le tomaran fotos.
Cuatro. Cuando la vocera del Solecito, Lucía Díaz Genao repartió cachetadas en una reunión con madres de colectivos, él mismo filtró el video correspondiente.
Cinco. Dispone de tiempo completo de un vocero extra a quien paga 17 mil pesos al mes en nómina de Fiscalía.
Seis. Se mofó de su Fiscal que defiende a los animales, Andrés de la Parra, cuando éste se puso un casco y chaleco antibalas para rescatar los toros de Tlacotalpan, y le mandó hacer memes para hacerle bromas.
Siete. Durante un foro de la Universidad Veracruzana, al que acudió la esposa del alcalde de Xalapa, investigadora de la UV, Rosío Córdoba, le envió a una reportera para cuestionarla sobre una investigación de jóvenes universitarios desaparecidos, y ésta pasó el dato y a la media hora en el foro irrumpieron elementos de la Ministerial para entregar citatorio a la investigadora.
Nueve. Ordenó poner luces rosa, tipo table dance, en la Fiscalía, para complacer a su esposa, porque ella es la del patronato de la Fiscalía, y a quienes tiene asignados escoltas especiales.
Diez. Si su esposa no le da permiso, no sale a comer con sus amigos, ni a tomar café o algo, pues él mismo ha escrito que es un mandilón declarado.
Once. En la investigación contra Fabiola Balmori, candidata priista a diputada, todo se le vino abajo porque se dejó llevar por los chismes de un amigo y “oreja”, quien fue el que tomó las fotos de las despensas que los ingenieros habían reunido para apoyar a los afectados por temblores en Oaxaca, pero su asesor de imagen dijo que eran para mapachear.
Doce. Posa, como estrella de Rock, afuera de los juzgados, cuando tiene audiencia con los duartistas.
Trece. Suele tomarse fotos con Mariano Pedro García Valerio, director de la Policía Ministerial, antes Fidelista, después duartista y ahora yunista por gracia de un compadre.
Catorce. Trae clavada la espina del hermano de la candidata de MORENA en Coatzacoalcos, Tania Cruz Santos, acusado de violación de una centroamericana, a quien no ha podido agarrar, y aun cuando lo tuvieron en sus manos, los policías de Jaime Téllez lo dejaron ir.
Quince. La primera vez que entró a las fosas clandestinas del Frac. Colinas de Santa Fe, lo hizo a escondidas de la prensa, que lo esperaba en la entrada, y éste se fue en la batea de una camioneta, como el ganado, y cuando miró a la distancia a los reporteros, les iba diciendo adiós con su risita petulante y burlona.
Dieciséis. Creó el término geopolítico del “Grupo Boqueño/Xalapeño” para referirse a sí mismo como si fuera el Grupo Atlacomulco del estado de México, adueñándose de la capital.
Diecisiete. Se cree y siente policía norteamericano de la cuadra de Donald Trump y por eso suele aparecer con una gorrita en inglés con la leyenda “Police”.
Dieciocho. Suele publicar en sus redes sociales fotos en restaurantes de lujo al lado de cumpleañeros de la Fiscalía.
Diecinueve. Promueve en sus redes sociales las fotos con sus perros salchicha, de igual manera, digamos, como Javier Duarte con sus seis mascotas y a las que tenía un veterinario exclusivo.
Veinte. Trepó en su Internet las fotos con Timbirinche pues alcanzó la máxima dimensión gozosa.
Veintiuno. Suele ordenar que le tomen fotos en contra picada para parecer más alto que Napoleón Bonaparte.
Veintidós. Organizó un festival de lucha libre en la Fiscalía imitando al ex panista y priista, José Ramón Gutiérrez de Velasco cuando como presidente municipal de Veracruz organizaba peleas de box en el zócalo con música de Silvestre Stallone de fondo.
Veintitrés. Suele tirarse al piso del gobernador Yunes (a quien debe la Fiscalía) tomándole selfies y hacerlo parecer como Superman, como por ejemplo, cuando el saqueo en tiendas comerciales.
LA HISTORIA Y YO
Veinticuatro. Suele ordenar boletines de prensa en donde luego de una hazaña que considera hasta le pone título periodístico con la siguiente leyenda: “Bomba winckleriana”.
Veinticinco. El memorable selfie con mandil cocinando, según él, una paella.
Veintiséis. Por sus redes sociales invitar a comprar pizzas en la pizzería de su propiedad en Boca del Río.
Veintisiete. El visto bueno para que la Fiscalía de Desaparecidos formara n equipo de futbol con el nombre de “Fiscalía Desaparecidos”.
Veintiocho. El bloqueo en su facebook a los reporteros incómodos.
Veintinueve. En nombre de su egolatría el desdén a los Solecitos.
Treinta. El envío de selfies a los reporteros indeseables donde trepa la siguiente leyenda: “Odiame más”.
Etcétera, etcétera.
EL PRIVILEGIO DE MANDAR
He ahí el retrato de la serie teatral que bien pudiera denominarse “El privilegio de mandar”.
Se ignora si el gobernador Yunes se divierta con las actitudes infantiles de su Fiscal, atrapado y sin salida en una edad mental incongruente con su edad biológica.
Pero… tal fue una de las características de Javier Duarte y que ahora se sabe también significó un elemento distractor para al mismo tiempo saquear las arcas públicas y crear cuatrocientas empresas fantasmas y desviar los recursos federales y estatales y desaparecer personas y desaparecer cadáveres.