Luis Velázquez
Veracruz.- Inocente o culpable, inteligente o talentoso, mesurado o soberbio, ningún otro político como el fiscal Jorge Wínckler ha enfrentado en la historia local un bombardeo sin tregua para dejar el cargo público.
Diríase, incluso, que está cercado por todos lados.
A: El inminente juicio político en la LXV Legislatura, donde 39 diputados locales, entre ellos, dos mujeres panistas, María Graciela Hernández Iñiguez, Marigraz, y Nora Jessica Lagunes (“Traidoras” les llaman) votaron en contra.
B: El citatorio para comparecer en el Congreso, seguro y consciente de que será como apretar el botón nuclear en su contra.
C: Las denuncias en cascada, una tras otra, con la solicitud de juicio político.
D: El gobernador y el secretario General de Gobierno y la lideresa nacional de MORENA, en su contra y de lo que, en todo caso, orgulloso ha de sentirse de que el trío de AMLO en Veracruz y la Ciudad de México se ocupen de su persona.
E: La sistemática denuncia de Éric Patrocinio Cisneros Burgos en su contra, como si fuera una orden del jefe del Poder Ejecutivo Estatal.
F: El cacheo a la salida del palacio de gobierno de Xalapa luego de junta estelar.
G: Los 29 diputados locales de la izquierda, más los agregados, en su contra.
H: La sospechosa compra del par de diputadas panistas para volcarse en su contra.
I: La decisión del fiscal de ampararse contra cualquier despido o cese, lo que nunca, jamás, dada su egolatría y soberbia, hubiera imaginado en el insomnio, una pesadilla o un sueño normal.
J: Los problemas reales de Veracruz (pobreza, miseria, jodidez, desempleo, subempleo, salarios de hambre, baja calidad educativa y de salud y de seguridad y de procuración de justicia) en el abandono. Que Veracruz descarrille en material social, pero antes, mucho antes, está la caída del fiscal y su fiscal Anticorrupción y su Fiscal de los Desaparecidos.
Por lo pronto, más que por el camino legal, del diálogo o la negociación, el gobernador ha decidido que Wínckler ha de irse por la puerta trasera del palacio de Justicia a partir de las presiones y represiones y el más feroz acoso político de que se tenga memoria, con todo y las flores que el lunes 10 de diciembre habrían intercambiado en el palacio de Xalapa a propósito del exterminio de migrantes en el sur de Veracruz.
Si resiste y gana y se queda los 9 años para los cuales fue elegido, entonces, será el candidato panista a gobernador en el año 2024.
Jorge Wínckler se está jugando su presente y futuro.
Y ya se verá si la soberbia, la inteligencia, el talento y su capacidad jurídica y política lo favorecen.
SILENCIO DEL ÁNGEL AZUL
Por lo pronto, resulta notorio que en el carril político, en el primer plano de los hechos, su ángel de la guarda, Miguel Ángel Yunes Linares, en ningún momento ha levantado la mano para su defensa y/o, en todo caso, para el aliento en las horas adversas.
Nadie dudaría, claro, que el Yunes azul estuviera atrás, cerca o de lejos, pero operando la nave nuclear para su legítima defensa.
Pero en un mundo mediático, donde “las benditas redes sociales” se llevan las palmas, nadie sabe ni siente ni presidente la mano de Yunes en el reality-show Cuitláhuac / Éric Patrocinio y Wínckler.
Es más, a estas alturas era para que el CDE del PAN hubiera expulsado por traidoras al par de diputadas panistas que votaron contra Wínckler.
Todavía más: con Miguel Ángel Yunes Márquez de tesorero del CEN del PAN era para el Partido Acción Nacional abanderara su causa.
Claro, se entendería que por ahora el CEN del PAN estuvo ocupado, primero, en defender a la esposa del ex gobernador y senador, Rafael Moreno Valle, para quedarse, como ya, con la silla embrujada de palacio.
Y ocupado también el CEN del PAN con neutralizar la decisión de AMLO, el presidente, de reducir el salario de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y que por lo pronto, han sido blindados.
Y, bueno, como el par de acciones ya fue lograda, quizá, en el transcurso de la semana o la siguiente o la siguiente, antes de la presunta caída de Wínckler, el CEN del PAN pase lista de presencia y lo defienda.
Por ahora, todo indica, lo han dejado solo.
Y si solo se ha quedado, entonces, su legítima sobrevivencia depende de él y de los diputados locales del PAN que todavía están a su lado y/o desearían estar, antes de que desde la bancada de MORENA aprieten más las tuercas, dueños del poder Ejecutivo y Legislativo.
LA OBSESIVA OBSESIÓN DEL GOBERNADOR
El gobernador y el secretario General de Gobierno, más que despedido, más que rendido, más que exhibido y cuestionado (que ya está), quieren al fiscal muerto… en vida.
Nulificado.
Pero como Wínckler tiene una alta carga de soberbia ni quiere entregar la Fiscalía ni tampoco rendirse, ni menos dejarse matar.
Los días y las noches han sido tensas para las partes, pues once días después de iniciado el sexenio de MORENA, el fiscal sigue acuartelado en su oficina, a diferencia, recordemos, de cuando el exfiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, “se bajó los pantalones” ante Yunes Linares luego luego y entregó el edificio.
Quizá Sócrates le haya enseñado que un minuto antes de tomar la cicuta ha de seguirse luchando en la vida y por eso mismo el filósofo de la antigua Grecia pidió una flauta para aprender a tocar.
Pero el bombardeo nuclear es duro y tupido. Y si Wínckler encarceló a más de treinta duartistas acusados de pillos y ladrones y tenía o tiene en la picota a más de trescientos quince servidores públicos del último sexenio priista denunciados en la Fiscalía, ya nadie se acuerda.
De un plumazo fue borrada su eficiencia y eficacia en la yunicidad llenando el penal de Pacho Viejo con políticos presos.
Un meme “en las benditas redes sociales” muestra a su antecesor, Bravo Contreras, diciéndole:
“Aquí te espero”.
Como Narciso Mendoza, El Niño Pípila, Wínckler se mantiene en su palacio donde hace dos años entró con el golpe de Estado a Luis Ángel Bravo Contreras, quien ha anunciado a través de su abogado que también solicitará su juicio político en la LXV Legislatura, donde el clan de los Yunes azules todo pareciera tener en contra.
Incluso, y a tono con el ejemplo universal de Judas, a diputados traidores.
