Luis Velázquez
Veracruz.- Un panista, el tuxpeño Pepe Mancha, el paisano de César Garizurieta, aquel de la frase bíblica de que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, busca la reelección como presidente del CDE del PAN.
Pero sobre su biografía pública un velo sombrío mancha su nombre y crédito.
En todos los casos, un tráfico de influencias y un conflicto de intereses para “ordeñar la vaca” y “meter la mano al cajón”.
Por más y más que el Senador de la República, Julen Rementería del Puerto, y He Man Sergio Hernández Hernández, el diputado coordinador de la bancada azul, lo han exonerado.
Por ejemplo:
En la cancha partidista corre la versión de que su compañía constructora pactó obra pública en las secretarías de Infraestructura y Obra Pública, Educación y Desarrollo Social.
Y en la Fiscalía winckleriana.
Y en la LXIV Legislatura.
Y en todos los casos, como dijera Julen, siempre dentro de la ley.
Ajá.
Mancha supo el camino fraterno de la política y los negocios con su ex amigo, el ex diputado federal, Víctor Serralde Martínez.
Entonces, se aliaron para integrar una empresa constructora favorecidos por el santo dedazo de Abel Cuevas Melo, delegado federal de la secretaría de Desarrollo Social, y por el coordinador del Programa Oportunidades, Miguel Ángel Yunes Linares.
Así, ejecutaron, entre otros programas sociales, el llamado Piso Firme y que en el Fidelato se denominara Piso Fiel.
Después, ex diputado federal, Serralde se soñó candidato panista a gobernador en el año 2010 cuando Miguel Ángel Yunes Linares y Gerardo Buganza Salmerón la buscaban, y Mancha, amigo y socio de Serralde, tomó partido por Yunes, por quien el presidente Felipe Calderón Hinojosa se decidiera.
En respuesta, Buganza renunció emberrinchado al PAN y levantó la mano de Javier Duarte asegurando en Poza Rica que “de su triunfo en las urnas yo me encargo”.
Fue el mismo tiempo cuando Serralde también se distanció del PAN, pero rompió con Pepe Mancha.
Años después, hacia el 2016, Yunes gobernador, Mancha fue entronizado como presidente del CDE del PAN y sus negocios florecieron, al grado de que en la codicia hasta un portal digital creó a nombre de su señora madre para cobrar jugoso convenio con He Man Sergio Hernández en el Palacio Legislativo.
PRIVILEGIOS MANCHADOS
En la cancha azul hay una versión, digamos, insólita y hasta temeraria cuya tesis se reproduce:
Mancha ha sido un constructor privilegiado en la yunicidad, se repite, con obra pública en la SIOP, SEV, SEDESOL, Fiscalía y el Congreso, hasta donde se sabe si bien se sabe.
A primera vista, las tribus azules se han preguntado ene número de veces las razones por tantas canonjías si, por ejemplo, le dieron la diputación pluri para su esposita y las curules pluris para sus delfines, Omar Miranda y He Man Sergio Hernández.
Una regiduría para, ni más ni menos, su chofer en Coatepec, con todo y que es originario de Tuxpan.
Dos regidurías para una pareja matrimonial, sus amigos, en Minatitlán.
Más los negocitos.
Según el viejito del pueblo, el triunfo inverosímil de Mancha en los negocios públicos es que fue, es y ha sido un prestanombre de los Yunes azules.
Y en el doble y triple juego se prestó a crear sus empresas para que por dedazo superior fueran beneficiadas con obra pública a cambio, claro, de quedarse con una tajada del pastel, pero repartir la mayor parte de las ganancias para la campaña electoral del PAN DE este año desde la gubernatura y la presidencia de la república hasta las diputaciones locales y federales y las senadurías.
Y de ser así, entonces, por eso mismo la defensa apasionada de Julen Rementería por Pepe Mancha.
Pero más aún, la impunidad con que Mancha, todo manchado, ha seguido caminando, a tal grado que no obstante estar bajo sospecha y sin la mínima pizca de autoridad moral, anda en campaña para la reelección.
Tal es una versión en el carril azul, y aun cuando resulta inverosímil creer, así canta el son en el río.
MANCHA MANCHADO
Es decir, que Mancha estaría tan manchado en su biografía pública en los dos últimos años de la yunicidad que ha ido dejando el rastro en el lodo.
Pero al mismo tiempo, con tales guardias pretorianos expresa su impunidad.
Nadie quisiera pensar en la posibilidad, pues el gobernador se ha caracterizado por una feroz campaña en contra de la corrupción duartiana y por eso logró que la Procuraduría General de la República sentenciara a nueve años de cárcel a Javier Duarte y tiene a más treinta duartistas entre políticos, jefes policiacos y policías presos en el penal de Pacho Viejo.
Pero, además, con feroz obsesión política sigue cabildeando para que la secretaría de Relaciones Exteriores extradite a Karime Macías para ser sometida a un proceso penal.
Además de que la Contraloría y el ORFIS, su ORFIS, interpuso denuncia penal contra trescientos quince (315) servidores públicos del duartazgo en la Fiscalía.
Y, caray, si así es, resultaría una osadía, una temeridad, que Mancha esté tan manchado.
Y más, si como afirman en el carril panista que es un prestanombre.