Luis Velázquez
Veracruz.- A Miguel Ángel Yunes Márquez le gusta la fama. Su cara barbada ha dado la vuelta al país. Y siempre, envuelta en la polémica. Ha sido declarado el Primer Hijo. De hecho y derecho, el Primer Heredero de la Silla del Aguila. Algún día, quizá, será más que el padre. En el año 2024, podría, quizá, convertirse en el Primer Tlatoani de la nación.
Y más, porque de acuerdo con su primer círculo del poder, la gubernatura le queda chica. Ya se mira presidente de la república, pues tal es el tamaño de su ambición política y social. Así, incluso, le llaman sus fans. “Señor Presidente”, más, mucho más allá de “Señor gobernador”.
Sus oídos, pues, se han acostumbrado al nuevo saludo.
Es el primogénito. También, el preferido. Tanto que, por ejemplo, los fans del par de hermanos llamados “El clan Kennedy”, Miguel Ángel y Fer, dicen que los hermanos compitieron. Y hasta se rasparon soñando con la candidatura a la silla embrujada del palacio.
Ganó “El chiquis”. Pepe Mancha, presidente del CDE del PAN, lo destapó de la siguiente manera:
“Es la única carta fuerte”.
Y a cambio, claro, arañó el poder. Quedó con la candidatura pluri a diputada local para su esposa y abrió con cargo al erario un periódico digital.
PÓLVORA EN LA CANCHA ELECTORAL
Por eso, la cancha electoral en Veracruz está llena de pólvora. AMLO le ha llamado nepotismo. También, monarquía.
Pero en todo caso, los Yunes azules, padre y primogénito, son así. Polvorientos. Genes son genes y vísceras son vísceras ha dicho uno de los hombres del poder.
“En la médula del poder” (Ahrens), el padre y el hijo “se han lanzado a la caza mayor”.
Pero también la madre. Lo dijo con claridad:
“Seré madre de dos gobernadores”, aun cuando, el biógrafo asegura que Fer (Fer, el alcalde jarocho) sopesa si soñar con el año 2024 buscando el trono imperial y faraónico, porque ya será demasiado.
Ya de por sí, claro, el exceso está. La vida democrática nunca, jamás, contempla en la ley de usos y costumbres heredar el poder al hijo luego luego.
Pero tampoco, sorpresas que da la vida, la Constitución lo prohíbe.
Es mal karma visto desde la moral pública. Y la democracia. Pero nunca fue consignado en la Carta Magna.
EL HIJO FAVORITO
Está claro: el hijo mayor es el predilecto. Se llama igual que el padre. Su carácter y temperamento es el mismo del padre. Es alto y delgado igual que el padre. Igual de rijoso y bragado.
Me enfrenté como alcalde, ha dicho, a dos gobernadores, Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, que me llenaron el camino de infierno, y los derroté.
Y si Miguel Ángel junior ha sido presidente municipal en dos ocasiones y diputado local, Fer ya fue diputado local y Senador de la República, teniendo como escenario el altiplano, el campo de todas las batallas políticas.
Y desde el Senado se enfrentó con mayor dureza a Javier Duarte, el político preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, en contra de quien interpuso denuncia penal en el primer trimestre del año 2014 por desvío de recursos en la Procuraduría General de la República, PGR.
Y si procedió o fue archivada, es otro cantar.
Pero, bueno, el primogénito fue elegido y ahora Fer mirará el amanecer del año 2024 para sopesarse en lanzarse.
Y más, porque el padre ha dado todas las garantías del mundo. “Viviré 110 años”, ha dicho.
LA SOMBRA DEL PADRE
Dicen que el primogénito es la sombra del padre. En todo caso, en el tiempo electoral que se vive, el padre es la sombra del hijo. Es, por ejemplo, su coordinador general de la campaña, y la ex secretaria de Desarrollo Social, conocida como la Pocahontas azul, acata órdenes, pues ni modo de competir con la experiencia y las mañas y la inteligencia y el talento del padre.
Y si algún fans del hijo mayor tuviera la osadía y la temeridad de intentarlo sería su ruina.
Claro, en el círculo rojo del poder azul, el primogénito es uno de los pocos, excepcionales, que hace recapitular al padre.
Bueno, también Fer, pero Fer, se afirma, tiene un estilo mesurado y reposado, como si fuera, no obstante ser más joven, un hombre cien por ciento cerebral, donde el cálculo político es característica permanente.
LOS KENNEDY BOQUEÑOS
Como buenos Yunes, los tres (el padre y el par de hijos en la política, un tercero está en los negocios familiares, al mejor estilo kennedyano) gustan de los focos.
Tan es así que en el tiempo electoral, nada causó más placer (placer físico, placer biológico, placer político, placer social) al padre que anunciar la orden de captura en contra de Karime Macías, la esposa de Javier Duarte.
Y nada multiplicó el placer al primogénito que anunciar la camada de alcaldes de MORENA, PT y PES, a su cancha.
Incluso, cada vez que mira las fotos truqueadas con mítines esplendorosos, jamás imaginados, el placer alcanza el más alto decibel.
Es el Primer Hijo. El Príncipe Heredero. El Presidente de la República en el año 2024.
Por delante sólo están, primero, el triunfo en las urnas. Luego, entrar a la historia. Y trepado en la historia, ganar la gloria y luego enseguida brincar a la inmortalidad.
Los Kennedy de Boca del Río.