Luis Velázquez
Veracruz.- ¡Vaya deterioro moral en que están incurriendo el exfiscal Luis Ángel Bravo Contreras y el Fiscal Jorge Wínckler, tan soberbios y ególatras uno como el otro!
El exfiscal, preso en el penal de Pacho Viejo, jalando la cobija que durante tres meses ha tenido en silencio, reservado, mesurado, en contra del Fiscal.
El exfiscal, recordando que defendió su honor cuando el Fiscal le garantizó impunidad y libertad a cambio de inculpar a otros duartistas.
El fiscal, amenazando, intimidando, acosando al ex Fiscal de que tenía testimonios y pruebas en su contra por desaparición forzada en el duartazgo.
El fiscal, alardeando de su inteligencia diciendo al exfiscal, y hasta con palabras altisonantes, groserías, blasfemias, que los policías de Seguridad Pública con Arturo Bermúdez “eran unos pendejos porque en lugar de desaparecer cuerpos lo más fácil era simular enfrentamientos y así justificar los cuerpos de las personas que anduvieran levantando”.
El exfiscal que de pronto aceptó renunciar a los nueve años como Fiscal elegido por la LXIV Legislatura y así nomás, confiando además en la palabra yunista, entregó la oficina para que en automático la asumiera el Fiscal y quien, digamos, le ha jugado chueco.
El exfiscal denotando y connotando “la canallada” del Fiscal de tenerlo privado de su libertad, durmiendo en Pacho Viejo, desde hace tres meses.
El fiscal mostrando el puño y el músculo al Fiscal nada más para demostrar el lado del chirrión en la mano.
El exfiscal soñando con la libertad y la juez Alma Aleida Sosa Jiménez advirtiéndole por órdenes del Fiscal que nunca le ha temblado la mano y por eso seguiría preso.
El exfiscal diciendo al mundo que “la verdad se sabrá pronto” y qué el mismo se encargará de su revelación para así descarrilar al fiscal (La Jornada Veracruz, Jair García).
El peor deterioro moral entre los dos “Señores Justicia” que así les llamaban a los Procuradores y/o Fiscales en la antigua Roma.
Un reality show ramplón y barato.
La palabra de uno contra el otro.
El espectáculo de la justicia.
LUCHA DE EGOS
Los dos, símbolos de la egolatría política.
El más alto nivel del amor por sí mismo.
Dos políticos frente a frente, enamorados de ellos mismos.
Una lucha de egos en la arena pública.
El ex Fiscal, por ejemplo, igual que el Fiscal, acusados de vejámenes en contra de los familiares de los desaparecidos de quienes en su momento se pitorrearon y les “tomaron el pelo”.
Ambos, sin la mesura, la prudencia y la cordura política.
El ex Fiscal, en su tiempo como “Señor Justicia”, igual que el Fiscal ahora, dueños de la verdad absoluta, infalibles, inamovibles que se creyó el ex Fiscal, inamovible que se cree y siente el Fiscal en turno.
Uno y otro con sus redes sociales para beatificarse en el altar de la patria.
Los dos con plumíferos a sus órdenes para que les “tiraran y tiren incienso a su paso”.
Ahora, el ex Fiscal jalando la cobija y revelando hechos ocurridos hace tres meses que ha pasado privado de su libertad Luis Ángel Bravo Contreras porque nunca permitió que Jorge Wínckler manchara su honor y sus principios.
Wínckler, ha dicho, es una canalla.
He ahí la estatura moral de uno y otro, se ignora más si uno que del otro, pero en todo caso, un espectáculo vergonzoso y vergonzante cuando cientos, miles de personas y familias esperaron justicia en el duartazgo, tiempo de Bravo Contreras, y esperan justicia hoy, tiempo de Wínckler.
¡Qué pena y desencanto y decepción social de tanta ruindad moral!
Los dieciesiete Colectivos y Solecitos integrados con las madres con los hijos desaparecidos se están tardando demasiado para expresarse sobre este show!
LA JUSTICIA EN MANOS DE ELLOS
Unos ciudadanos creerán en la palabra del exfiscal y otros del fiscal en turno, y a quien, por cierto, los 29 diputados locales de MORENA y el gobernador electo le tienen cantado su destino con un inminente juicio político.
Por lo pronto, los abogados y el ex Fiscal llamaron “cobardes, ignorantes, desleales y cómplices de delitos” a los fiscales de Wínckler y lo que ha significado “una bomba winckleriana” como le gusta al oaxaqueño le llamen sus empleados.
Y, bueno, vaya espectáculo tan bajo y bajuno cuando los que fueron procuradores de justicia se expresan así de quienes ahora están encargados de hacer justicia a cada una de las personas afectadas por la ilegalidad y los abusos y excesos del poder y víctimas de los malosos y delincuentes comunes.
Casi casi, se trata de un show en el puesto de tacos en la calle, en el molino de nixtamal en el pueblo o en el local en el tianguis pueblerino.
“Cobardes, ignorantes, desleales”, caray, vaya grito de justicia social en un Veracruz con cientos, miles quizá, de secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas.
Y con cientos, miles de personas asesinadas y en la más espantosa y asombrosa impunidad.
Y con un Veracruz en el primer lugar nacional en infanticidios y en feminicidios.
El Fiscal Eduardo Coronel junior se quedó chiquito, caricaturita, cuando acuñó su frase bíblica de “¿Cuál prisa si los desaparecidos desaparecidos están”?
Y cuando, claro, tuvo la ocurrencia genial de formar un equipo de fútbol en la Fiscalía winckleriana llamado “Desaparecidos/Fiscalía” y a lo que sólo faltó adjuntar la leyenda de “S.A. de C.V”.
En manos de ellos está la procuración de justicia en Veracruz.