Luis Velázquez
Veracruz.- Según Javier Duarte, el deporte más practicado en su sexenio era el chismerío y la especulación. Y, bueno, como la distancia entre la elección de gobernador y la toma de posesión es kilométrica, años luz, cada día Xalapa amanece con un nuevo nombre para el gabinete de Cuitláhuac García Jiménez, en tanto AMLO ya tiene el suyo y hasta el primer cambio ha efectuado con Héctor Vasconcelos, SRE, el hijo de José Vasconcelos, uno de los primeros candidatos presidenciales independientes que enfrentara el poder de Plutarco Elías Calles.
En los días que corren los siguientes nombres han sido manejados para unas secretarías.
La secretaría General de Gobierno, por ejemplo, tiene demasiados tiradores que como en la parábola de Dante Delgado Rannauro, ex amigo de AMLO, “le tiran a la luna conscientes de que nunca llegarán, pero quizá llegarán más lejos de todos”.
A. Rafael Hernández Villalpando, diputado federal electo, ex presidente municipal de Xalapa, ex rector de la Universidad Veracruzana y ex subsecretario General de Gobierno.
B. Zenyazen Escobar, diputado local, profesor, dirigente magisterial, y amigo, asesor, del góber electo
C. Érick Patrocinio Cisneros Burgos. Originario de Otatitlán, en la Cuenca del Papaloapan, y coordinador territorial de MORENA en Veracruz.
CORAZONADAS POLÍTICAS
En la secretaría de Educación están perfilando a la maestra Gloria Sánchez, quien fuera candidata a gobernadora por el Partido Mexicano de los Trabajadores, ex diputada federal y ex dirigente sindical de la Escuela Normal Veracruzana.
Otros, sin embargo, también enfocan a Zenyazen Escobar para la SEV.
En la secretaría de Desarrollo Económica perfilan al empresario Ernesto Pérez Villarreal, ex dirigente cupular, suplente de Ricardo Ahued Bardahuil, senador electo de Veracruz.
Para la secretaría de Infraestructura y Obra Pública suena Ricardo Exsome Zapata, diputado federal electo y fallido candidato de MORENA a la presidencia municipal de Veracruz. Tiene una compañía constructora.
En la secretaría del Medio Ambiente citan al biólogo Pablo Robles Barajas, de la dinastía de los Robles Martínez, dueños de un holding periodístico.
Por lo pronto, y hasta donde se sabe si se sabe bien, la corazonada de los politólogos de café en Xalapa han barajeado los nombres anteriores.
UN POLÍTICO SABIO
En contraparte, el góber electo ha revelado que el gabinete será dado a conocer hasta el mes de noviembre, es decir, dentro de cuatro meses, aprox., en la inteligencia, por ejemplo, de que el gabinete de Fidel Herrera Beltrán fue anunciado casi casi en la víspera, pues el Tribunal Electoral se tardó demasiado para calificar la elección.
Y más, porque en el carril político aseguraban que el panista Gerardo Buganza Salmerón había ganado de calle.
El chismerío, sin embargo, llega a más.
Por ejemplo, hay quienes “se cortan las venas” asegurando que el filósofo existencialista, Enrique Ampudia Mello, “uña y carne” del senador Héctor Yunes Landa, diputado federal electo por la vía pluri, está en la cancha del góber electo, llamado a una posición excelente, aun cuando imprecisa.
El más sabio de los gobernadores electos ha sido Enrique Alfaro, de Jalisco, nominado por el Movimiento Ciudadano.
Por ejemplo, días antes de que el OPLE le entregara la constancia de mayoría, Alfaro nombró un representante para recoger el documento y se fue de vacaciones durante dos meses.
Y dejó a todos su reputación, y más porque se deslindó del MC, y en algún crucero turístico en el mundo estará sopesando la integración de su gabinete lejos de la especulación aldeana, forma sabia de vivir y disfrutar. “Vivir es un gozo” decía Simone de Beauvoir.
INTRIGAS Y GOLPES BAJOS
Lo peor de la gabinetitis en un tiempo tan prologando para la toma de posesión es que te acuestas secretario y te levantas en la lona, entre otras cositas, debido a las intrigas y los complots.
Por eso, y ante el desgaste político tanto en el chismerío en el café y en la exposición mediática, nada mejor que “navegar de muertito” y robalear moviéndose en los rincones más bajo del mar, digamos, como el topo de Carlos Marx, el animalito que el filósofo alemán utilizara para decir que los políticos han de sumergirse y de vez en vez subir a la superficie, olfatear los vientos, y si los vientos son favorables, aparecer en el redil.
Y es que, además, otro desgaste se agrega cuando un nombre suena y suena para una secretaría y de inmediato aparecen los amigos y compadres y vecinos y conocidos olvidados, dejados en el camino, extendiendo la mano para un espacio laboral.
En los días que corren, por ejemplo, uno que otro vecino ha tocado la puerta de la casa del góber electo acompañados de un hijo y con un currículo en la mano solicitando la misericordia porque el chico está desempleado desde su noche de graduación.
CERCANÍA CON EL GOBERNADOR ELECTO
Lo peor de la gabinetitis son las intrigas y los complots internos. La lucha por la cercanía con el góber electo y que expresa la gran batalla por el poder.
Y si el góber electo es sensible a las versiones y rumores, entonces, suelen darse batallas pírricas.
Y si el jefe máximo es sensible al chismerío sexual, por ejemplo, como aquel gobernador que citaba a un secretario del gabinete sólo para que lo actualizara con los deslices del gabinete, entonces, el mundo se vuelve un caos.
Así, se van integrando el primero y el segundo y el tercero, etcétera, círculos del poder, alrededor del góber electo, como por ejemplo, el cuarteto de guardias pretorianos que tenía Javier Duarte en Érick Lagos, Jorge Carvallo Delfín, Adolfo Mota y Alberto Silva.
Esta semana, quizá, serán manejados nuevos nombres y los interesados en la faena política encenderán su cirio Pascual para alumbrar su esperanza de un cargo público en el gabinete sexenal.