Luis Velázquez
09 de marzo de 2018
El gobernador ha entrado a la nostalgia. El último año de su gobierno. Fidel Herrera Beltrán le llamaba “en la plenitud del pinche poder”.
En el año 2016 entró a la historia de Veracruz. Y más, porque derrotó al PRI, su ex partido, y de ñapa, le ganó la mayoría en el Congreso local. El año anterior, cuando infligiera otra derrota al tricolor que perdiera 172 presidencias municipales.
Ya heredó el poder edilicio a un hijo en la alcaldía más importante. Mil 400 millones de pesos de presupuesto para ejercer un año.
El primogénito va “en caballo de Hacienda” camino al trono imperial y faraónico.
Así, busca ahora ganar la gloria como paso inequívoco a la inmortalidad.
Por ejemplo:
Días anteriores inauguró el Hospital Infantil y lo declaró el mejor hospital para niños en América Latina.
Es una obra pública, dijo primero, que trascendería años.
Luego enseguida corrigió y precisó que durará décadas.
Entonces, descubrió el concepto gramatical definitivo y aseguró que durará siglos.
Siglos.
Siglos, dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, ha durado el castillo de San Juan de Ulúa y que cárcel privada de Porfirio Díaz, recinto oficial de Javier Duarte para un informe de gobierno y Sala de Cabildos para la toma de posesión de Fernando Yunes Márquez como alcalde.
Siglos ha durado el Baluarte de Santiago.
Siglos han durado Los Portales.
Siglos, incluso, durará La Parroquia.
También, el Hospital Infantil, la obra iniciada por Fidel Herrera, continuada por Javier Duarte y terminada por Miguel Ángel Yunes Linares en un proceso histórico fuera de serie, descomunal, a tono con la infraestructura que durará siglos.
Además, claro, de la sentencia bíblica de Carlos Hank González de que “entre más obra… más sobra”.
DESDE NIÑO SOÑÓ CON LA GUBERNATURA
En su pueblo, Soledad de Doblado, el gobernador también expresó su deseo de perpetuarse en la historia, ganar la gloria y entrar a la inmortalidad.
Por ejemplo, inauguró la remodelación de la escuela primaria “José María Morelos y Pavón”, donde estudiara.
Invitó a sus maestros de primaria sobrevivientes. Recordó a la directora de entonces, la profe Praxedis Lagunes Capistrán, pariente de Agustín Silvestre Acosta Lagunes, quien tanto resentimiento guardaba a Yunes Linares desde cuando defendió como diputado local a José Luis Lobato Campos, QEPD, y a Carlos Padilla Becerra.
Entonces, “en la plenitud del pinche poder” dijo que en un pupitre de un salón de clases de la escuela había soñado desde niño con ser gobernador “y después de una larga batalla lo logró”.
Soñaba, entonces, desde niño con la jefatura del Poder Ejecutivo Estatal, cuando en el pueblo, como en todos los pueblos, solo se sueña con jugar fútbol o básquet ball a la hora del recreo, asistir a la doctrina el fin de semana, ir al río Jamapa a jugar balón y nadar y comer tamales de don Amado Beltrán, los mejores de la región.
Pero la historia política del gobernador empezó en salón de clases en la escuela primaria y a mucha honra.
Además, porque se trata del primer mandatario nacido en el pueblo y que como político más lejos ha llegado con todo y que Manuel Doblado firmara en un cerro los “Tratados de la Soledad” y luego paseando en el parque se enamorara de una choleñita.
Y con todo que el pueblo los agraristas celebraran la revolución rusa sosteniendo en las manos unas cartulinas con las fotos de Lenin y León Trostky en una caminata.
VIVIRÁ 110 AÑOS
Muchos años más todavía vivirá el gobernador, tiempo suficiente para continuar soñando y aterrizando posibilidades.
Por ejemplo, ha dicho que su proyecto de vida llegará a los 110 años, desafiando incluso a las leyes naturales de la geriatría, una de las cuales establece que por lo regular una persona vive el promedio de años de los padres y los abuelos.
Un médico dice, sin embargo, que se viven los años que cada quien desea siempre y cuando la mente sea alimentada con la esperanza de que así será, salvo, claro, se atraviese por ahí un accidente automovilístico, una bala perdida, y/o como sucede con frecuencia, cuando una persona
de la séptima década se toma una pastillita azul para torear “en tarde de luces” y se muere en el intento.
Por lo pronto, el corazón del gobernador está reoxigenado, con el motor a mil por hora y el tanque lleno de gasolina como decía en sus buenos tiempos Adriana Abascal, la ex Miss México que fue esposa del dueño estelar de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo.
Y de ahí para adelante, y si el primogénito gana la gubernatura y Ricardo Anaya Los Pinos, las leyendas de Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines y Fernando Gutiérrez Barrios, los jarochos en los más altos decibeles de la vida pública, será poquita cosa ante el mundo que esperará a Yunes Linares.