Luis Velázquez
Veracruz.- El gobernador tiene en sus manos el destino de 433 abogados de Veracruz. De su vocación democrática, digamos, de su cálculo político, de su estrategia electoral, de sus neuronas y corazón, del tráfico de influencias y del conflicto de intereses, dependerá elegir solo, solo, solo a trece de ellos para magistrados del Tribunal Superior de Justicia.
Cuitláhuac García, a diferencia de otros antecesores, decidió abrir la llave para, digamos, democratizar los nombramientos de los trece cargos desocupados desde el segundo semestre de la yunicidad.
Y el desempleo o subempleo, la vocación, digamos, de servir a los 8 millones de habitantes de Veracruz en la procuración de justicia, o en todo caso, de mejorar el ingreso personal, se manifestó en su expresión medular y 433 litigantes, académicos y funcionarios públicos se anotaron.
Según la ley, la decisión superior está en manos del jefe del Poder Ejecutivo. Yo soy el Estado decía Luis XIV cuando lo coronaron emperador a los 19 años de edad. “El país de un solo hombre” con que Enrique González Pedrero intituló su biografía sobre Antonio López de Santa Anna. El jefe máximo. El gurú, el tlatoani, el tótem.
Y, bueno, bendita democracia que el góber abrió la llave para todos, pero ahora, tiene en el escritorio cuatrocientos treinta y tres (433) polvorines para tomar una decisión, quizá en base a la meritocracia, acaso en razón de la militancia en MORENA, quizá con una llamadita del Palacio Nacional, acaso compromisos partidistas, etcétera.
Pero sea como sea, ojalá y sea para bien de Veracruz y en ningún momento, como ya lo gritoneó el presidente de la Mesa Directivo del Congreso, José Manuel Pozos Castro, de que “nada de amiguitos”, con todo y que él mismo (ex PRI, ex PAN, ex PRD y MORENA de última hora) impuso a su hijito, José Manuel Pozos del Ángel como subsecretario de Finanzas y Planeación.
CONGRESO MORENISTA… AVILÓN
En un principio, Pozos Castro, a nombre de la mayoría simple de MORENA en la LXV Legislatura, se quiso adueñar del proceso de selección y elección del nombramiento de los trece magistrados.
Por ejemplo, el gobernador ha de proponer las ternas y enviarlas al Congreso para su debate y aprobación, de proceder.
Si en el Congreso hay receso, entonces, la Comisión Permanente votará y luego cuando haya pleno la ratificación o rectificación.
Lo anterior significa que en estricto sentido, el Congreso ninguna facultad tiene, como lo hicieron ahora, para recibir propuestas, ni menos, mucho menos, para ventilar los nombres de los 413 aspirantes.
Y menos, cuando envalentonado Pozos Castro anunció que harían un análisis previo de todos y cada uno de los 413 para luego, oh democracia, rasurada la lista enviarla al gobernador.
Entonces, y como era lógico, algunos de los aspirantes se inconformaron y hasta amenazaron con un amparo y la LXV Legislatura de Pozos Castro reviró.
Se trató, claro, de un procedimiento viciado de origen, trastabillaron y compusieron la nota.
Así, el Congreso quedó como simple Oficialía de Partes y trasladó la lista de los 433 al escritorio del gobernador, y quien ahora, como el viaje de San Pablo a Damasco, tendrá una revelación iluminadora desde lo más profundo de sus neuronas frías para tomar una decisión.
Es decir, abrieron la llave pero regaron el tepache.
Les faltó oficio dice el politólogo Ramón Benítez.
LISIADO EL PODER LEGISLATIVO
En las próximas horas, el góber habrá de tomar la decisión de entre los 433 aspirantes a magistrados, pues la LXV Legislatura tendrá su última sesión del año el día 27 de diciembre, y ni modo de dejar para el año entrante una medida que tiene por ahora lisiado al Poder Judicial por las trece vacantes.
El primer filtro, será, digamos, revisar el currículo de los 433 para escudriñar si cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 58 de la Constitución Política local. Incluida la adición de última hora de que los aspirantes que hayan ocupado una secretario del gabinete legal o equivalente, la Fiscalía, una diputación local o federal o el senado, o haber sido presidentes municipales un año previo al nombramiento quedan fuera.
Quizá por este anexo fue que el ex presidente municipal de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, retiró de última hora su registro, aun cuando al mismo tiempo despertó al monstruo porque el microscopio será puesto en otros con antecedentes semejantes o paralelos.
Luego, el góber valorará en su fuero interno y externo, con la mente fría, digamos, la lista depurada de litigantes, académicos y ex funcionarios que puedan servir al Estado, nunca al jefe del Poder Ejecutivo, desde el Tribunal Superior de Justicia.
Y en el trance abrirá la puerta del cielo a los trece palomeados, conscientes todos de que si Cuitláhuac anunció que su salario mensual será de 65 mil pesos, se ignora sin contar prestaciones, entonces, todos ellos percibirán un sueldo menor.
Es decir, por el puritito amor a Veracruz ahora cuando en el país se vive la república amorosa y el mundo político se purificará por decreto.
Desde luego, ninguna fecha tope ni fatal existe para que la luz del Sínodo de un solo hombre, el góber, alumbre la vida de los trece elegidos (los trece apóstoles de Cuitláhuac que serán en el TSJ) y pudiera irse al año entrante.
Pero, bueno, cuando el Poder Judicial está lisiado desde hace más de un semestre, y como dijo el secretario General de Gobierno con el caso del Fiscal Jorge Wínckler, los nombramiento se harán públicos, si no como regalo de navidad (porque el tiempo les ganara) como regalo de día de reyes.
Y si algún impedimento existiera, pues luego enseguida vendrá el día del amor y la amistad.
