Luis Velázquez
Veracruz.- Hay, dice el líder sindical de la CONTU, que aglutina a 90 universidades públicas, Enrique Levet Gorozpe, “una herencia de maldita de Enrique Peña Nieto a AMLO, el presidente electo”.
Y es, precisa, el atolladero educativo, presupuestal y laboral de la educación superior.
Incluso, dice, es la herencia perversa de Peña Nieto a Andrés Manuel López Obrador.
Y perversa, porque pidiendo Peña Nieto resolver el pendiente pues hay dinero oficial, le “ha pasado el bote” diciéndole ‘resuélvelo tú’.
Según el también dirigente del FESAPAUV, que aglutina a los 7 mil profesores de la Universidad Veracruzana, el problema significa tres mil millones de pesos y que por lo pronto afecta a cuarenta mil familias de académicos, administrativos y autoridades.
Más indicativo, porque Peña Nieto dejó crecer el problema y como ya se vale, le vale, dice Levet Gorozpe.
Mientras, Esteban Moctezuma Barragán, el futuro secretario de Educación Pública, “anda distraído, entrampado, apendejado, sin tomar conciencia”, con las tribus y las hordas del SNTE, la parte disidente al SNTE cuya gurú es Elba Esther Gordillo, y la CNTE.
Y diez universidades del país en la peor crisis económica y social de que se tenga memoria en el país.
Las siguientes:
Las universidades autónomas de Morelos (en huelga), Michoacán (que sólo pagó el 30 por ciento del salario en la última quincena), Zacatecas, Nayarit y Tabasco.
Oaxaca, Guerrero, Querétaro y la Antonio Narro de Coahuila y la Universidad Autónoma de Coahuila (tomada la rectoría ante la falta de pago de las prestaciones).
Por eso mismo, hacia los días 29 o 30 del mes que corre, la CONTU ha convocado a un paro nacional de las universidades públicas, pues con tantos desplegados publicados en la prensa nacional, “nadie hace caso, ni nos pela”, quizá porque los desplegados han dejado de funcionar.
Enrique Peña Nieto, dice Levet Gorozpe, es un incapaz y un inepto.
Un sexenio fallido, mientras que AMLO ni entiende ni atiende el pendiente.
Así, el país puede caer en una situación grave en materia económica y política.
“Si AMLO deja de dar viabilidad a su programa de gobierno puede enredarse en los conflictos y que poco a poco le estallarán” dice el experto líder sindical de la educación superior.
POLVORÍN EN LAS UNIVERSIDADES
Todavía por lo siguiente: hay otras universidades públicas a punto de caer en la catástrofe.
Entre ellas, las siguientes:
Las de Guerrero, Chihuahua, la Carmelita de Campeche, Chiapas, y la Universidad Veracruzana.
En lo que significa una radiografía de los oscuros, más que de los claros, de la educación superior, Levet resume:
Las universidades cayeron en el entrampado anterior por lo siguiente:
Uno. El presupuesto ordinario y el subsidio federal de este año se agotó.
Dos. Se agotó porque en las universidades pagaron cosas determinadas fuera de presupuesto como las plazas y las prestaciones no reconocidas.
Tres. La mala administración en algunas casas de estudio.
Cuatro. El sistema de pensiones, un polvorín.
Cinco. El uso indebido de recursos en algunas rectorías.
Seis. El gobierno federal desatendió la universidad pública, a tal grado que el Peñismo sólo tuvo sus universidades consentidas, como la UNAM con el doctor José Narro, a quien, incluso, convirtió en secretario de Salud y hasta en precandidato presidencial, y en contraparte dio la espalda a las universidades estatales.
UNA OCURRENCIA LAS UNIVERSIDADES DE AMLO
AMLO, el presidente electo, anunció la creación de cien universidades en el próximo sexenio para abastecer la demanda estudiantil.
Pero, dice Levet, se trata “de una ocurrencia”.
A: No están bien planeadas.
B: No hay programas educativos definidos.
C: “Es un simple decir”.
Y es un simple decir, porque, y por ejemplo, entre Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto crearon en doce años de gobierno ni más ni menos que ciento ochenta universidades en el país,
Cierto, cierto, cierto, puros tecnológicos y politécnicos en las regiones rurales, en tanto descuidaron la educación superior en las zonas urbanas.
Bastaría referir que la matrícula en la Universidad Veracruzana es de 65 mil estudiantes.
Y en los tecnológicos estatales, 80 mil alumnos.
Y en los tecnológicos federales, 35 mil
Y en la UPAV, Universidad Popular Autónoma de Veracruz, unos 15 mil.
El Tecnológico de Alvarado, por ejemplo, se ha ramificado con campus, tipo Universidad Veracruzana, en otros poblados suburbanos y rurales como Medellín, Ángel R. Cabada y Lerdo de Tejada.
Los tecnológicos y politécnicos se extendieron, reitera el líder nacional de la CONTU y estatal de la FESAPAUV, en los lugares pobres, pero…, al mismo tiempo, el desbalance educativo superior en las regiones urbanas.
CALLADA LA ANUIES POR CONVENIENCIA
Además, y lo peor, el Peñismo recortó los fondos extraordinarios de las universidades públicas (más de ocho mil millones de pesos) y que originaron cráteres lunares en los siguientes rubros:
Uno. El desequilibrio financiero.
Dos. El achicamiento de las plantillas laborales.
Tres. Los fondos extraordinarios para las reformas estructurales del sistema de pensiones.
Cuatro. El fondo de modernización de la educación superior.
Y cinco. El desarrollo personal académico.
Y en contraparte, mientras la educación superior “hace agua”, la ANUIES, que aglutina a las universidades públicas de la nación, “callada, invidente (no mira ni escucha), pues no quiere crear conflictos para así transitar, de manera tersa, del Peñismo al Obradorismo.
Su titular, Jaime Valss Esponda, exrector de la Universidad Autónoma de Chiapas, dice Levet, quiere seguir pegado en la ubre presupuestal.
Dice Levet Gorozpe:
“He tocado puertas en las secretarías de Educación, Hacienda y Trabajo y Previsión Social y en las Cámaras de Diputados y Senadores, y he publicado desplegados, y nadie me ha escuchado. Es la hora de un paro nacional”.