Luis Velázquez
26 de marzo de 2018
El gobernador Yunes juega la batalla política más importante de su vida. El trono imperial y faraónico para el hijo mayor. Y apuesta todo, absolutamente todo. Su estrategia electoral, por ahora, incluye las siguientes acciones:
Una. 700 mil despensas alimenticias a los pobres una vez al mes y que valen unos 140 pesos. Encorajinado, su secretario de Desarrollo Social llamó “Diputada Mitotes” a Rocío Nahle por evidenciar la medida.
Dos. Apoyos extraordinarios en efectivo a madres solteras.
Tres. Becas escolares a los hijos de las madres solteras.
Cuatro. Rebaja de impuestos a más de diez mil concesionarios del transporte público de pasajeros.
Cinco. Anuncio de una obra carretera singular de norte a sur y de este a oeste.
Seis. Inauguración de la obra de infraestructura que va quedando, entre las que se cuentan la obra pública inconclusa de Javier Duarte. El Hospital Infantil más importante de América Latina, por ejemplo.
Siete. La construcción de un Veracruz sin bloqueos de carreteras y de calles y avenidas en las ciudades. Y a la par, la firmeza para que la policía desaloje, a madrazo limpio si es necesario, a los marchistas. El operativo en la carretera de Misantla, cuando el presidente Enrique Peña Nieto anduviera por allá, fue el último.
EL GLADIADOR AZUL
Ocho. La misma mano firme en la campaña sistemática en contra de AMLO, el candidato presidencial de MORENA. “Yo soy la horma de tu zapato”, le dijo. “Yo tengo tu expediente negro”, le avisó. Su último rafagueo fue para defender la reforma energética. Peña Nieto, feliz, con un gladiador panista así. El enemigo del presidente es su enemigo.
Nueve. Incluso, la actitud del gobernador ante el presidente originó que el candidato priista, Pepe Yunes Zorrilla, rechazara la versión popular, mejor dicho, expuesta en el carril político, de una componenda insólita: Miguel Ángel Yunes Márquez ganador en las urnas de la silla embrujada, en tanto Pepe Meade ganador en las urnas de Veracruz para Los Pinos. “Juego a ganar” dijo Yunes Zorrilla.
Diez. El Yunes azul inició el sexenio con la rendición de cuentas de su antecesor y su gabinete legal y ampliado. Poco a poco fue llenando el penal de Pacho Viejo de políticos presos. Pero ahora, y de cara a las 5 elecciones del primero de julio, se volvió una estrategia electoral. Tan es así que ofreció un millón de pesos por datos infalibles que lleven a la captura del ex secretario de Seguridad Pública, José Nabor Nava Olguín, acusado de desaparición forzada, el delito de lesa humanidad que tanto estremeció a Javier Duarte y Arturo Bermúdez Zurita.
Once. El terrorismo se ha multiplicado. El primer aviso fue del Contralor Ramón Figuerola Piñera de que 315 ex y funcionarios públicos del duartazgo tienen expedientes penales en proceso por el presunto desvío de 48 mil millones de pesos. Calambres que han paralizado a parte de las elites priistas.
Doce. El segundo aviso fue lanzado por el titular del Órgano de Fiscalización Superior, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, de que hay 139 denuncias penales contra igual número de ex funcionarios por clavarse 29 mil 879 millones.
Trece. El tercer aviso fue por el mismo titular del ORFIS a ciento veinte ex presidentes municipales que en el mes de diciembre 2017 entregaron los Ayuntamientos de que tienen irregularidades en la Cuenta Pública. Y mientras “son peras o manzanas”, el calambre total.
Por ejemplo, si alguno aparece operando a favor de algún candidato a gobernador, del PRI o de MORENA, entonces, ya lo sabe, el ORFIS lo pondrá de inmediato en “el ojo del huracán”.
Por eso, incluso, el titular, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, habría sido exonerado del reality show de los veinte milloncitos de pesos cubiertos por Javier Duarte a cambio del silencio.
BOMBARDEO PARTIDISTA
Catorce. Jefe del Poder Ejecutivo, jefe de los poderes Legislativo y Judicial, jefe de las corporaciones policiacas, jefe máximo de la Fiscalía, jefe de parte de las cúpulas eclesiásticas, el gobernador torpedea a los partidos políticos adversarios y les causa bajas en su militancia.
Por ejemplo, los diputados priistas y de MORENA que desertaron de sus partidos y se afiliaron al PAN.
Entre ellos, Sebastián Reyes, Eva Felícitas Cadena, Míriam Judith González Sheridan, Regina Vázquez Saut y Basilio Picazo.
Las versiones de que “por abajo del agua” están operando de su lado los diputados federales Érick Lagos Hernández y Jorge Carvallo Delfín, para salvar el pellejo, además de Gabriel Deantes Ramos.
El último ramalazo fue con la renuncia de los líderes de la “Vía Veracruzana”, Felipe Amadeo Flores Espinoza y Mario Tejeda Tejeda, al tricolor, llevándose, claro, su organización política a la cancha azul.
Quince. El anuncio de que la llave de la secretaría de Finanzas y Planeación ha sido abierta para suscribir convenios con parte de los medios escritos, hablados y digitales.
Dieciséis. La gran negociación con Dante Delgado Rannauro, el tótem del Movimiento Ciudadano, para mantener al MC en la tríada con el PAN y PRD cobijando la candidatura del hijo mayor y de que de manera visible se tradujo, por lo pronto, en trece nominaciones a diputados locales y federales.
Diecisiete. El reparto de las mieles a los jefes tribales del PAN y PRD con las candidaturas a diputados locales y federales.
El caso más notorio, entre otros:
El presidente del CDE del PAN, Pepe Mancha, impuso a su esposa de candidata pluri a diputada local y quien feliz alardea en facebook viajes por el mundo.
ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
En el año 2016, Miguel Ángel Yunes Linares fue candidato del PAN y PRD a la gubernatura.
Y teniendo el aparato oficial de Veracruz y federal en contra…
Y al 95, 96, de los medios en contra…
Y al Congreso local en contra…derrotó al PRI.
Y ahora, como jefe del Poder Ejecutivo y su primogénito de candidato, la posibilidad se multiplica.