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Expediente 2018: Las mismas caras de siempre; el colmo del autoritarismo político: gubernatura de Puebla para la esposita

El Piñero

Luis Velázquez

20 de febrero de 2018

Jaime Torres Bodet tiene un poema donde habla de las mismas caras y las mismas pláticas que suelen reunirse en los eventos políticos.

Pero también, los favorecidos a la hora del reparto de las mieles.

Y aun cuando el poema fue escrito en el siglo pasado su vigencia puede advertirse en el siguiente reparto de las grandes tajadotas del pastel:

Josefina Vázquez Mota (¡Dios mío, hazme viuda!), fallida candidata presidencial y fallida candidata a gobernadora del estado de México, premiada ahora con la candidatura plurinominal al Senado, es decir, sin hacer campaña, sin gastar un solo centavo y sin exponerse a una derrota, pues va en el número uno de la lista y la tiene ultra contra súper amarrada.

Vázquez Mota, la mismita a quien el presidente Enrique Peña Nieto le autorizara mil millones de pesos para una fundación social, ajá, sobre los migrantes en Estados Unidos, hosanna, hosanna.

Miguel Ángel Mancera Espinoza, jefe de Gobierno en la Ciudad de México, fallido aspirante a la candidatura presidencial del PAN, PRD y MC, en segundo lugar de la lista pluri al Senado, luego, incluso, de que asegurara que después de la nominación a Los Pinos… nada le interesaba.

En tercer lugar de la lista privilegiada, Indira de Jesús Rosales San Román, quien en menos de lo que canta un gallo tiene ya, ya, ya, carrera meteórica. De secretaria en el Ayuntamiento de Boca del Río a secretaria de Desarrollo a candidata al Senado de la República.

En el otro lado del río, las mismas caras.

Por ejemplo, Manlio Fabio Beltrones, ex de todo menos de secretario de Estado y presidente de la república, impuso a su hija Sylvana, diputada federal, como candidatura pluri del PRI al Senado.

Entonces, que los quisquillosos de Veracruz le bajen a la bilirrubina cacareando que el gobernador Yunes tiene a su primogénito de candidato a la silla embrujada del palacio de Xalapa.

Y es que Sylvana Beltrones, con su papi, tiene claro el objetivo: de diputada federal a Senadora y candidata a gobernadora luego de la beltronista Claudia Pavlovich.

Dios, el Señor Todopoderoso de cada quien, y como escribió Ramón López Velarde en “Suave Patria”, escrituró para las cúpulas políticas los cargos públicos.

Entre ellos, las mismas caras, los mismos rostros, repartiéndose las mieles del poder.

Allá los once millones de indígenas del país, desde Sonora hasta Yucatán (el hijo de Emilio Gamboa Patrón, diputado federal) pasando por Veracruz, que sigan de pobres y “de pobres entre los pobres”.

 

LA GUBERNATURA PARA LA ESPOSITA

 

El colmo del autoritarismo político cuando hay diecisiete ex gobernadores acusados de pillos y ladrones y presos algunos (Javier Duarte, Roberto Borge, César Duarte, Andrés Granier, Guillermo Padrés, Tomás Yarrington, Eugenio Flores Hernández y Mario Villanueva, entre otros), es Rafael Moreno Valle Rosas.

A: Ex gobernador de Puebla.

B: Fallido aspirante a la candidatura presidencial del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

C: Su esposita, impuesta como candidata del llamado “Frente por México” a gobernadora de Puebla.

Y D: Moreno Valle, candidato pluri al Senado de la República en el quinto lugar de la posibilidad.

Tal cual, el pecado de lesa humanidad de Graco Ramírez, gobernador de Morelos, de imponer a su hijo adoptivo (antes decía que era su hijastro) como candidato del PAN, PRD y MC, al trono imperial y faraónico resulta una vacilada.

Y vacilada también, pequeña cosa, la decisión dictatorial de la presidenta municipal de Córdoba, panista Leticia López Landero, de imponer a su hija de candidata a diputada local y a su hermano de candidato a diputado federal.

Las elites, repartiéndose el poder, porque el mandato celestial así lo permite y valida.

Las mismas caras de siempre decía Torres Bodet.

 

“LA MORAL, UN ÁRBOL QUE DA MORAS”

 

Los científicos sociales dirán que en todo caso se trata de la carrera civil tan soñada para garantizar que los políticos con suerte y relaciones amicales de poder sigan creciendo, y desde luego, quedándose con las tajadas más grandes.

¡Vaya justificación!

Y más, porque los políticos han llevado al país a los primeros lugares mundiales de corrupción, en tanto en México todos ellos están en el sótano de la confianza ciudadana, al mismo nivel, por ejemplo, que los policías, además de los policías con sus jefes aliados con los carteles y cartelitos, caso Veracruz con Javier Duarte.

Y más, con el resultado social documentado por el CONEVAL de que, y por ejemplo, en Veracruz 6 de cada 10 habitantes están en la miseria, la pobreza y la jodidez, con todo y que de pronto sacaran de la estadística negra de la marginación social al estado jarocho ahora con la yunicidad.

Queda claro, entonces, que en política, y a tono con el relato bíblico, “muchos son los llamados y pocos los elegidos”.

Y que unos cuantos son los dueños del poder.

Plutarco Elías Calles, el sacrosanto fundador del partido político abuelito del PRI, PNR, lo predicó con el ejemplo:

Sus dos hijos, con cargos públicos en su mandato.

Cuatro de sus amigos (Emilio Portes Gil, Abelardo L. Rodríguez, Pascual Ortiz Rubio y Lázaro Cárdenas del Río), impuestos como presidentes de la república.

Además, claro, de que solía nombrar en los cuatro mandatos presidenciales a los suyos, su gente leal y fiel.

Rafael Moreno Valle, por ejemplo, fue señalado de la más feroz y cruel y sórdida represión contra los disidentes, los contestatarios, los marchistas y los reporteros incómodos, y no obstante tantos agravios a los derechos humanos, dueño del poder, impuso a su esposa para la gubernatura y él mismo amarró la candidatura pluri al Senado.

Todos ellos ganarán en las urnas, pues tienen, además, el dinero suficiente para comprar lealtades y conciencias, pero sin inspirar ningún respeto moral.

En todo caso, la moral pública “es un árbol que da moras” decía el cacique potosino, Gonzalo N. Santos.

 

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