Luis Velázquez
Veracruz.- El góber electo está “mirando moros con tranchetes”. Levita. Quizá habría tenido, igual que Francisco Ignacio Madero y Plutarco Elías Calles, un viaje esotérico. Y desde el más allá, la revelación de los médiums y los espíritus.
Por ejemplo, lanzó la versión de que “podría haber contubernio entre Miguel Ángel Yunes Linares, el Fiscal Jorge Wínckler y Arturo Bermúdez Zurita”, secretario de Seguridad Pública de Javier Duarte, para ser liberado.
Podría. Podría. Podría. Futuro. Un tiempo verbal que entra en el terreno de la suposición.
Dice un priista. “Tú, difama, que algo queda y hace daño”.
Se ignora la fuente confiable del góber electo para una versión horrorosa de tales dimensiones.
Y si fue por una columna periodística de Xalapa, entonces, caray, mal andamos.
Se basan, por ejemplo, en que el juez exoneró a Bermúdez Zurita del delito de enriquecimiento ilícito.
Pero al mismo tiempo seguirá preso en el penal de Pacho Viejo porque tiene encima el delito de desaparición forzada y que significa, en el lenguaje universal, la alianza (sórdida y siniestra) de políticos, jefes policiacos, policías, carteles y sicarios y pistoleros.
Simple y llanamente, si Bermúdez fuera declarado inocente antes del primero de diciembre del año que corre y dejado en libertad, significaría el peor error político, la peor incongruencia jurídica, política y social, de Yunes Linares, y lo que, se antoja inverosímil.
Nunca Yunes lo permitiría.
Se podrá decir que el político ex priista y panista tiene genes y vísceras, ADN, intensas y violentas. Que es peleador callejero. Que se ha embroncado con algunos amigos y con quienes ha salido mal.
Pero que “podría” liberar a Bermúdez sería el peor acto suicida de un suicida.
El góber electo levita en viaje esotérico. La futura secretaria del Medio Ambiente de AMLO cree en los duendes. Y la futura subsecretaria de Gobernación está licenciada en energía cósmica y cura con un juego de manos la depresión, la migraña y las adicciones.
¡Qué más da futurizar!
DEMASIADAS, EXCESIVAS MANCHAS
Sobre el titular de la SSP en el sexenio anterior pesan demasiadas, excesivas manchas. Entre ellas, la desaparición forzada.
Su segundo, José Nabor Nava Holguín, también está acusado del mismo delito y desde el 9 de febrero del año que corre la yunicidad ofrece hasta un millón de pesos por su cabeza.
Meses anteriores, diecinueve policías y delegados fueron detenidos y encarcelados en el penal de Pacho Viejo, acusados de desaparición forzada.
El 27 de agosto, 2018, ocho policías más fueron detenidos acusados del delito de desaparición forzada y a quienes, incluso, ya les dieron auto de formal prisión.
Los diecisiete Colectivos y Solecitos siguen buscando fosas clandestinas y de acuerdo con la vocera Lucía Díaz Genao, hay en Veracruz unos treinta mil desaparecidos más.
Además, de los quinientos cadáveres que “podrían” (el podrían de Cuitláhuac García) estar sepultados en las fosas clandestinas de Colinas de Santa Fe, en el puerto jarocho, con la fama pública (o al menos, declarada) de la más grande de América Latina.
Los Colectivos continúan cabildeando en foros nacionales e internacionales exigiendo justicia.
El PAN (y el PRI) perdieron la presidencia de la república, la mayoría en el Congreso de la Unión, la gubernatura de Veracruz y la mayoría en el Congreso local y que en su conjunto significa vientos huracanados en contra.
En tres meses, Miguel Ángel Yunes padre entregará la estafeta a Cuitláhuac García y sería mal fario, mal karma, liberar a Bermúdez.
Incluso, por ahí fue publicado el trascendido de un pleito en la Fiscalía por el caso Bermúdez, pero sin detalles ni precisiones, y quizá de ahí se agarró el góber electo para levitar, de igual manera como, por ejemplo, suele treparse en una versión de los medios para tronar contra la yunicidad, como el acoso sexual en el Instituto Veracruzano del Deporte.
OBSESIÓN DE CUITLÁHUAC
El Fiscal Jorge Wínckler y el Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio, se han vuelto una obsesión para el góber electo.
“A tiro por viaje” repite y cacarea que los dos serán destituidos.
En el caso de Wínckler, juicio político con sus 29 diputados locales de MORENA en el Congreso local, y en el caso de Marcos Even, primero boletinó que se lo pidió a la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y luego reculó y dijo que se encargarán los legisladores morenistas en la LXV Legislatura.
El agarrón, claro, será bueno. Habrá suficiente material para divertirse como de hecho ya, pues en un lado del ring político y legislativo, Cuitláhuac y sus diputados, y en el otro, los defensores a ultranza de Wínckler y Torres Zamudio, desde algunos Colectivos hasta diputados locales del PAN, incluso, hasta con un lenguaje de cantina ramplona y barata.
De consumarse la posibilidad se repetiría la misma historia de cuando a finales del año 2016, el Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, elegido por el Congreso para un periodo de nueve años, fue destituido, con todo y que ahora duerme en el penal de Pacho Viejo.
Ni hablar, el ajuste de cuentas de las generaciones políticas en el efímero poder gubernamental.
Pero de ahí a que existan “sospechas fundadas” de que Yunes, Wínckler y Bermúdez “podrían estar en contubernio” para la libertad del ex titular duartiano de la SSP, caray, se antoja una disparidad.
El mundo local y nacional se le iría con todo y en todo al Yunes azul, encabezados, entre otros, por los padres de Gibrán Martínez, el cantante de “La Voz México”, el “DJ Patas”, Fernanda Rubí y los cinco jóvenes de Playa Vicente levantados y desaparecidos en Tierra Blanca por los policías al mando del delegado Marcos Conde y entregados a los malandros de la región.