Luis Velázquez
04 de mayo de 2018
El gobernador Yunes sigue con una lupa a los medios. Y entre más cerca, mejor. La lámpara de Diógenes sobre ellos. Un monitoreo sistemático a la circulación de la prensa escrita. Y, también, claro, a la devolución. Un marcaje al rating de los noticieros de radio y televisión. La pista cibernética a los portales y blogs. Y a las redes sociales, Twitter, Facebook, periscopes y anexos, conexos y similares.
Por eso, incluso, mantiene su filosofía política. “Ni un quinto para los medios”, dijo. Y aventuró: “Los medios han de aprender a vivir de sus medios”.
Pocos, excepcionales, han podido.
Tan es así que de acuerdo con las versiones hay medios apadrinados por uno que otro político para buscar la misericordia azul.
Y más, luego de que unos han cerrado. Otros, está a punto. Otros más, han enflaquecido. Periódicos más delgados. Cerradas las corresponsalías. Despido de reporteros.
Pero, bueno, si Javier Duarte aseguraba que en Veracruz había ocho mil reporteros y fotógrafos y 500 medios, entre impresos, hablados y digitales, entonces, “hay mucha leña que cortar”.
AUDITORÍAS DE YUNES
El marcaje del jefe máximo de la revolución azul que en el año 2016 acabara con la hegemonía priista es inverosímil.
Por ejemplo: nadie como él tiene el informe probado y comprobado de la circulación. En cada pueblo. Y en cada región.
Incluso, sabe de los medios líderes en el mercado local.
Sabe de los medios en caída libre y de los medios sustitutos y de los medios repuntando y de los medios agonizando.
La empresa particular a cargo de… ha checado de puesto en puesto y de voceador en voceador la devolución, pues, ya se sabe, una cosita es el tiraje reportado de cada periódico y otra la circulación real y otra, terrible muchas veces, la devolución.
Y más, cuando hay medios que ni siquiera son aceptados regalados, por ejemplo, en el café de preferencia, para los comensales.
Y más, cuando Miguel Ángel Yunes Linares ganó la gubernatura con el 95, 96, 97 por ciento de la prensa en contra, toda al servicio de Duarte, quien en el casi sexenio que le tocó llevar (y llevar mal, por desgracia) canalizó trece mil millones de pesos a cambio del incienso a su paso.
CIRCULACIÓN Y RATING “PATITO”
El último monitoreo fue en el mes de febrero. Ahorita, lo actualizan.
Pero en la mesa del góber azul está la auditoría histórica. Y que en conjunto muestra y demuestra un escenario desfavorable para los medios con una circulación y rating “patito”.
En la versión oficial se dice que la secretaría de Gobernación aplica desde siempre una auditoría a los medios.
La ley establece, por ejemplo, que si un medio cabildea publicidad federal antes ha de aceptar una auditoría, más allá de aquel axioma presidencial de José López Portillo de que “te pago para que me pegues”.
Pero Yunes trabajó con Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa y sabe de la auditoría a los medios.
Y en la silla embrujada del palacio de Xalapa sólo ha reproducido aquel esquema para que así nadie salga “con que a Chuchita la bolsearon”.
Diríase, incluso, que el góber sabe más de la circulación y del rating de un medio que su propio jefe de circulación y su gerente.
Por eso tiene el dato fidedigno del liderazgo local o regional de cada medio.
Y más en un Veracruz, que de igual modo en el resto del país, sólo hay medios locales. Ninguno regional. Menos, mucho menos, estatal.
Un diario, por ejemplo, del sur de Veracruz es un inmenso desconocido en el norte de la entidad, y viceversa, y más en un Veracruz más grande que varias naciones de América Central, Guatemala, Honduras, Salvador, Nicaragua.
Incluso hay medios que únicamente circulan en el pueblo donde se editan. Y lo peor, circulan mal. Digamos, sólo, y mal, en la zona urbana, pues ni siquiera llegan a las colonias populares.
Por ejemplo, en una ciudad de unos 50 mil habitantes, apenas, apenitas y el tiraje es de unos 3, 4, 5 mil ejemplares. Y la devolución es de más del 50 por ciento.
Claro, hay portales cuyos dueños alardean tener lectores en Asia y en África y en el Medio Oriente.
Fiebre enloquecida, ganas, petulancia, de cada quien de sentirse importante.
La lupa azul está sobre los medios como una guillotina.
Los tiempos, ya se sabe, han cambiado, o estarían.
Y si Yunes ganó el trono imperial y faraónico con la mayoría de los medios en contra, peor aún ahora cuando los trae auditados.
Desde luego reza el proverbio, cada sacerdote tiene su capilla y sus feligreses de igual manera como cada medio sus lectores y/o, como les llaman, ciberlectores.
Pero por más y más lectores que sean creando y recreando lo que en el siglo pasado denominaban opinión pública, en el año 2017 el PRI perdió 170 presidencias municipales en un día, y lo que significa que los medios aliados al tricolor nada, absolutamente nada pudieron influenciar en la población electoral para cambiar la tendencia social del hartazgo creciente.
Por eso, Yunes y compañía apuestan a sus redes sociales, tuitazos, facebooks y memes y, también, claro, noticias falsas.
La circulación de la prensa escrita y el rating de radio y televisión, y ni se diga portales y blogs, en el peor momento de sus vidas en Veracruz.
Hora, pues, “de poner las barbas a remojar” para que cada uno, digamos, se reinvente.