Luis Velázquez
03 de enero de 2018
La noche de navidad y la noche de fin de año en Soledad de Doblado fueron fatídicos. El infierno. En el cielo sólo retumbaban los tiros. De norte a sur y de este a oeste del pueblo, el rafagueo. Cierto, la cultura azteca en su esplendor. Las últimas horas del año celebradas con tiros. Pero al mismo tiempo, el miedo y “el miedo al miedo” y el temor y el terror.
La última noche del año, algunas familias se fueron de la cabecera municipal a esperar el año nuevo con sus familias en otras ciudades, donde, digamos, el bombardeo disminuye.
Una bala perdida a cualquiera se le puede atravesar. Un loco, un malandro, un capo, un cartel, un cartelito, borracho, “hasta las cachas”, disparando, más que al cielo, a la noche, a ras del suelo.
El anecdotario, sin embargo, tiene un cimiento fuera de serie. Proviene dela estadística del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad. Veracruz en la numeralia de la vida cotidiana:
A: Al mes de noviembre de 2017, hace 31 días, en el municipio de Acayucan, en Veracruz, el Veracruz del gobernador Yunes, el Veracruz del secretario Jaime Téllez “Mallié” (así le llaman los taxistas luego de desmayarse), los homicidios crecieron en un tres mil cien por ciento, con lo que se prefiguró como la demarcación más violenta del país (Proceso 2148, Mathieu Tourliere).
Y aun cuando en Acayucan sólo se registraron 64 asesinatos, de cualquier forma se disparó de manera insólita.
B: El municipio que ocupó el segundo lugar nacional en homicidios fue Los Cabos, Baja California Sur, donde crecieron en un dos mil por ciento.
C: El más alto crecimiento de homicidios dolosos se ubicó del año 2014 (tiempo de Javier Duarte) a noviembre de 2017 (tiempo de Miguel Ángel Yunes Linares) en 115 municipios del país, de los cuales, 23 se ubican en Veracruz (el más alto de la nación), 18 en Puebla (segundo lugar) y siete en Guerrero y Colima (empatados en tercer lugar).
LA LEY DEL PLOMO
D: En siete estados se cometieron la mitad de los asesinatos en el país en el año que termina: Guerrero, el Estado de México, Baja California, Chihuahua, Veracruz, Sinaloa y Jalisco.
Veracruz, cierto, la gran reserva electoral del país con la Ciudad de México, estado de México y Jalisco, pero de igual forma en las grandes ligas de los crímenes.
Igual, digamos, que en el duartazgo.
E: Minatitlán, en Veracruz, es el municipio con Matamoros, Tehuacán, Tepic, La Paz, Mazatlán, Culiacán, Tlajomulco y Querétaro, donde se concentran los municipios bajo la ley del plomo más acendrado.
F: En Veracruz están los “municipios más sofocados por los asesinatos”, al mismo nivel que en Clima, Michoacán, Durango, Zacatecas y Guerrero.
G: El Estado de México, seguido por Baja California, Chihuahua y Guanajuato, como punteros en los feminicidios.
Pero en Veracruz y Colima, el número de feminicidios se cuadriplicó. En el caso de Veracruz, pasó de 43 a 139 crímenes de género en el año que terminara.
H: “Desde el año 2010, en seis municipios de Veracruz la violencia creció a la par que el empobrecimiento de la población.
En Poza Rica, por ejemplo, la pobreza se elevó de 29.8 por ciento en 2010 a 41.4 por ciento en 2015. En ese periodo el número de homicidios pasó de 14 en 2014 a 73 en 2017, es decir, se elevó en 420 por ciento”.
En las mismas circunstancias, o peores, tanto en inseguridad como en pobreza, miseria y jodidez, están Cosoleacaque, Coatzintla, Orizaba, Cosamaloapan, Tuxpan, Córdoba y Xalapa.
TERRITORIO MINADO
Con todo y las juntas cumbres de cada ocho días de la yunicidad con las fuerzas federales y estatales…
Con todo y el discurso oficial de que “vamos bien y vienen mejores tiempos” (por cierto, cacareado hasta el exceso en el duartazgo)…
Con todo y que el secretario de Seguridad Pública duerme sólo dos horas cada día y con todo y que acaso por eso mismo se desmayó, pues las 22 horas restantes está con “el ojo parado” velando por la seguridad en la vida y los bienes de los 8 millones de habitantes de Veracruz…
Con todo y que “es fácil criticar desde afuera”, por ejemplo, desde la computadora y la mesa en el café…
Con todo y que el duartazgo era peor…
Con todo y que durante doce meses la yunicidad ha pasado culpando una y otra y otra y otra vez a Duarte y a los duartistas de todo lo malo, Veracruz permanece como una zona de muerte…
Un territorio minado…
Un espacio del mundo “donde la muerte tiene permiso”…
Un Estado Fallido dominado por un Estado Delincuencial.
Lo documenta el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Cuidado, entonces, con el proyecto político familiar.
En el año 2000, el PAN lanzó al PRI de Los Pinos, y hacia el año 2012, con Felipe Calderón (una década más perdida), el partido tricolor recuperó la presidencia de la república debido, entre otras cositas, a que el Felipismo acumuló ciento cincuenta mil muertos.
Ojo, la historia se está repitiendo.
En Veracruz, 6 de cada 10 habitantes están atrapados en la pobreza, la miseria, la jodidez, el desempleo, el subempleo y los salarios de hambre.
Medio millón de paisanos sólo hacen dos comidas al día debido a la precariedad en que viven.
Pero más, mucho más grave es la inseguridad.
Y más, porque una cosita es la incertidumbre y zozobra traducida en muertos, y otra, peor todavía, la impunidad.
De acuerdo con la organización “Impunidad cero”, más del 70 por ciento de los crímenes han quedado impunes.
Está muy bien (¡Aplausos, aplausos!, decía aquel) que nueve duartistas estén durmiendo en el penal de Pacho Viejo, sujetos a un proceso penal por ladrones y pillos.
Pero, caray, el boomerang puede revertirse a partir de la impunidad en que están quedando los homicidios, los feminicidios, los crímenes de niños, los secuestros, los desaparecidos, los robos y los asaltos.
En Soledad de Doblado, como en tantos otros pueblos de Veracruz, la muerte cabalga en un caballo como Incitatus, donde nunca, jamás, la hierba crecía cuando pasaba por ahí, invicto en el carril, jinete del Apocalipsis, el peor mal escapado de la caja de Pandora, “la noche más larga de los cuchillos largos”, “la noche de San Bartolomé”…