Luis Velázquez
Veracruz.- Caminan las precampañas electorales por la gubernatura. Pero están caminando en medio del lodazal y la guerra sucia. La de siempre, claro. Y como siempre, y como parte de las elites opositoras quedan sin argumentos, entonces, el estercolero. Uno de ellos, la vida privada.
Exhiben y ventilan en el tendedero la vida íntima, la vida familiar, la vida personal.
Bien dice el adagio ranchero, si quieres saber el nombre de tu padre… métete a la política que luego enseguida reventará en el carril político y mediático.
La intriga, que con la soberbia y la envidia, integran el triángulo de las Bermudas emanado de la fatídica caja de Pandora.
En el caso, y por ahora, la suciedad en contra del (pre) candidato del PRI a la silla embrujada del palacio principal de Xalapa.
Y como siempre, a través de la cancha, digamos, mediática, ahora, y de ñapa, cibernética.
Lo ha dicho antes el gobernador Yunes, “es fácil criticar (injuriar, mentir, lastimar, denostar) desde la computadora”.
Incluso, él mismo fue víctima en el año 2016 del aparato gubernamental duartiano, cuando el 90, 95 por ciento de la prensa se le fueron a la yugular, y todavía así, derrotó doble al partido tricolor, quedándose con la gubernatura y con la mayoría de curules en la LXIV Legislatura.
LA VIDA PRIVADA EN EL TENDEDERO
El politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica refiere el antecedente fatídico en Veracruz del rafagueo mediático a la vida privada de los políticos.
A: Los medios, las redes sociales y los políticos priistas se fueron contra Miguel Ángel Yunes Linares por la historia contada por la escritora Lydia Cacho en el libro “Los demonios del Edén”, y ningún efecto tuvo.
B: Las redes sociales se lanzaron contra Elizabeth Morales y Shariffe Osman por la foto donde aparecen trepadas en un yate abrazaditas y nada trascendió. Morales, por ejemplo, es delegada federal del ISSSTE, peleando la candidatura a Senadora de la República.
C: Una parte de los medios se fue contra Marcelo Montiel Montiel, ex delegado y secretario de la secretaría de Desarrollo Social, y Marcos Theurel Cotero, ex alcalde de Coatzacoalcos y secretario de Comunicaciones en el Fidelato, por una relación personal y que llegara a la Agencia del Ministerio Público, y nunca, jamás, trascendió en las urnas.
D: Luego del asesinato del columnista Manuel Buendía, el periódico Excélsior de Regino Díaz Redondo publicó a 8 columnas en portada un poema de amor que según el diario fue escrito para una pareja masculina, y quedó como la expresión más ruin y miserable del ejercicio periodístico.
La cuestión sexual, dice el maestro Ronzón, ha dejado de marcar la agenda pública.
A la clientela electoral, dice, ha dejado de importar si el político es casado, divorciado, juntado, madre soltera, gay o lesbiana.
“NADIE ESTÁ LIBRE DE PECADO”
Hay tiempos cuando los políticos se sienten rebasados y avasallados por la realidad adversa y entonces, precisa Ronzón, recurren a la guerra sucia.
Tal es cuando se han quedado sin argumentos para impactar en las urnas, por ejemplo, como es el caso que se está dando en Veracruz en una jornada cívica que terminará con la elección de diputados locales y federales, senadores, gobernador y presidente de la república.
Entonces, se van con la cuestión sexual, creyendo que así modificarán la tendencia del voto.
Pero en política, como en la vida, está claro:
Uno. La gente que conoce la vida de un político ningún cambio experimenta en su convicción, pues ya lo saben de su identidad.
Dos. La gente que desconoce su vida tampoco sufre un cambio, porque los tiempos son otros.
Y más, como ahora, cuando lo peor de la naturaleza humana se expresa en las redes sociales.
Además, se trata de la parte más ruin, sucia y mezquina del ser humano.
Además, y si se trata de erigirse en un moralista está claro que nadie “está libre de pecado”, y por añadidura, “nadie puede tirar la primera piedra”.
Mal hacen los políticos, entonces, que suelen financiar tales campañitas asquerosas creyendo que así descarrilaran al adversario y enemigo.
CADA QUIEN FERMENTE EN SU RUINDAD
La vida es así, y ni modo, “¡Aquí nos tocó vivir!” exclama un personaje de Carlos Fuentes Macías en una de sus novelas.
Habría, por ejemplo, de recordar cuando en la campaña electoral por la gubernatura en el año 2010, Fidel Herrera Beltrán en el palacio de Xalapa, Javier Duarte, su hijo putativo, de candidato, fue publicado un libro intitulado “El perro” en contra de Miguel Ángel Yunes Linares, el candidato del PAN.
El libro fue distribuido de norte a sur y de este a oeste como volante para descarrilar su nominación.
Se ignora si habrá sufrido efecto, pues en la cancha priista el operador electoral de Duarte era Fidel, quien, como él mismo dice, “nunca, jamás, ha perdido un volado”, a excepción de cuando su candidata a diputada federal por segunda ocasión, Carolina Gudiño Corro, fue derrotada en el feudo de los Yunes azules.
Pero, entonces, como ahora con Pepe Yunes Zorrilla, la mezquindad quedó expresada,
Y más, cuando en “el cuarto de guerra” de unos candidatos contratan a francotiradores de la pluma, la tecla, el tuiteo y la lengua para lanzarse contra el adversario.
Lo mejor, dice el profe Carlos Ronzón, es seguir para adelante, sin escuchar las intrigas y las malas entrañas, para que cada quien se fermente en su ruindad.