Luis Velázquez
23 de enero de 2018
El delegado del CEN del PRI en Veracruz, exgobernador y ex rector de la universidad pública de Colima, Fernando Moreno Peña, ha acuñado un nuevo término político. Se llama “Los priistas vulnerables”.
La filosofía política del delegado se refiere a los aspirantes y suspirantes a una candidatura a diputado local o federal y a senador de la república (cuya convocatoria ha sido publicada por el tricolor) que tuvieran, como Aquiles, un talón frágil.
Y por aquí entraran al carril electoral, en automático serían descarrilados, entre otras cositas, porque en el pasado inmediato habrían cometido ilícitos y/o estuvieran ligados a figuras simbólicas del partido tricolor, pero al mismo tiempo, decepcionantes y corruptas.
Incluso, por eso mismo, el delegado de Enrique Ochoa Reza en la tierra jarocha, repite como estribillo otra filosofía, la siguiente:
Ningún priista pillo y ladrón será candidato.
Todavía más:
Su filosofía le pone nombre y apellido y ha advertido a todos que ningún fidelista ni tampoco ningún duartista será elegido candidato.
La limpia, entonces (purga política le llamaban en el siglo pasado) va en serio.
Por eso, quizá, el ex priista Renato Tronco, ex diputado local y ex presidente municipal de Las Choapas, desertó del tricolor y ahora es panista, amarrada la candidatura a legislador local.
DESCARRILADO TRÍO DE PRIISTAS
Según las versiones, en los días que corren en una junta estelar del CDE del PRI filtraron los nombres de Anilú Ingram, delegada federal de la SEDESOL, y de Elizabeth Morales, delegado del ISSSTE, y Juan Carlos Molina Palacios, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias, como posibles precandidatos al Senado.
Y hasta donde se sabe si se sabe bien, la respuesta del delegado fue repetir su tesis política, social y electoral:
“Ningún priista vulnerable”.
Y cuando evidenció a los tres, Fernando Moreno Peña, “viejo lobo de mar”, habría dicho lo siguiente:
“Eso dicen ustedes, vamos a ver lo que dice el CISEN”, el Centro de Información y Seguridad Nacional.
Y de acuerdo con las versiones, al trío rojo (Anilú, Elizabeth y Molina) se les habría caído la nominación al Senado.
Incluso, se asegura que sopesan si en todo caso, y ante la insistencia de la dirigente del Movimiento Territorial, Lorena Martínez, a Elizabeth Morales pudieran, digamos, ofrecer la candidatura a diputada federal por un distrito de Xalapa.
De ser así, Anilú podría, como premio de consolación, quedarse otra vez con la candidatura a diputada federal por un distrito jarocho, en tanto Ainara Rementería (en proceso de divorcio) sería la candidata al otro registro, para lo que, y de ser así, habría de renunciar a la Senaduría suplente de Pepe Yunes Zorrilla.
OTRO PRIISTA VULNERABLE…
El concepto de “Priista vulnerable” habría de igual manera tumbado a Marcelo Montiel Montiel como coordinador de la campaña electoral de Pepe Yunes.
Dos veces presidente municipal de Coatzacoalcos, par de ocasiones diputado local, secretario y delegado federal de Desarrollo Social, Montiel tiene una mancha imborrable en su piel política como son las ligas con Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, el político preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde aprendió a cocinar para guisarse él mismo, temeroso de ser envenenado.
Y con tales máculas en su biografía política, ni modo que Marcelo Montiel coordinara la campaña de Pepe Yunes, un político que pasea de norte a sur y de este a oeste una honestidad “a prueba de bomba”.
Además, la fama pública consigna que cuando Montiel fue presidente municipal, su químico contable era Mauricio Audirac Murillo, preso en el penal de Pacho Viejo, a través de su despacho, y desde el que le arreglara los trastupijes en la administración del Ayuntamiento, de igual forma como se los limpió a Alberto Silva Ramos en Tuxpan.
NADIE JUEGA CON EL CISEN
Si es cierto que Anilú, Elmo y Molina ya perdieron el Senado, entonces, la nueva corriente priista es que la señora Sonia Sánchez, ex esposa de Patricio Chirinos Calero, y el ex presidente municipal de Orizaba, el porfirista Juan Manuel Diez, serán (cuando menos hasta el día de ayer) los candidatos al Senado de la República.
Tal cual, el ex gobernador Patricio Chirinos, jefe nato de Miguel Ángel Yunes Linares, habría abierto la puerta en el altiplano priista a Sonia Sánchez.
Y de ser así, habría llegado la hora de que el Yunes azul devolviera el favor a Chirinos de cuando lo ungió secretario General de Gobierno y era su favorito a la candidatura a gobernador en 1997, de tal forma que allanaría el camino senatorial a Sonia Sánchez.
Y en el caso del empresario Juan Manuel Díez, nada como para sacar un clavo que metiendo otro clavo, de tal forma que enfrentaría en la campaña electoral y en las urnas a los empresarios Ricardo Ahued Bardahuil, por MORENA, y Julen Rementería del Puerto, por el Partido Acción Nacional.
La moneda todavía está en el aire y nadie sabe el lugar por donde caería.
Por lo pronto, en el PRI, como en todos los partidos, cada parte presiona y sigue presionando para quedar con la candidatura senatorial.
Con todo, el nuevo término político de “Priista vulnerable” ha de considerarse en la cancha roja antes de que el CISEN entre al quite.
Y con el CISEN, ya se sabe, es como con el SAT, nadie juega.