Luis Velázquez
Veracruz.- De Javier Duarte, dice:
“Fue lo peor”.
Su hijo, Luis Guillermo Lagunes Díaz, “DJ Patas”, fue secuestrado por un comando el 28 de julio de 2013 y desaparecido hasta la fecha.
De Miguel Ángel Yunes Linares dice:
“Al igual que con Javier Duarte hay una ausencia de gobernador. Pensamos que después de Duarte no podíamos estar peor. Pero es igual. Yunes figura como encargado de campaña de su hijo” para la gubernatura de seis años.
Del Fiscal Jorge Wínckler dice:
“Es insensible, duro, déspota y no tiene empatía alguna con las víctimas y con nuestro dolor”.
Es la señora Lucía de los Ángeles Díaz Genao, activista de la ONG “Solecito”. (Proceso 2151, Noé Zavaleta, corresponsal en Veracruz)
Más aún:
Yunes, dice, “montó un circo con Duarte y con (Andrés Manuel) López Obrador para creerse un súper héroe”.
Y en la realidad avasallante de cada día, los 8 millones de habitantes de Veracruz, atrapados y sin salida en la vorágine delincuencial.
Los días y las noches, en la incertidumbre y la zozobra.
Y aun cuando la señora Díaz Genao ha sido rafagueada desde alguna zona oscura del poder, ella se mantiene firme, inalterable, buscando a su hijo y buscando a los hijos de decenas, cientos de madres.
EL FISCAL SERÍA ÚNICO SOSPECHOSO
Una circunstancia es que a su hijo, igual que a otras madres, lo hayan desaparecido.
Y otra, la impunidad en un expreso y manifiesto fracaso del llamado Estado de Derecho, cuya obligación fundamental es garantizar la seguridad en la vida y en los bienes, con todo y que los bienes van y regresan…, si vuelven, claro.
Y cuando doña Lucía habla así con el semanario Proceso fundado por don Julio Scherer García y el montón de trabajadores de Excélsior lanzados por un golpe de Estado de Luis Echeverría Álvarez, significa, llanamente, palabras mayores.
Nadie, por tanto, desearía que ella le diera un ataque fatídico de caspa, pues sería uno de los peores errores del Fiscal que guisa paella para los amigos y trepa la foto con mandil a las redes sociales alardeando como un chef ruso, pues sus antepasados fueron rusos y se ganaban la vida como cirqueros de pueblo en pueblo según cuenta Antón Chéjov en uno de sus relatos.
Y si a doña Lucía le diera un ataque de caspa, entonces, el único sospechoso sería Jorge Wínckler, quizá, con la complicidad del llamado Fiscal para los Desaparecidos, Ernesto Coronel junior, aquel muchachito que en nombre de su experiencia arrogante y soberbia preguntara que “¿Cuál prisa con los desaparecidos… si los desaparecidos… desaparecidos están?”, y que por cierto era la misma frase (cruel y bárbara) de José Stalin, el genocida más perversa en la historia mundial.
15 MIL DESAPARECIDOS
En la otra orilla, la diputada local, Marijose Gamboa Torales ha revelado que de acuerdo con su investigaciones, en Veracruz hay unos quince mil desaparecidos, algunos de ellas víctimas de desaparición forzada, como el caso, por ejemplo, de los 5 jóvenes originarios de Playa Vicente levantados por elementos policiacos en Tierra Blanca y entregados al jefe del cartel de la plaza local.
Y de los tres jóvenes de Papantla levantados por los policías municipales y entregados a los malandros.
Y de las tres edecanes de Amatlán y Córdoba secuestradas en Córdoba en la yunicidad y de las que nunca se ha conocido un dato de la pesquisa que la Fiscalía estaría siguiendo.
Desde luego, los quince mil desaparecidos lo fueron, dice Gamboa Torales, en el duartazgo.
Y lo peor, de todos los casos el ex Fiscal de hierro, Luis Ángel Bravo Contreras, solo dejó tres mil 600 carpetas.
Por eso, la diputada neopanista presentó en el Congreso una iniciativa de Ley de Desaparición Forzada, y por eso mismo, busca reelegirse para el seguimiento consabido.
WÍNCKLER SE HACE PATO…
Pero…doña Lucía Díaz Genao, con el Solecito, donde participan unas cien madres, sigue buscando a sus hijos.
Y también los buscan los Colectivos, una de cuyas voceras, Aracely Salcedo, ha aceptado, según versiones, la candidatura de MORENA a diputada federal… para continuar luchando desde otro foro por el hallazgo de sus hijos, luego de que, oh paradoja, ella tiene escoltas federales, en tanto doña Lucía anda sola de arriba para abajo.
Y sola, logra resultados con el Solecito, como el caso de la brigada de expertos de Guatemala que vinieron a Veracruz para buscar cuerpos en el panteón particular de los carteles y de los mandos policiacos de la secretaría de Seguridad Pública, Colinas de Santa Fe, en tanto el Fiscal Wínckler se hizo pato para enviar la maquinaria pesada ofrecida.
HOMBRES DE MECHA CORTA
La lucha del Solecito es ejemplar cuando tienen los vientos en contra.
Y no obstante, con una firmeza insólita, la señora Lucía de los Ángeles Díaz Genao, dice:
“Tenemos un trabajo triste y desgarrador.
Pero hemos localizado a casi trescientas personas y las hemos rescatado de la clandestinidad más abyecta.
Ha sido una misión colosal. Me han puesto en la mira. Pero nunca estaré en el bando de los cobardes. Nunca en el de los sumisos”.
Sería ruin y miserable que la Fiscalía (se ignora si más arriba) diera curso a las intrigas y lo que mucho se teme porque los políticos son hombres de mecha corta.
Y más, cuando están encumbrados, dueños del poder político, económico y social y dueños del día y de la noche.
