Luis Velázquez
Veracruz.- El Sistema Nacional de Seguridad Pública, SNSP, aprobó a la policía de Veracruz de panzazo. Reprobado, entonces, el titular de la SSP. Y por más polis que los malandros estén matando como en Tezonapa, la vida cotidiana sigue aquí en el infierno. Un río de sangre. El valle de la muerte.
En el último ranking, Veracruz con 65.65% de promedio ante, digamos, Campeche con el 97.67 de calificación. La más alta.
Seguido por el estado de México, gobernador priista, con el 93.26 por ciento.
Y Guanajuato, gobierno panista, con el 88.94 por ciento.
Y Puebla, gobierno panista, con el 88.18 por ciento.
Y Colima, priista, con el 86.75 por ciento.
Por eso habría de preguntarse si con tales calificaciones, los 5 gobernadores con el más alto promedio en la seguridad en la vida y los bienes de la población tendrán una varita mágica que en Veracruz han extraviado desde hace muchos años.
Se precisa: es el dictamen oficial de Seguridad Nacional.
Lejos, digamos, de la polémica y la controversia de que Javier Duartes es el rey del caos.
“Todos los días hay ejecuciones” han dicho el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, y el obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal.
Veracruz, en el primer lugar de feminicidios en el país en el mes de abril.
Niños, mujeres, jóvenes y ancianos, asesinados.
De “la noche tibia y callada” de Agustín Lara al infierno gris, opaco, sin olor ni sabor a fiesta en Veracruz.
VERACRUZ, PUNTO ROJO
En el ranking de gobernadores de la CONAGO, Veracruz como punto rojo.
Claro, quedamos arriba de Tlaxcala que obtuvo el 37.72 por ciento en la certificación de policías. Reprobado su mandatario priista. En el rincón más oscuro y siniestro y sórdido del rostro.
Casi casi igual que otros cinco gobernadores:
Sinaloa, 42.42 por ciento.
Guerrero, 45.86 por ciento.
Yucatán, 45.39%.
Nayarit, 49.26%.
Reprobados los cinco. Veracruz, lucecita de esperanza en el largo y extenso túnel de la incertidumbre y la zozobra en el diario vivir, aprobado de panzazo.
Pero desde luego, ninguna razón existe para documentar el optimismo.
Diecinueve meses y medio aplicando una estrategia que por ningún lado ha funcionado como sueña y desea cada habitante de Veracruz.
Y más, las familias que han perdido a un hijo, a un padre, a un hermano, a un tío, a un abuelo.
Campeche, se insiste, con la policía mejor calificada del país.
¿Por qué Campeche está así y Veracruz flotando en el ranking?
Quizá convendría, digamos, que el secretario de Seguridad Pública de la yunicidad se fuera unos días de vacaciones a Campeche para una súper asesoría y, de paso, y en nombre de la democracia y la república amorosa, invitar al político de confianza del góber electo para recibir juntos una clasecitas.
Y es que en la tierra jarocha, los soldados y los marinos, y la Policía Federal, y las policías estatales y municipales, y la asesoría israelita y la asistencia técnica de Genaro García Luna, el súper policía de Felipe Calderón, fueron rebasados por las circunstancias.
Veracruz, el barco de la muerte.
LA VIDA, UNA PESADILLA
Una herida social flagela a Veracruz, imposible, además, de cicatrizar porque sigue sangrando. La inseguridad como una pesadilla.
Nadie acepta, por ejemplo, que otras entidades federativas están peores. En todo caso, allá cada gobernador con sus pendientes y fantasmas.
Y si Veracruz se compara, digamos, con otros estados igual de poblados, como por ejemplo, el estado de México (93.26 por ciento de policía mejor calificada), entonces, estamos en la lona.
Pero si se compara con Jalisco, la otra gran reserva electoral del país (67.56%), entonces, compartimos honores.
Y si vamos a Tamaulipas, el estado vecino por donde en el duartazgo entró la inseguridad (75.99%), entonces, en Veracruz (con 65.65 por ciento), “da pena de la pena ajena”.
Al bienio azul sólo le restan cuatro meses y medio y el tiempo privilegiado ya se fue, si se considera que el discurso oficial siempre cacareó que harían en dos años lo que otros en seis.
MIEDO A LOS POLICÍAS
Las semanas y los meses se han ido en los dimes y diretes entre el gobierno panista y los ediles.
Los más aguerridos, los presidentes municipales de MORENA ante, primero, el Mando Único, y después, las cámaras de vigilancia, y luego, la capacitación policiaca, como el caso de Xalapa, donde el alcalde Hipólito Rodríguez envió a Puebla a los elementos municipales.
Y mientras, los exámenes de control de confianza del SNSP incluyeron las pruebas médica, toxicológica, poligráfica, sicológica y socioeconómica, y las policías jarochas reprobaron.
Y si reprobaron, ya podrá el ciudadano vislumbrar la calidad de la policía para garantizar la seguridad en la vida.
En el sexenio anterior, parte de los jefes policiacos y policías terminaron aliados con los carteles y cartelitos.
Incluso, los jefes políticos se aliaron con las madres para la desaparición forzada de personas (a quienes desaparecieron hasta de los retenes) y la desaparición de cadáveres, entre ellos, el policía que sus mismos colegas mataron y de la barranca de la muerte donde fue tirado lo trasladaron a Alto Lucero para despistar.
Ahora, con todo el pasado negro y luego de un año y medio de la yunicidad, la policía reprobó el examen de confianza.
El ciudadano sigue teniendo más miedo a un policía que a un ladrón, ratero y/o asaltante.