Luis Velázquez/Parte I
22 de julio de 2019
Un nuevo revés al yunista Pepe Mancha. El Tribunal Federal Electoral anuló su elección. Habrá nuevos comicios. Y otra vez, pero ya sin la elección de Estado, el tuxpeño enfrentará a su cuasi paisano norteño, Joaquín Guzmán Avilés, con sus raíces en Tantoyuca.
Mal karma. Pésima vibra para la yunicidad.
En aquel tiempo, cuando Mancha, manchado por tantos privilegios oficiales (casi mil millones de pesos en obra pública por dedazo, incluso, documentado por el ORFIS) se lanzara de candidato a la presidencia del CDE, los vientos eran cien por ciento favorables.
Uno, los yunistas del gabinete legal y ampliado, a sus órdenes. Dos, suficientes despensas para comprar conciencias. Tres, la oferta de plazas burocráticas. Cuatro, el ORFIS, intimidando a los presidentes municipales por si se rebelaban. Cinco, el Fiscal, con el puño por delante.
Y aun así, Guzmán Avilés, con los suyos (Enrique Cambranis, Tito Delfín, Germán Yescas y Francisco Gutiérrez de Velasco, entre otros) confrontaron a la yunicidad y en la elección quedaron mitad y mitad con los votos en las urnas.
Ahora, los vientos son pavorosamente en contra. Y la pelea será “a puño limpio”. Toreros en tarde de luces soñando con la gloria.
Pero de antemano, Pepe Mancha, derrotado.
A, los Tribunal Federal y Estatal Electorales, en contra. B, sin Miguel Ángel Yunes Linares gobernador. C, con un Fiscal apaleado, tambaleante, que solo busca blindarse él mismo. D, el PAN, fracturado en dos bandos, par de parcelas de poder.
Mancha y los suyos denuncian a Guzmán Avilés como el favorito del gobernador de MORENA y AMLO.
Pero se equivocan. Son cacayacas de unos moribundos. Por una sola razón: en casi 8 meses, el góber y los suyos en el descrédito, el desprestigio y el desencanto social.
Ellos, más bien, necesitan flotadores. Son árboles sin sombra. Quizá nunca la dieron.
UN POLÍTICO SIN PODER
Un día después de cuando el Tribunal Federal Electoral ratificara la decisión del Tribunal Estatal Electoral de anular la elección panista, el jefe del clan Kennedy de Boca del Río, el ex gobernador del bienio, reapareció en el bulevar Avila Camacho de Boca del Río ejercitándose. Short azul.
Luego, trepó su foto a las redes sociales y se boletinó como pavorreal.
Pero con Mancha anulado, Yunes Linares se ha vuelto, está a punto de volverse, es ya un político sin poder.
2 años duraron las mieles. Su única parcela de poder, el Fiscal, desinflado. Denuncias penales tanto en la Fiscalía de Veracruz como en la Fiscalía General de la República en contra de varios yunistas, empezando por el jefe mismo. Según la Contralora, denuncias interpuestas por más de 5 mil millones de pesos. Más las denuncias planteadas por el secretario de Educación, tan echado para adelante.
De postre, Javier Duarte, desde el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, despotricando contra la yunicidad, inculpándolos de un ataque de caspa que sufriera su familia.
Todavía más: según versiones, Duarte dijo, habría dicho, a su Fiscal carnal, Luis Ángel Bravo Contreras, tener un solo objetivo en la vida como es acabar con “el perro y sus perritos”, refiriéndose, claro, a Yunes padre.
Indicativo, pues de una semana para acá, Duarte anda muy bragado, como si de pronto se le apareciera el arcángel del Señor con noticias buenas.
Y para redondear la tarde/noche pastelera, el revés del Tribunal Federal Electoral anulando a Pepe Mancha.
“El hombre sin atributos” se llama una novela de Robert Musil. El hombre sin poder, pareciera, o de plano, es.
Yunes, como dice Miguel Alemán Velasco de los políticos, ha de reinventarse.
NUEVO TIEMPO AZUL
El Tribunal Federal Electoral es la última instancia. Su dictamen es palabra mayor. Palabra sabia. Palabra definitiva. Arriba de ella, solo el vacío. Mejor dicho, la nada electoral.
Cierto, la Sala Regional del Tribunal Estatal Electoral asistió con la razón a Mancha. Pero el Tribunal Federal tumbó el pleno.
Ahora solo resta esperar el anuncio del Tribunal Estatal fijando la fecha de la nueva elección, y mientras, Guzmán Avilés, energetizado con los nuevos vientos, movilizándose con los suyos, listos para entrar a “la madre de todas las batallas”. Después de la oscuridad, la luz.
El Consejo Estatal del PAN ha de nombrar a una Comisión integrada por 5 panistas para convertirse en referis de la elección partidista.
Hecho indicativo y significativo anunciando, digamos, un nuevo tiempo azul en Veracruz:
El CEN del PAN se mantuvo imparcial ante el dictamen del Tribunal Federal. Ningún comentario. Ninguna reacción. Ninguna acción en contra. Ningún respaldo a Pepe Mancha. Ningún espaldarazo. Respetuosos, pues, de la elección en puerta.
Ni siquiera, vaya, como sentían algunos panistas, el consejero nacional, Miguel Ángel Yunes Márquez, pudo cabildear.
Y más cuando se afirma, hay, parece existir, un cortocircuito con el dirigente nacional, Marko Cortés, desde cuando “El chiquis” fuera negociado como miembro de.
La nueva elección panista empata, digamos, con las pasiones descarriladas en otros partidos por la sucesión nacional, entre ellos, MORENA y el PRI, y cuyos grupos se han acusado de todo como siempre ocurre en la lucha por el poder.
La era Mancha está o estaría en sus últimos carcañales. Pero por fortuna para los manchistas, durante mucho tiempo estuvieron en la luna rozando el cielo con la yema de los dedos.
Fue, por ejemplo, desde cuando Abel Cuevas Melo era delegado federal de la SEDESOL y Pepe Mancha, socio de Víctor Serralde, ex diputado federal, en la construcción de los llamados “Pisos firmes” de Felipe Calderón Hinojosa.
Luego, en la yunicidad, Mancha fundó varias constructoras, descritas por el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, por casi mil millones de pesos de obra pública.
Más el convenio jugoso con la LXIV Legislatura de Sergio Hernández para su periódico digital, “sin muros”, a nombre de su señora madre.
Más la alcaldía de Tuxpan para su primo. Más la regiduría de Coatepec para su chofer. Más las regidurías para un matrimonio amigo en el Ayuntamiento de Minatitlán. Más la curul pluri, por dedazo, para su esposa.
“Lo bailado ya nadie se lo quita”…