Luis Velázquez
Veracruz.- El caso Actopan es el peor resbalón de la Cuitlamanía. Primero fue la emboscada a los migrantes de Guatemala en los límites de Isla y Rodríguez Clara, con una mujer asesinada. Ahora, los 7 jarochos, nacionalizados en Estados Unidos, vejados por la Fuerza Civil y que, incluso, provocara la intervención de la Embajada de Donald Trump.
Luego de la agresión, los paisanos se movilizaron en las redes sociales. Y gracias a su twitters, facebook y whatsaap, el asunto fue puesto en el carril social y mediático. Y por eso, digamos, se habrían salvado, pues de lo contrario, los 7 paisanos habrían desaparecido, ni pizca de su rastro.
El resbalón, además, exhibió a la Cuitlamanía, pues cada jefe máximo tuvo y sostuvo discurso diferente, encontrado, sin ton ni son, manifestando que cada uno va por su lado, sin un eje rector, un vaso comunicante, una política definida.
Por ejemplo:
A: El secretario de Seguridad Público, el regio Hugo Gutiérrez Maldonado, dijo que los policías fueron agredidos por los paisanos.
B: El secretario General de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros burgos, dijo que portaban armas de uso exclusivo del Ejército.
C: El gobernador dijo que las armas eran, pero de caza, digamos, para cazar patos y palomas.
D: Los paisanos aclararon que no llevaban armas.
E: Luego del resbalón, donde los policías golpearon a menores de edad, trascendió que la Embajada de EU intervino.
Pero de manera oficiosa, la secretaria de Turismo, Xóchitl Arbesú Lago, “tiró su espada en prenda” para decir que ni la Embajada se había pronunciado ni tampoco, vaya edad mental y emocional, el turismo a Veracruz sería afectado por el caso de los 7 paisanos.
F: Los paisanos dieron rueda de prensa en Xalapa para aclarar paradas, es decir, en ningún momento quedaron callados.
Horas de terror las vividas.
“Nos decían: ‘Se los va a cargar la madre. Yo me acerqué a mi nieto y él repetía: ‘Grandfhater, nos van a matar, nos van a matar’. Nos preguntaban: “¿De qué Cartel son? ¿De qué célula vienen?”.
G: La secretaría de Seguridad Pública anunció que suspendieron a catorce policías para ser investigados (nadie les creyó ni cree), luego de que, incluso, el secretario de Gobierno “tapara el sol con un dedo” diciendo que los policías agresores fueron formados en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares y en el sexenio de Javier Duarte, ¡vaya pretexto fútil!
H: Los paisanos interpusieron denuncia en la Comisión Estatal de Derechos Humanos…, esperando, ajá, que la presidenta Namiko Matsumoto, aquella que se ofrendara por Arturo Bermúdez Zurita en el Duartazgo, actúe con prontitud y dignidad.
He ahí, pues, la dispersidad con que operó la Cuitlamanía ante el caso Actopan , los migrantes de América Latina que tanto ha defendido AMLO.
CUITLAMANÍA EXHIBIDA
Ha de recordarse que en la emboscada a migrantes guatemaltecos en el sur de Veracruz también denotó y connotó el mismo titubeo de la Cuitlamanía que con el caso Actopan.
Uno. Los migrantes de Guatemala fueron emboscados en los límites de Isla y Rodríguez Clara. Una mujer, asesinada. Un niño herido. Tres hombres heridos.
Dos. 24 horas después, el secretario General de Gobierno (estaba feliz en Tierra Blanca con la feria ganadera con una diputada local, escuchando la jarana tocándole “La bomba” y “El querreque”), Éric Patrocinio dijo que los culpables de la emboscada eran policías de Isla y polleros.
Tres. El presidente municipal de Isla rechazó que sus policías fueran los autores de la emboscada y reviró diciendo que eran bandas de polleros enfrentadas.
Cuatro. Más de un mes después, y luego del asesinato de la guatemalteca (tarea del secretario de Seguridad Pública), nadie ha sido detenido (tarea de la Fiscalía).
En el caso de la emboscada, el secretario de Gobierno y el alcalde se confrontaron y en el caso de Actopan, los secretarios de Seguridad Pública y de Gobierno y el gobernador y los paisanos, describiendo acciones diferentes… de un mismo hecho trágico y adverso, que solo ha exhibido a la Cuitlamanía.
Y más, por lo siguiente:
A: Los días y noches han sido sórdidas, entre otras cositas, por los veintidós feminicidios.
B: La pérdida de la paz interior en Veracruz impresiona, impacta, avasalla, pues, además, los carteles siguen marcando la agenda pública.
C: Veracruz se mantiene como una zona de México en gravísimo estado de erupción.
D: En la Cuitlamanía, el primer gobierno de izquierda en la tierra jarocha, la izquierda al servicio de las mejores causas sociales, la izquierda del lado de los pobres y “de los pobres entre los pobres” (los paisanos que han necesitado migrar a Estados Unidos para garantizar el itacate en casa ante la incapacidad oficial para crear empleos), los policías siguen actuando igual que en la yunicidad y el duartazgo, cometiendo atropellos contra la población civil.
E: Las escenas circulando en las redes sociales con el caso Actopan son “de una crueldad indescriptible” (Enrique Krauze).
Y lo peor entre lo peor:
- En ningún momento se trata de una violencia ideológica o social, ni tampoco criminal, es decir, de los carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, sino, simple y llanamente, de una violencia emanada de la policía estatal.
Y más peor:
Por un lado, el florecimiento del abuso y el exceso policiaco, igual, igualito, que en el duartazgo, tiempo aquel de “Los escuadrones de la muerte” para desaparecer a la población civil, incluso, hasta en los retenes policiacos.
Y por el otro, la política del avestruz, “tirando la piedra y escondiendo la mano”, pretendiendo hacer aparecer desde el lado oficial a los paisanos como los culpables, los agresores, los transgresores de la ley.
Y por el otro, desde la Cuitlamanía, apagando el fuego con gasolina, sin ton ni son, y en donde cada político de MORENA en el palacio de gobierno de Xalapa expresó, sin mesura ni prudencia política, su visión de la realidad… ante la espeluznante agresión policiaca a los siete vecinos de Actopan que migraron del pueblo para buscar la vida en el país vecino.
Por eso ha de preguntarse si los carteles son más sanguinarios que los policías o los policías, más que los malandros.
El bellísimo estado de Veracruz, como una entidad federativa secuestrada por sus mismos policías y de ñapa, sus políticos defendiendo a ultranza al cuerpo policiaco.
Como decía el cronista Fray Diego Basalenque, de Michoacán, Veracruz, “inhabitable e insufrible”, tierra caliente como el trópico tabasqueño.
EL DINOSAURIO SIGUE AQUÍ…
De acuerdo con el espíritu constitucional, los hechos siempre pesan por encima del derecho y más allá de las declaraciones calenturientas que buscan taparse de un aguacero con una sombrillita, “tapar el sol con un dedo”.
Y no obstante, ni con el caso de la guatemalteca asesinada ni con el caso Actopan, ni Veracruz, como sociedad se disolverá ni tampoco la Cuitlamanía se debilitaría o cesará, y el sexenio de la izquierda seguirá brotando, se ignora si y con todo empinado en la ladera y desacreditado, mínimo, bajo sospecha.
Pero será, sin embargo, que en un momento determinado “el dominio de un hombre (el gobernador) pese sobre los demás” (la sociedad, los ciudadanos), porque entonces, igual que en la yunicidad y el duartazgo, Veracruz será tan desgraciado como antes, a pesar, incluso, de “las bellísimas ideas” (Justo Sierra) de la Constitución.
Y es que toda Constitución proclama la democracia, la libertad, la igualdad, la paz, la justicia, y hasta la felicidad terrenal, y que con frecuencia (como está sucediendo en Veracruz con tantos muertos), la Constitución es convertida en “una generosa utopía liberal… tachonada de principios, sueños y teorías” (otra vez Justo Sierra) y que solo expresan un bello poema de la realidad.
Pero…una realidad avasallante donde siete paisanos, nacionalizados norteamericanos, son atropellados y vejados en sus derechos humanos, y en donde una guatemalteca es emboscada que por policías municipales (Éric Patrocinio) y polleros (el alcalde de Isla).
Y lo peor, que poco a poco, con tantos asesinatos y feminicidios y atropellos (el uniforme policiaco como escaparate para agredir y vejar) van creando y recreando y multiplicando la desconfianza hacia el Poder Ejecutivo Estatal, militante de un partido político, MORENA, “lleno de sueños y presa de vértigos proféticos”.
El fantasma del duartazgo pareciera estar retornando en la Cuitlamanía.
Cuidado, al despertar, escribió Tito Monterroso en el cuento más corto de la historia, “el dinosaurio seguía ahí”.