Luis Velázquez
Veracruz.- El gobernador tuvo ocurrencia. El fósforo bitacal lo llevó a violentar la Constitución Política de Veracruz. Y aun cuando en ningún clausulado lo establece, decidió un informe de gobierno en el primer semestre.
Casi casi, lo hizo a puerta cerrada. Quizá, para evitar a los incómodos y a los indeseables. Como un Sínodo político. El pretexto fue, vaya motivito, que los diputados de MORENA lo solicitaron.
Y cuando al secretario General de Gobierno, “El dos del palacio”, el segundo en el mando, el jefe de la política-política, tocó el turno hubo desdenes. Bien marcados. Marcaditos.
Por ejemplo, los diputados Amado Cruz Malpica, Magdaleno Rosales Torres, Nahúm Álvarez Pellico, León David Jiménez Reyes y José Andrés Castellanos Velázquez, y quienes encabezan la oposición en MORENA en la LXV Legislatura, lo plantaron.
Simple y llanamente, lo plantaron.
La diputada Cristina Alarcón tomó el látigo y optó por abandonar el evento. Se fue. Molesta. Irritada.
En tan poco tiempo, el góber enfrenta la oposición en el interior de su partido. Enemigos y adversarios muestran el puño y el músculo.
Y si en la teoría sicológica aplicada a la política se afirma que punto de partido para la fortaleza del Príncipe está en que el enemigo sienta el miedo por dentro, en el caso, ninguno de ellos lo conoce.
Más aún, rafaguearon con su desdén al secretario de Gobierno.
Cara a cara. Frente a frente.
Mal saldo de Cuitláhuac para AMLO. Y más porque en el equipo de los diputados sublevados está Cruz Malpica, ex diputado federal en el tiempo de Andrés Manuel López Obrador en el liderazgo nacional del PRD, jefe de la Central de Abastos con AMLO y amigo personal de AMLO desde cuando, y por ejemplo, el góber era un adolescente.
El góber está viviendo en la fantasía. Y de paso, arriesgando y exponiendo el proyecto político de MORENA.
Ha de recordarse el legado histórico de Morris West con su novela “El arlequín”. Los grandes imperios y emporios son destruidos desde adentro, rara, excepcional, insólita ocasión desde afuera.
EL GÓBER NECESITARÁ DE ELLOS…
Algún día, quizá hacia finales del año entrante, el góber necesitará a todos los Morenistas para ganar las elecciones de presidentes municipales, síndicos, regidores y diputados locales y federales, y así rendir buenas cuentas a AMLO.
Y por más rijoso que parezca, o sea, ahora, frente a los legisladores de izquierda críticos y opositores a su estilo personal de ejercer el poder, por ninguna arista le asiste la razón.
Primero, se desdibuja como jefe del Poder Político Estatal, y segundo, como el líder político y social, acaso partidista, que habría sentido AMLO para ungirlo candidato a la gubernatura en un par de ocasiones.
Los diputados de MORENA ya le perdieron el temor. Y el respeto. Y también, claro, se lo perdieron al secretario General de Gobierno, el súper boxeador callejero de Cuitláhuac.
Xenófobo y racista, el góber parece encarnizar la filosofía política de Ronald Reagan. “Estás conmigo o estás contra mí”.
Y más, porque de continuar así (¡Vaya plantón del sexteto de diputados de MORENA el jueves 20 de junio!), entonces, un descalabro de Cuitláhuac llega y rebota en AMLO.
AMLO, pues, perdiendo credibilidad ciudadana por culpa de Cuitláhuac a quien a cada rato da respiración artificial para mantenerse en la cancha pública.
Pero como el góber está convencido de su estilo personal de ejercer el poder y le vale la oposición de los diputados locales de la izquierda, entonces, su ceguera política será la derrota de AMLO.
Tarde o temprano.
Cuitláhuac, como el maromero de la política. El cirquero. El trapecista, creyendo que ultrajando la Constitución, haciéndose una Constitución a modo, levantará expectativas en la población electoral.
Un semestre y medio sirvió para conocer su estilo personal de ejercer el poder y su concepción política y filosófica integrada, entre otras premisas, por asesinatos, feminicidios, infanticidios, secuestros, cero obra pública, desempleo, empresas quebradas, nepotismo, corrupción y MORENA fracturada y el PAN creciendo a sus costillas.
EJECUCIONES POLÍTICAS
El trato del reino de Cuitlalandia a los opositores y críticos parecieran unas ejecuciones políticas.
A: Si no estás conmigo, estás contra mí. Y eres mi enemigo.
B: Si eres mi enemigo, te excluyo y te sigo excluyendo. Yo soy el Estado, decía aquel.
C: AMLO me levanta la mano y me transmite más fuerza política. Y en nombre de AMLO puede derruirte… sin que nada pase como decía aquel.
D: Yo, soy Veracruz. Yo, soy la patria. Y si igual que los panistas y priistas y perredistas tú me críticas, entonces, estamos ante un caso de supervivencia política. Soy yo o son ustedes.
E: El góber lanzando del paraíso terrenal a la disidencia interna de MORENA.
Más que la reconstrucción estatal, más que la república amorosa, más que el amor y paz, si por el diálogo te negaste, entonces, la ejecución política de por medio y que en el tiempo de José Stalin en Rusia eran campos de concentración.
Lejos del Príncipe, pocos, excepcionales tienen vida.
Bastaría remitirse a la penúltima ocurrencia como desaparecer el Ayuntamiento de Mixtla de Altamirano, allí donde emboscaran y asesinaran a la presidenta municipal más joven de Veracruz, y a su esposo y al chofer oficial.
Y allí donde asumieran el poder los sustitutos, acusados del asesinato intelectual.
Allí mismo, donde la ola de violencia (inseguridad, incertidumbre, zozobra, impunidad, desorden social, ingobernabilidad, etcétera) es el pretexto para dar un manotazo, con todo y de que por medio la negociación política de la LXV Legislatura y el gobierno de Veracruz fracasó por completo.
Y es que el Congreso local está obligado a fiscalizar la cuenta pública de cada ente, como en el caso, las finanzas de Mixtla, pero de igual manera, garantizar el buen gobierno.
Y cuando los diputados fracasaron en Mixtla y también el secretario General de Gobierno, entonces, ni hablar, a desaparecer los poderes.
Ya lo saben, entonces, el resto de alcaldes. Están avisados. La pena de muerte para todos los ediles que pierdan el control porque así disponen los Morenos. Ellos, ni hablar, “se lavan las manos”.
Son los jefes.
