Luis Velázquez
13 de mayo de 2019
Para siete gobernadores del país (no solo para el de Veracruz) destituir al Fiscal se volvió una pesadilla. En los 7 casos fue y es una obsesiva obsesión. Pero quizá de todos, el de mayor escándalo está con Cuitláhuac García, el sabadaba y fifí, con Jorge Wínckler, el amante de la pizza y la paella para guisar con mandil a los amigos y foto trepada a las redes sociales.
Los dos, encaramados en la soberbia y la frivolidad, egotistas, adoradores de su yo.
Luego de la elección del primero de julio del año pasado cuando MORENA, mejor dicho, AMLO quedara “con hacha, calabaza y miel”, los gobernadores se creyeron con luz verde para tumbar a los Fiscales heredados por los antecesores.
De acuerdo con el politólogo Carlos Ronzón Verónica, en Veracruz, Chiapas, Tabasco y Morelos, emanados de MORENA, y Yucatán, salido del PAN, los mandatarios rechazaron a los fiscales.
Simple y llanamente, han buscado su Fiscal carnal.
Por el contrario, en Guanajuato, PAN, y Jalisco, Movimiento Ciudadano, los nuevos gobernadores decidieron que el Fiscal continuara, y de algún modo marcaron la diferencia y fueron la excepción en lo que Juan Maldonado Pereda describía de que “la política es un tragadero de hombres”.
Además, marcando una distancia de los tiempos priistas y panistas en que apenas la nueva generación política ascendía al poder comenzaba un descabecero por todos lados, como los casos, por ejemplo, de Carlos Salinas quien destituyó a 17 gobernadores, Adolfo Ruiz Cortines quien cambió a todos los gobernadores de Miguel Alemán Valdés y de Lázaro Cárdenas quien derrocó a todos los gobernadores de Plutarco Elías Calles.
De todos, y aun cuando Wínckler fuera elegido por la LXIV Legislatura para un periodo de nueve años, el peor fuego enemigo ha sido del góber sabadaba que come ceviche en Coatzacoalcos vigilando por la estampita de “La Santa Muerte”.
Incluso, con tanta saña que el asunto ya llegó a la Ciudad de México, el altiplano sede de los tres poderes, y donde un ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío, y el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Rivera González, se han ocupado del asunto encendiendo la mecha política y social.
FISCALES LOS TRAEN DE CABEZA
Si el PRI, el PAN o el PRD, digamos, estuvieran en el poder estatal, entonces, de igual manera irían por su Fiscal carnal, pues representa, al lado de los poderes Ejecutivo y Legislativo, el poder total y absoluto.
Y en todos los estados federativos, el mismo argumento trillado:
El Fiscal heredado significa un muro Donald Trump para la aplicación de la justicia.
El Fiscal heredado… “es el enviado del mal, el inútil”.
El Fiscal heredado… acata órdenes del ex gobernador y por eso la ola de violencia, inseguridad, incertidumbre y zozobra está descarrilada.
El Fiscal heredado… está para defender las espaldas, el nombre, el prestigio y los intereses del ex.
El maestro en Ciencias Políticas resume las irregularidades de la siguiente manera:
En Tabasco, el nuevo fiscal del gobernador Adán Augusto López, quien destituyera al Fiscal en turno, es su coordinador de foros regionales en la campaña electoral del año anterior.
El góber de Chiapas, también morenista, Rutilo Escandón derrocó al Fiscal heredado e impuso a su Fiscal Carnal, él mismito que coordinara el área de seguridad pública.
En Yucatán, el panista Mauricio Vila impuso a su Fiscal elegido cuatro meses después de la elección del año anterior.
En Morelos, Cuauhtémoc Blanco, igual que Cuitláhuac García en Veracruz, sigue luchando para destituir al Fiscal heredado, Uriel Carmona Gándara, y con quien arrastra discusiones igual que Veracruz, bajo el argumento de carecer de exámenes de control y confianza, en tanto aquí, en la tierra jarocha, es acusado de cómplice de los carteles luego de archivar 150 expedientes de asesinatos.
En Morelos, sin embargo, el Fiscal logró un amparo federal y ahí continúa.
Cuitláhuac no está solo.
Cierto, cierto, cierto, otros ejecutivos emanados de MORENA destituyeron al Fiscal heredado, pero el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco le hace compañía.
Sus Fiscales los traen de cabeza.
CASO WÍNCKLER, AL CONGRESO FEDERAL
El profe Ronzón Verónica refiere que en el ejercicio del poder resulta lógico el ajuste de cuentas… cuando el poder político se concibe con sentido patrimonialista.
Pero en el caso del Fiscal jarocho resulta inverosímil, por ejemplo, el último bombardeo donde el gobierno de Veracruz aliado con los diputados locales de MORENA llegaron a las oficinas de la delegación federal de la Fiscalía General de la República para interponer denuncia porque Jorge Wínckler ha archivado, encubierto, protegido, a ciento cincuenta presuntos asesinos físicos, la mayor parte de ellos, quizá todos, cometidos por los carteles y cartelitos con sus pistoleros y sicarios.
El Fiscal, por el contrario, se ha defendido como lo ha venido haciendo desde hace cinco meses y medio cuando el gobernador inició el rafagueo en su contra y desde hace seis meses y medio con el fuego enemigo de MORENA en la LXV Legislatura.
Es más, con todo y que el Festival de Salsa está encima y los días y noches pasan amarrando la asistencia de los grandes grupos salseros de los país socialistas de América Latina en Boca del Río, Cuitlandia festina que el Congreso de la Unión entrará, o ya entró al quite para cabildear la destitución de Wínckler desde el palacio de San Lázaro bajo el argumento de que AMLO ya asestó el manotazo.