Luis Velázquez
Veracruz.- Veracruz está demasiado revuelto. Las aguas políticas, peor que las aguas negras. El topo de Carlos Marx (ahora cuando la exrepresa de San Bruno, de Xalapa, se llamaría así) se enterrará más en el fondo de la tierra. Los vientos son huracanados.
Todos los días y noches, la violencia en su más alto decibel. Y cada vez, recrudecida. Con saña y barbarie.
Los carteles, cierto, mostrando el puño y el músculo a Cuitlalandia. Y Cuitlalandia, con una nueva derrota más peor que la cruz a cuestas. El juicio político al Fiscal, fracasado de nuevo.
El ridículo para el gobernador como ruleta rusa. En contra. Y cada vez, más y más ridículo. De nada ha servido que tenga de su lado el aparato gubernamental y el Fiscal sigue atrincherado en palacio.
Días y noches sórdidas y siniestras. Bastaría revisar la hemeroteca de la semana anterior.
Jueves 21 y viernes 22.
Además, claro, del linchamiento de 6 malandros secuestradores en Soledad Atzompa, el corazón social de la montaña negra de Zongolica, el pueblo ardido y sublevado hasta con una barricada donde nadie entra a la comunidad, la sangre y el secuestro y el terror y el horror chorreando cada hora.
El infierno fue así:
Cosoleacaque. Un menor de 13 años, secuestrado.
Teocelo. Una madre frustró el plagio de su hija.
Catemaco. Levantada la cajera de una tienda.
Amatlán. Casi secuestrada regidora del Ayuntamiento.
Martínez de la Torre. Mujer ejecutada en su automóvil.
Papantla. Toque de queda de la población en la comunidad Remolinos. Acceso limitado a coches y motocicletas.
Xalapa. Un hombre asesinado en la colonia Plan de Ayala.
San Juan Evangelista. Baleada las fachadas del palacio municipal y la comandancia y lo que constituyen palabras mayores.
Acayucan. Joven plagiado.
Coatzacoalcos. Secuestrado hermano de la modelo de Playboy, Romina Aranzola.
Tequila. Secuestrado el ex presidente municipal, Sergio Domínguez.
Córdoba. Ejecutado el transportista, Rubén Valencia Maceda.
Huatusco. Una banda de malandros detenida. Entre ellos, un policía municipal que forma parte.
Paradoja: en la ciudad de Veracruz, aparecieron peces y garzas muertas en la playa donde hace 500 años desembarcara Hernán Cortés con la Malinche en el barco.
¡Vaya justificante!
El secretario General de Gobierno, tan callado sobre la ola de violencia, levantó la voz para anunciar al mundo que la modelo Kasandra Reyes en realidad nunca fue secuestrada en la avenida Cuauhtémoc, sino que ella misma desapareció de su hogar.
La vida, día y noche, un infierno.
El gobernador sigue purificando a su secretario de Seguridad Pública y satanizando al Fiscal. Padrino o madrina poderosa tendrá Hugo Gutiérrez Maldonado para que Cuitláhuac García Jiménez sea tan apasionado en su defensa.
Pero más todavía: fingir que ignora el Estado de Derecho cuya esencia básica consiste en que la secretaría de Seguridad Pública es la responsable número uno de garantizar la seguridad en la vida y en los bienes.
EL GOBERNADOR DESDIBUJADO
Veracruz, demasiado revuelto.
Caray, el gobernador festina que envío mil policías a Coatzacoalcos y sin embargo, el tsunami de la incertidumbre y la zozobra está y sigue fuera de control, ruleta rusa, espada desenvainada de los carteles y cartelitos.
Lo dijo la presidenta municipal de Tamiahua, Citlalli Medellín, lideresa de las 9 alcaldesas del norte de Veracruz organizadas para combatir, entre otras cositas, además de la pobreza y la miseria, la inseguridad:
“Ni libritos ni diseños acabarán con feminicidios”.
Al momento, cuarenta mujeres asesinadas. 90 secuestros. 389 crímenes en 86 días de Cuitlalandia, el concepto filosófico para identificar el mundo color de rosa creado y recreado encima de la Cuitlamanía, que significaba el estilo personal de ejercer el poder y gobernar.
En menos de tres meses, el jefe del Poder Ejecutivo Estatal, desdibujado.
El desencanto social como eje rector y vaso comunicante. Una cosita es ganar en las urnas “trepado en las valencianas de AMLO”, y otra andar de sabadaba, fifí y salsero los fines de semana, y otra resolver los graves pendientes sociales de Veracruz.
Por más y más tuitorreo que el uno y el dos y el tres y el cuatro y el cinco, etcétera, del palacio de gobierno de Xalapa lancen al mundo cibernético, los hechos son el único aval de un ser humano común y sencillo y más, mucho más, de un político.
Incluso, con todo y que las palabras están demasiado manoseadas y hasta prostituidas, el tuitorreo de Cuitlalandia sólo sirve para exhibir al gobernador.
No puede. No quiere. Está rebasado. Le vale. Está desesperado.
La realidad avasallante en su contra, así gritonee y gritonee y gritonee que “vendrán tiempos bonitos, muy bonitos, lo bonito de lo bonito”, ¡vaya madurez neurológica y emocional y política y social!
FESTÍN PARA LOS HERMANOS ALMADA
Con tanta sangre chorreando día y noche, en Veracruz se pueden filmar varias películas de terror y horror. Sería el paraíso terrenal, el festín, para los nuevos hermanos Almada.
Cuitlalandia ha de aplicarse. Los malandros siguen enviando mensajes fatídicos, fuera de lo usual.
Mujeres decapitadas, así sean esposas de empresarios. Niños asesinados. Políticos y líderes ejecutados. Ex presidentes municipales secuestrados. Pueblos tomando venganza por su propia mano, como Soledad Atzompa. Comunidades organizadas en guardias comunitarias avisando con mantas que sicario que detengan será linchado y le cortarán las manos.
Etcétera.
Ningún ciudadano puede cantar victoria. Nadie la ha librado, incluso, así tenga escoltas y guardaespaldas.
Insólito: nunca como ahora tantos pueblos en virtuales Estados de Sitio, donde apenas obscurece en las tardes, las familias se concentran en sus casas para ver si así evitan un desaguisado.
La vida en Cuitlalandia, el reino color de rosa, se ha vuelto irrespirable para la mayoría poblacional, en tanto, las elites de Cuitlalandia son las únicas felices.
Los mejores deseos para que a ellos nunca les llegue el terror con el secuestro y asesinato de un hijo, un familiar, y con el asalto en carretera en contra de ellos mismos como sucediera a un secretario del gabinete legal de Javier Duarte.