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Expediente 2019: “La santa investidura”

El Piñero

Luis Velázquez

19 de abril de 2019

 

Don Adolfo Ruiz Cortines hablaba del profundo respeto “a la santa investidura” que representa el poder político. Antes, mucho antes, se decía que “la mujer del César ha de ser y parecerlo”. Quisieron ahí el retrato del poder. El atributo número uno de un alcalde, un gobernador, un presidente de la república, es la seriedad. Desempeñar el cargo público con seriedad. Honrarlo. Enaltecerlo.

Pero en Veracruz, es, ha sido, todo lo contrario, desde, y por ejemplo, Miguel Alemán Velasco a Cuitláhuac García Jiménez.

Una frase retrató siempre a Adolfo Ruiz Cortines cuando le dijeron que era senil ungido candidato a gobernador y que fue replicada por Miguel Alemán Velasco:

“No me eligieron para semental sino para presidente” arguyó.

Otra frase de Miguel Alemán Velasco cuando el mercado Hidalgo en la ciudad de Veracruz se incendió con un total de 29 muertos y le preguntaron sobre su ausencia:

“Soy gobernador, no bombero” reviró.

Una frase dibujó siempre a Fidel Herrera Beltrán:

“Estoy en la plenitud del pinche poder”.

Otra frase pinceló a Javier Duarte:

“Aquí no pasa nada”.

Cuitláhuac también ha acuñado sus frasecitas revelando su madurez emocional, sicológica, política y cívica:

“Vendrán tiempos bonitos” dijo en una primera parte de su frase para referirse a la ola de violencia y el número creciente de asesinatos.

Luego, amplió la frase y dijo: “Vendrán tiempos bonitos, muy bonitos, bonitos entre los bonitos”.

Su estado sicótico, más que sicológico, también ha quedado retratado con la obsesiva obsesión, su razón de Estado, de destituir al Fiscal.

Incluso, y luego del fallido intento en la LXV Legislatura, con mayoría simple de MORENA, para el juicio político, lo sigue bombardeando por otros caminos, como si se tratara del pendiente social más grave de Veracruz y de los 8 millones de habitantes.

 

“SOY SABADABA”

 

El primer dibujo del poder del gobernador de MORENA fue cuando él mismo se definiera:

“Soy un gobernador fifí. Soy salsero. Soy sabadaba”.

Quizá deseó compararse con AMLO, el presidente, a partir de su frase memorable de “me canso, ganso” y que ha llevado al compositor de “La mesa que más aplauda”… a componer una canción con el mismo titular de “Me canso ganso”.

Por desgracia, a ningún cantautor se le ha ocurrido “en noche de luna llena” componer la canción “Soy sabadaba” cuando en otros tiempos, Fidel Herrera, por ejemplo, alardeaba de que le habían compuesto ochocientas canciones solo en su campaña electoral.

En cambio, la frase de “Soy sabadaba” fue viral en las redes sociales, de tal manera que las elites políticas lo siguen repitiendo, igual que el dichito de Duarte de “Aquí no pasa nada”, es decir, para pitorrearse.

La penúltima frase imborrable y memorable del góber jarocho de AMLO fue cuando la estadística de la muerte alcanzó hacia el día 132 del sexenio de la izquierda un total de 624 asesinatos, entre ellos, ochenta feminicidios.

Entonces, viralizó que estaba “orgulloso del Festival de Salsa” con los grupos musicales de varios países socialistas, para honrar, digamos, a MORENA y AMLO y el país soñado.

Y más, cuando el secretario de Seguridad Pública, el responsable número uno de garantizar la vida, retuiteó en sus redes sociales que estaba más orgulloso que Cuitláhuac por el festival de salsa porque la juventud podrá bailar y gozar en las calles pacíficas de Boca del Río y que, claro, pacíficas porque serán ultra contra súper blindadas.

El góber se toma tan en serio el ejercicio del poder que manifiesta su estilo sin pudor.

Por ejemplo, cuando trepara a sus redes sociales una foto acompañado de tres jóvenes y una chica, su diputada federal elegida por dedazo, los cinco con smoking fumando puro, en pose, como si fueran unos argentinos listos para cantar y bailar unos pasitos de tango.

 

JODIDOS LOS 8 MILLONES DE HABITANTES DE VERACRUZ

 

El Fiscal trae acalambrado al gobernador. Nadie dudaría que entre ambos existe el síndrome de Estocolmo y uno estaría enamorado del otro o el otro del uno o los dos de los dos.

Por ejemplo, la semana anterior le publicó una tuitorreada diciendo lo siguiente:

“Ya para a tu discurso. Y ponte a trabajar”.

A primera vista significa que el góber ya perdió el control de sí mismo y los estribos. Simple y llanamente, descarrilado su estado de ánimo y en la ruleta rusa.

Incluso, hasta estaría durmiendo y soñando con el enemigo, además, de su insólita capacidad de odio, se ignora si contra el Fiscal y/o contra Miguel Ángel Yunes Linares y/o en contra de los dos.

Pero mientras el millón de indígenas, los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros sueñan con una calidad de vida, el góber se la pasa en la frivolidad, aclamado por los suyos como parte de una estrategia, cierto, para quedar bien con el jefe máximo, pero también, para ganarse sus favores.

Tan es así que el secretario de Educación (Veracruz en el sótano del ranking educativo) ya decidió rafaguear “a tiro por viaje” al Fiscal y a Miguel Ángel Yunes Linares, advirtiendo al mundo que nunca, jamás, jamás, jamás, el Yunes azul lo doblegará y seguirá interponiendo denuncias penales en contra de todos ellos.

Mártir de Cuitlalandia que se creerá y sentirá el héroe stripero que fue de la región de Orizaba y Córdoba.

Seis años Veracruz padeció la pesadilla en el infierno con Javier Duarte, sin que ningún superior lo regresara al camino del bien como tampoco ninguno de los secretarios del gabinete legal y ampliado quienes para conservar el puesto público todo callaban y aclamaban.

Todo indica que al góber actual está lejos de “caerle el veinte”. Actúa como siempre antes de incursionar en la vida pública, es decir, como un hedonista de la vida, sin honrar “la santa investidura” de la silla embrujada y el trono imperial y faraónico del palacio de Xalapa.

¡Jodidos los 8 millones de habitantes de Veracruz!

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