Luis Velázquez
Veracruz.- Un mal karma para Cuitláhuac García en los primeros dos meses del sexenio.
Su partido, MORENA, está en el poder, pero pareciera que en un corto-circuito luego del avasallante primero de julio del año anterior.
Uno de sus diputados locales, por ejemplo, descubrió que en el palacio de gobierno de Xalapa hay demonios, traidores y desleales.
La policía está matando a cristianos, como la emboscada y asesinato de la migrante de Guatemala en el sur de Veracruz.
Los malandros, asesinado a civiles, pero también a políticos y líderes sindicales.
Los chicos malos de los carteles y cartelitos rafagueando autobuses urbanos de pasajeros y hasta con heridos y lo peor, por segunda ocasión en menos de una semana, como en la ruta de Río Blanco.
El góber necesita una limpia general, pero con todos los brujos de Los Tuxtlas, por ejemplo, para combatir el mal fario.
Y en tanto el diputado presidente de la Mesa Directiva de la LXV Legislatura, José Manuel Pozos Castro, anuncia una cacería de demonios, traidores y desleales, habría de recordar al secretario del juez Arcadio en la novela “La mala hora” de Gabriel García Márquez, cuando le dice a su jefe a propósito de los pasquines que todas las noches los malandros filtran por debajo de las puertas de las casas sembrando la calumnia y la difamación:
“Nunca, desde que el mundo es mundo, se ha sabido quién pone los pasquines”.
Tampoco, claro, se sabrán los nombres de los traidores, desleales y demonios en el palacio de la Cuitlamanía.
“LA MALA HORA”
“La mala hora” reproducida en Veracruz.
Las desgracias sociales, por ejemplo, se están comiendo al primer sexenio de izquierda de cara al Golfo de México.
Dos migrantes, una mujer guatemalteca y un hombre hondureño, asesinados, la primera, en los límites de Isla y Rodríguez Clara, y el segundo, en la ciudad de Veracruz próxima a cumplir los 500 años de fundada.
El presidente municipal de Coatzacoalcos, Morenista, peleado a muerte con la síndica, también Morenista, uno a otro jalándose la cobija y desnudando su cuatismo y nepotismo.
La LXV Legislatura, con mayoría simple de MORENA, PT y PES, incapaz de tumbar al peor enemigo del gobernador, el Fiscal.
Las redes sociales exhibiendo al secretario de Educación stripero y al secretario de Salud besucón.
Lo mejor, en todo caso, sería dejar de hablar de política, amarrarse la lengua para evitar declaraciones mediáticas y ponerse a trabajar para dar resultados en los programas oficiales.
SE ATRAVESÓ EL FATALISMO
El fatalismo parece haber caído sobre la Cuitlamanía, quizá a tono con el góber de la colonia Progreso Macuiltépetl de Xalapa quien naciera en el año 1968, el año del movimiento estudiantil del 68 en que los alumnos y profesores sublevados dejaran con la mano tendida al presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Incluso, está sonando la hora estelar de preguntar a la población, quizá a través de una consulta popular, si está con el góber o contra él, con el riesgo, incluso, de que la población exclamara que “Estamos con nosotros”, de igual manera como en Coatzacoalcos se ha levantado la insurgencia social para enfrentar el huracán de la violencia, considerada la peor noticia de todos los tiempos.
“PLOMO O PLOMO”
Antes, mucho antes, en Veracruz la ley universal era “Plata o plomo”.
Y ahora, cuando los carteles se han endurecido mostrando el puño y el músculo al gobierno de Veracruz, alternancia por ahora de la derecha a la izquierda sin que por ningún lado se sienta y aprecie un latido de la transición, la frase ha sido revelada por la siguiente realidad cruda y atroz:,
“Plomo o plomo”.
Antes, los malosos eran cómplices del Estado, como la alianza entre políticos, jefes policiacos y policías en el duartazgo.
Ahora, los malandros son el Estado mismo.
Y lo peor:
Si el Estado se ha vuelto incapaz de erradicar el tráfico de drogas, alcohol, prostitución y teléfonos celulares en los penales (Gabriel Zaid, descrito por Enrique Krauze), entonces, menos podría o puede descarrilar a los carteles en las calles y los pueblos.
Y por eso mismo, las cárceles (el gran negociazo) convertidas en escuelas del crimen.
PURO FUEGO PIROTÉCNICO
Una danza macabra de la muerte (261 asesinatos en 60 días) se bambolea de norte a sur y de este a oeste de Veracruz como parte del mal fario.
Y lo peor, una descomposición moral y social de las familias y los pueblos.
Y más peor, una desintegración social que a ninguna autoridad interesa.
La brutal violencia, considerada la peor sorpresa del año 2019 en Veracruz, luego de tantas expectativas levantadas por MORENA.
El ciudadano común que todos los días vive con sencillez, el ciudadano de a pie y de autobús urbano (con todo y que los asalten) se pregunta el resultado social de la Cuitlamanía en los dos primeros meses del sexenio.
Y se pregunta si será el corte de listón de callecitas reencarpetadas o la inauguración de un Centro de salud sin medicinas en Otatitlán y estar repitiendo los programas sociales de AMLO en Veracruz.
Y ante el silencio apabullante solo queda volverse adicto de las telenovelas y pensar que la Cuitlamanía reproduce y encarna el reality-show de las hermanas Kardashian de la política, pues las dos partes son puro fuego pirotécnico.
Incluso, y ante el incienso glorificándose a sí mismo solo les restaría adueñarse las plataformas digitales para tener presencia y volverse, digamos, influyentes en las redes, y en un descuido, en la tarea de gobernar estableciendo un estilo personal de ejercer el poder y como ha sido anunciado ene número de veces identificado como el sexenio fifí y salsero.
Nunca como hoy en Veracruz se vive en gerundio, planeando y planeando y gritando por todos lados que “vendrán tiempos bonitos” a diferencia de lo que Javier Duarte vociferaba anunciando “tiempos peores”.