Luis Velázquez/blog.expediente.mx
Veracruz.- Igual como buscar una aguja en un pajar, seguir la pista a la utopía de Tomás Moro o a la raza cósmica de José Vasconcelos, constituye proeza singular, inalcanzable, encontrar un acierto del gobierno de Veracruz.
El ciudadano desearía rastrear la pista de un golpe de suerte, pero por más hojeada con microscopio a la hemeroteca en los últimos casi 8 meses, más bien se trata de golpes fallidos. Golpes erráticos. De pifia en pifia.
Por ejemplo, cuando fuera detenido el cacique de Chicontepec acusado de secuestrador por la secretaria de Trabajo y Previsión Social, aquella del “orgullo de mi nepotismo” con su hijita, la chica más brillante del estado jarocho, significó para el ciudadano de a pie el comienzo del fin de los caciques vigentes todavía en el siglo XXI.
Pero el viejo cacique ya fue liberado y está en casa con el mismo argumento de libertad de los jefes duartistas presos en el penal de Pacho Viejo, es decir, por enfermedades crónicas, intensas y duras.
Incluso, cuando la semana anterior, el góber de MORENA y AMLO, ligó al cartel “Sombra”, del norte de Veracruz, con un cacicazgo de Pánuco, hubo quienes sintieron la ira del señor fifí del palacio de Xalapa.
Pero luego enseguida, el hijito del cacique ex priista mudado en panista, Ricardo García Guzmán, el diputado local, Rodrigo García Escalante, desafió al góber para demostrar su presunta liga con el cartel norteño.
Y el silencio atroz.
Más todavía:
Camino al Gólgota cargando la cruz, el góber trepó a un ADO en la TAPO de la Ciudad de México para viajar a Xalapa y publicitó la foto en la hilera de pasajeros en las redes sociales para conocimiento de Veracruz y del mundo, el intento terminó en un pitorreo, pues en todo caso, solo aplicó unas veces y luego de la ocurrencia el desdén.
CORTOCIRCUITO CON LA POBLACIÓN
Los genios del gobierno de Veracruz tuvieron la ocurrencia de sentar al jefe máximo a comer ceviche en una fondita del mercado de Coatzacoalcos, acompañado de sabrosa muleta, para ver si así proyectaba la imagen de un político popular o populachero, en todo caso.
Pero ninguno de sus asesores miró la foto de “La Santa Muerte” colgando de una pared a la espalda del góber y así fue trepada en el facebook y el efecto, quizá positivo, se conjuró.
Atrapado y sin salida con el caso del nepotismo, el delito penal derogado por Miguel Ángel Yunes Linares, conocido ahora como tráfico de influencias y conflicto de intereses, caso los Eleazares Guerrero, creyó el jefe máximo librarla metiendo a su abuelita y “el tiro le salió por la culata” pues la comunidad cibernética pidió más respeto a la abuelita.
Durante varias semanas, los fans alardearon del vítore y la levantada de mano de AMLO al góber, pero conforme aumentaba el número de asesinatos, feminicidios, infanticidios, secuestros y la impunidad, su compañera inseparable, el tiradero de incienso se volvió en contra y sirvió para el escarnio, la burla y la mofa.
Incluso, la creación y recreación de un góber “de espaldas a la realidad avasallante”, feliz con su “mundo color de rosa” donde solo él existe, en tanto, la población indefensa, Veracruz chorreando sangre, los panteones llenándose de cruces.
Fue cuando inventó la versión del “Power del Sureste”, los tres gobernadores (Veracruz, Tabasco y Chiapas) declarados a sí mismos los más cercanos a AMLO, unidos, ajá, aplausos, para resolver los graves pendientes de las tres entidades federativas.
Ninguna ocurrencia le ha servido ni cuajado. Pareciera el mal karma y la pésima vibra siguiendo sus pasos. Y ni siquiera una limpia de una bruja de Los Tuxtlas pulverizaría el cortocircuito con la población.
8 MESES DE DESENCANTO SOCIAL
Según la famosa estrofa, para bailar “La bamba” se “necesita un poquito de gracia y otras cositas”.
Es, sería, el caso.
Por ejemplo, para enumerar algún logro del gobierno de Veracruz se requiere la bendición de un Ser Superior (desde Dios hasta Buda, desde el chamán hasta la gitana adivinando el destino humano de pueblo en pueblo), mucha suerte y unos cuantos tragos esperando una revelación en el viaje etílico.
Un día, los asesores inventaron el informe semestral y “salió más caro el caldo”.
Otro día tuvieron la ocurrencia de lanzarse como “El borras” para llevar a un juicio político al Fiscal y orquestar su destitución y se volvieron, como asegura el diputado local de MORENA, Maleno Rosales, “el hazmerreír nacional”.
Otro día sembraron esperanzas en la comunidad gay con el matrimonio igualitario aprobado en la LXV Legislatura de igual manera como ya está en dieciocho entidades federativas del país y fallaron.
Y de paso, quedaron exhibidos como la diputada Rosalinda Galindo, miembro del único círculo del poder íntimo del góber, anunciando el visto bueno en el Congreso a la boda gay y ante la falta de quórum (exprofeso, quizá perversamente planeada) la sesión parlamentaria fue disuelta.
Otro día el góber soñó quedar bien con la prensa y anunció la creación del Premio estatal de Periodismo, Regina Martínez, y bastó un reality-show de unos 5 reporteros en contra para el revire.
El mismo revire con el caso de las ambulancias donadas por la yunicidad a un montón de presidentes municipales a quienes, resbalón del secretario de Salud, se las quisieron expropiar y bastó una encorajinada edilicia para la marcha atrás.
Estamos, pues, en un (des)gobierno de ocurrencias. Un aparato gubernamental caminando en el día con día. Con una política reactiva siguiendo a los malandros quienes imponen la agenda pública. Repitiendo como cacatúas el discurso obradorista. Alardeando los programas sociales federales. Simples golpes de timón, sin una brújula, un eje rector, un destino, un rumbo social.
8 meses de desencanto social…