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Expediente 2019: Yunes y Cuitláhuac

El Piñero

 

Luis Velázquez

09 de abril de 2019

 

El góber de Veracruz anda metido en su “Sureste Power” y sabadaba, y en tanto, Miguel Ángel Yunes Linares le lleva una bitácora de sus deslices y resbalones, incluido el gabinete legal y ampliado.

Además, y hasta donde se sabe si se sabe bien, y a tono, digamos, con su biografía política, también le lleva una bitácora del día con día, desde el nepotismo, el cuatismo y el amiguismo, hasta los presuntos desvíos de fondos públicos, negocitos alternos, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, que va guardando como el topo de Carlos Marx para cuando se necesiten.

Y que, claro, se necesitarán, digamos, hacia el primer trimestre del año 2021 cuando las campañas de los candidatos a presidentes municipales y diputados locales y federales.

Y cuando, además, se lance la primera revocación del mandato del gobernador en turno y del presidente de la república.

Y si el primero de julio del año 2018, Cuitláhuac García Jiménez ganó en las urnas la silla embrujada del palacio fue porque AMLO iba en la boleta y empujó su triunfo.

Pero hacia la mitad del sexenio, con todo y AMLO en la boleta, el triunfo electoral por ósmosis será diferido entre AMLO y Cuitláhuac, a partir, entre otras cositas, por el desencanto social originado en los últimos 4 meses y medio del sexenio de MORENA en Veracruz.

Por eso, y mientras el ejecutivo sentado en la silla embrujada del palacio tropieza con la frivolidad propia de un solterón de 50 años habituado a que todo le sirvan, Yunes Linares le lleva una bitácora del día con día.

Y de ñapa, lo investiga y guarda y archiva la historia de los resbalones en cada nuevo amanecer.

Y es que, todo indica, en tanto el Yunes azul encarna al “viejo lobo de mar” acostumbrado a jugar en las grandes ligas de la política nacional, Cuitláhuac se ha creado y recreado la fama de un político fifí, salsero y frívolo, pensando que con triunfar en las urnas fue suficiente.

Y más, por lo siguiente, y como dice el politólogo Ramón Benítez, un gobernador ha de trabajar para los últimos tres años, que son los que trascienden, en vez de trabajar para los primeros tres años, que son importantes, pero se pulverizan con el estilo personal de ejercer el poder y gobernar en el último tramo del sexenio.

En el caso, y por desgracia para el millón de indígenas, los 2 millones de campesinos y los 3 millones de obreros, ni para los primeros tres ni para los últimos tres.

 

JONRONES CON CASA LLENA

 

Muchos deslices ha tenido la gente de MORENA en el gobierno de Veracruz. Y cada resbalón significa “oro molido” para el Yunes azul, el único político opositor que los está capitalizando de cara al Veracruz en puerta que aun cuando pareciera lejos, 2021, está más cerca que nunca.

Además, los jonrones con casa llena que Yunes Linares está metiendo.

Por ejemplo:

Ya tiene a su primogénito en el CEN del PAN.

Fernando, el alcalde jarocho, igual que su hermano Miguel Ángel cuando se enfrentara como presidente municipal a Fidel Herrera Beltrán y a Javier Duarte, ahora se enfrenta a Cuitláhuac.

Y si el góber le cerró la llave para el carnaval, Fernando ya lanzó su thriller que exhiben en los cines locales invitando a los 500 años de la fundación de Veracruz como el primer Ayuntamiento fundado en tierra firme en el continente…,excluyendo por completo al gobierno de Veracruz.

El Yunes azul ya trae al CDE del PAN.

Trae al CDE del PRD, a través de Rogelio Franco Castán.

Y al PES a través del diputado Gonzalo Guízar Valladares.

Y al PANAL, a través del ex diputado Vicente Benítez.

Y va por el CDE del PRI a través del regidor con licencia, Marlon Ramírez.

Y, claro, el ultra contra súper espionaje y la bitácora al góber de MORENA y su gabinete legal y ampliado para integrar el expediente negro a que está habituado desde siempre…para cuando necesite lanzar las pelotas al aire cibernético y al fuego pirotécnico.

Y si Cuitlalandia ha lanzado a varios secretarios del gabinete (SEV, Sedesol y Seguridad Pública, a la Contralora y a la directora del Instituto de Pensiones) en contra de la yunicidad, “le harán lo que el viento a Juárez”.

Más, a un Yunes acostumbrado a vivir en el vértigo del huracán y del tsunami desbordado.

Puede la Cuitlamanía seguir con su sabadaba y “Sureste Power” que el Yunes azul está haciendo su chamba.

Miguel Ángel padre ya los midió y sigue calibrando. Ellos, ni siquiera lo han advertido.

Inocencia pura, confianza excesiva, el ex gobernador les está ganando el mandado.

Javier Duarte se pitorreaba de Yunes con su gabinete. Yunes seguía picando piedra. Y en la jornada electoral del año 2016, primero, le ganó en las urnas, y luego enseguida, operó para su destitución y encarcelamiento.

La vida enseña que nunca hay adversarios o enemigos menores. La famosa tortuguita, paso a paso, derrotó a la liebre en la carrera legendaria.

 

“HUESO DURO DE ROER”

 

Javier Duarte está preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

Fidel Herrera Beltrán está enfermo, y aun cuando para la felicidad familiar se va recuperando, está limitado en sus facultades políticas.

Miguel Alemán Velasco anda metido en su Interjet.

Dante Delgado Rannauro, ocupado en la senaduría y su partido.

Patricio Chirinos Calero, retirado de la vida pública.

Yunes Linares es el único ex “hueso duro de roer” con dos pendientes razón de su vida.

Uno, la búsqueda de la segunda candidatura de su primogénito a gobernador y/o el lanzamiento de su hijo, el alcalde, para la jefatura del Poder Ejecutivo Estatal.

Y como piensa vivir 110 años, entonces, tiempo más que suficiente.

Por eso, la infraestructura política que tiene desde hace muchos años para documentar en su archivo la biografía de sus adversarios y enemigos la aplica en toda su magnitud en el Veracruz de hoy.

En tanto, Cuitláhuac parece andar, o anda, en las nubes.

Y lo peor, nadie del equipo se lo hace mirar, ocupados la mayoría en tirarle incienso creyendo que así le sirven.

Un día, por ejemplo, recibió en su despacho en palacio al líder sindical, Ricardo Ditz Herlindo.

Y mientras duró la audiencia, en la misma oficina, a un ladito, estaban sentados un par de jovencitos, mujer y hombre, con los pies trepados en la mesa del centro, dueños del escenario con la bendición superior, como si fueran un trofeo.

Cuitláhuac, en su sabadaba total y absoluto, aunque sea a mitad de semana.

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