Luis Velázquez | El Piñero
06 de abril de 2021
La rebelión de los pobres en la Ciudad de México es llevada otra vez a la pantalla cinematográfica. La película se llama “Nuevo Orden” y ha sido premiada en Venecia. La lucha de clases a su máximo decibel. Pobres contra ricos. Una protesta callejera convertida en violencia sirve para el Estado de Sitio en el día y el Toque de Queda en la noche.
Al frente del operativo, los militares, o en todo caso, hombres disfrazados de militares, con los pobres.
Los pobres, jodidos, en la miseria, el último escalón de la dignidad humana para sobrevivir como escribiera León Tolstói, son intransigentes.
En el centro de la metrópoli más poblada del mundo, la Ciudad de México, la violencia en las calles y avenidas. El saqueo de comercios y negocios.
Pero en las zonas residenciales, los pobres, como los guerrilleros de Lucio Cabañas en Guerrero en el siglo pasado, entran como en una estampida de búfalos, a las casas residenciales, y además del saqueo, igual, igualito que las huestes de Pancho Villa cuando entraban a las haciendas porfiristas, también matan y hasta con el tiro de gracia a los dueños de las mansiones.
En el caso, los pobres brincándose la barda como changos y entrando al jardín en el momento de la boda de unos chicos. Las elites pudientes un fin de semana en pachangón.
Mujeres y hombres en el saqueo. Es más, hasta los escoltas de la familia se quitan la máscara y se muestran unos guerrilleros urbanos y participan en el saqueo. Más todavía, lo encabezan. Más aún, los mismos guardaespaldas, hartos del trato soberbio y prepotente de los ricos, los agarran a tiros.
Luego, secuestran a la novia, una chica de unos 25 años. Y la confinan en una mazmorra donde hay decenas, cientos, miles de detenidos.
Y en donde, vaya paradoja, los soldados o en todo caso, mujeres y hombres vestidas de soldados, alternan el poder con los pobres.
Y los pobres van fichando a uno por uno de los detenidos, entre ellos, a la chica hija de ricos, y luego envían el video a los padres exigiendo rescate.
Y al mismo tiempo, cada madrugada, los pobres entran a la galera aquella y violan a las mujeres, y en el caso de la chica rica, la cámara fotográfica enfoca con claridad el ultraje.
La película es dirigida por Michel Franco, ocho filmes al momento, y el papel estelar lo interpreta Diego Boneta, él mismo que debutara interpretando la vida de Luis Miguel.
HISTÓRICA LUCHA DE CLASES
El filme gira alrededor de la lucha de clases en un país donde 6 de cada diez habitantes están en la miseria, la pobreza y la jodidez.
Y en un país donde el único camino posible para alcanzar la dignidad humana en el diario vivir es yéndose de migrantes, y sin papeles, a Estados Unidos, y arrodillándose en la frontera norte, de cara al país vecino, pidiendo el asilo a Joe Biden.
Un país donde en cada sexenio aparecen nuevos ricos y en donde los políticos han puesto a México en el primer lugar mundial de la corrupción.
Y en donde los ricos siguen volviéndose más ricos y los pobres más pobres.
Un país flagelado por los carteles y cartelitos quienes, todo indica, han instaurado un Estado Delincuencial, un Estado Narco, frente al llamado Estado de Derecho y que más bien debiera denominarse Estado Fallido.
Entonces, los pobres se lanzan a una protesta callejera transfigurada, como siempre, en violencia y que da paso para que el Ejército intervenga con la fuerza de la bayoneta para instaurar el orden, y en el caso, el “Nuevo Orden”, donde los pobres se hacen justicia por mano propia y el Ejército garantiza los hechos con el Estado de Sitio y el Toque de Queda.
Es la vieja, histórica, milenaria y legendaria lucha de clases. La mismita que llevara a Miguel Hidalgo y José María Morelos a la guerra de Independencia. Y a Emiliano Zapata, Pancho Villa y Francisco Ignacio Madero a la revolución.
Y a Lenin y León Trotsky a la revolución rusa en el otro extremo del mundo. Y a los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz y a Ernesto El Che Guevara a la lucha para derrocar al dictador Fulgencio Batista.
Y a los sandinistas en Nicaragua en contra del dictador Anastacio Somoza, entre tantos otros pueblos.
Vieja la historia está contada en la película “Los olvidados de Dios” de Luis Buñuel. Y en el libro “Los hijos de Sánchez” de Oscar Lewis y que tanto enfureció a Gustavo Díaz Ordaz y ordenara la destitución de Arnaldo Orfila como director del Fondo de Cultura Económica, que lo editara.
Vaya, la mismita lucha de clases contada en el relato bíblico.
Los pobres contra los ricos. Las tribus políticas contra los pobres y aliados de los pudientes.
Los pobres y en la miseria hartos, llenos de indignación crónica, con la jodidez en que viven. Jodidos los abuelos. Jodidos los padres. Jodidos los hijos. Jodidos los nietos. Jodidas todas las generaciones.
El tema, viejo, es contado con frescura en el nuevo filme. A la altura de los nuevos directores. Alejandro González Iñarritu, Alfonso Cuarón, Luis Estrada y Guillermo del Toro, entre otros.