Oaxaca, Oax.- El pasado 31 de mayo del año en curso, se registró un ataque armado en límites de los municipios de Cuilápam de Guerrero y San Pablo Cuatro Venados, por el desalojo de supuestos “invasores” de tierras comunales, sin embargo, todo apunta a que el conflicto va más allá y se trata de explotación minera en la zona.
Ese día, alrededor de las cinco de la madrugada cuando los indígenas zapotecos que habitan las localidades de Rebollero y Rio Minas, pertenecientes al núcleo agrario de San Pablo Cuatro Venados, se preparaban para sus labores en el campo, fueron sorprendidos por un grupo de hombres armados.
“Yo estaba en mi casa y como 05:00 o 05:30 ya estaba el montón de carros en La Mesita, quemando de balazos y cuetones, votando unas cosas grandes con tanta lumbre y humo que salía muy fuerte, se vinieron quemando todo el río las casas de mis compañeras, se tuvieron que salir las señoras escapándose con sus hijos chiquitos menores de edad, sacándolos de allá de su casa y se vinieron corriendo defendiéndose porque si no los iban a matar”, refirió una de las afectadas en entrevista para el colectivo Avispa Midia.
La mujer agregó que los hombres armados quemaron su casa y todas las viviendas, “todavía nosotros nos quisimos quedar en nuestras casas para defendernos, pero tanta preparación de armas que traían, ustedes están viendo cuánto casco está ahí tirado de las armas que nos venían a matar”; según los afectados fueron más de 500 personas armadas, quienes con dos trascabos derribaron 24 casas construidas con madera, adobe, lámina y en su minoría de material.
“Mucha gente que no sabía por qué motivo venían, empezaron a destruir todas las viviendas que hay en este lugar, también se llevaron mi ganado, llegaron con armas de fuego y nos echaron a correr y yo me hice a un lado de mi casa, llegaron echándole lumbre a toda mi casita, la balacera duró hasta las cinco de la tarde, estuvo todo el día, ellos son los que empezaron agredir, a detonar balazos”, dijo otro de los indígenas afectados.
Las victimas también detallaron que con retroexcavadoras, volteos, camionetas y armas de fuego llegaron a donde habitan, destruyendo también sus sembradíos, tirando el maíz y su comida, “nos corrieron, nos balacearon, nos fuimos al cerro para que no nos sucediera algo”, siendo mujeres y niños quienes corrieron hacia el monte, mientras los hombres intentaban reorganizarse para hacer frente a la agresión que duró 12 horas.
Fue gracias al trabajo de investigación del equipo de Avispa Midia que se dio a conocer la otra versión del ataque armado, que dista mucho de la versión dada por el presidente municipal de Cuilápam de Guerrero y el presidente de bienes comunales, Diego de la Cruz y Eric Carrasco, respectivamente, quienes aseguraron que un grupo de comuneros se dirigieron a sembrar sus tierras pero al llegar los parajes denominados La Redonda y La Barranca de San Juan Dios, fueron recibidos a balazos por los supuestos paracaidistas.
Las evidencias recabadas por Avispa Midia confirman que las casas también fueron saqueadas, robándose el grupo armado las pocas pertenencias de valor de los indígenas, entre ellas vacas, dos plantas generadoras de energía y una bomba de agua, sólo quebraron dos celdas solares de donde obtenían su energía los habitantes de esta comunidad.
Desmienten ser invasores
Las víctimas del ataque a quienes han llamado paracaidistas e invasores, forman una comunidad compuesta por 90 comuneros y ciudadanos originarios de San Pablo Cuatro Venados, donde pagan su predial y donde la mayoría tiene a sus familiares como hermanos, primos, sobrinos, además de que sus actas de nacimiento respaldan que ahí nacieron.
“No hay ningunas personas paracaidistas, todos los compañeros, vecinos e incluso familiares somos de San Pablo Cuatro Venados, somos originarios de aquí, aquí nacimos, aquí crecimos y aquí estamos, porque son nuestras tierras, nuestros abuelos las defendieron, nuestros papás las defendieron y por eso todavía las estamos defendiendo”, refirieron.
“Soy nativa de acá, mis abuelos y tatarabuelos son originarios de San Pablo Cuatro Venados, somos comuneros y ejidatarios”, recalcaron los afectados, varios de ellos incluso han ocupado cargos públicos en su municipio como policías, suplentes, alcaldes, secretarios de juzgado, secretarios de la sindicatura, subsecretarios municipales, tesoreros en la telesecundaria, comandantes de la policía, alcaldes municipales y mayordomos.
“Más antes nosotros íbamos a las reuniones en nuestro pueblo, pero cuando nosotros nos oponíamos a la autoridad, como veíamos como actuaban, como hacían, que tipo de negocios, pero después ya no nos aceptaban, nos corrieron, nos metían la policía, nos sacaban del municipio, cuando nos formamos en la galera a la reunión nos humillaban, dice que nosotros somos mujeres y no teníamos para andar en las reuniones, no más los hombres tenían derecho de estar parados ahí”, abundó una de las afectadas.
Explotación minera trasfondo del asunto
Las víctimas precisaron que tras el violento intento de desalojo todo apunta a que el verdadero trasfondo del asunto es la explotación minera, ya que cuando el ciudadano Facundo Primitivo Luis Sánchez era presidente de bienes comunales informó que habían concesionado un lote de mina en Cuatro Venados, que está ubicado sobre las márgenes del Río Zabaleta.
“Están las minas que nunca se han trabajado, nosotros nos oponemos a eso, porque eso nos va a acabar y a todo Oaxaca, no solamente aquí, no es sólo este río, nos va a contaminar nuestros árboles, nuestras plantas, ya no vamos a tener agua para tomar, afectaría el rancho El Carrizal y la población de Cuilápam de Guerrero y otros pueblos que están alrededor”.
“Quieren afectar a las personas que están en la parte baja pero en eso van a afectar a todo el pueblo, no solamente a Cuatro Venados, sino para diferentes comunidades ubicadas alrededor de unos 35 kilómetros de la mina que pretenden explotar, las autoridades perfectamente saben bien lo que está pasando y lo que están haciendo, el acuerdo que hicieron con los empresarios de las minas”, reprocharon.