- Dice la Iguana que las verdosas paran la cola en señal de gozo y respeto reconociendo al padre del amor tuxtepecano; las comprendo, porque sucede también en mi consciencia, como estoy seguro que pasa en todas las personas a quienes amó y le aman.
Luis Fernando Paredes Porras/ Masca la Iguana
Tuxtepec, Oaxaca.- Felipe Matías Velasco es el virtuoso amante de la cuenca del Papaloapan, río de las mariposas. Sus 73 años de vida los dedicó a conocer, amar y divulgar la riqueza de la región del Sotavento mexicano a través de su artesanía, sus poemas, su crónica descriptiva, sus actos de amor por el prójimo y su respeto a la cultura de los pueblos originarios de la región.
Felipe Matías Velasco nació mientras tocaban el son “el balajú”, la noche del 4 de junio de 1939, por ello escribió:
Nací una noche de junio
con música de jarana
y selene en plenilunio
Iluminó la sabana.
El zapateo de tarima
Iluminó mi primer sueño
me fue creciendo la vida
y hoy me han crecido los años.
Toca jaranero y canta
aquel refrán que aún se dice
y me recuerda sin duda
que el corazón no envejece,
es el cuero el que se arruga.
Felipe Matías Velasco, amante del son cuenqueño, murió después de declamar uno de sus poemas más conocidos, “la chingada” mientras tocaban el son del balujú en un fandango la noche del primero de septiembre del 2012.
Oficialmente es el cronista costumbrista de San Juan Bautista Tuxtepec y por su estilo de hacer la crónica es único en México. Nadie podrá ocupar su lugar.
Cuatro años antes de su muerte, organizó a sus amigos más cercanos para fundar su Instituto Cultural, el INCISO, Instituto Cultural de Información del Sotavento Oaxaqueño, con la misión de identificar, proteger y divulgar el patrimonio cultural de la región del Papaloapan. Este proyecto fue auspiciado por la empresa cultural www.sabersinfin.com y su proyecto en el sureste del país, el Centro para el Desarrollo de las Inteligencias Múltiples.
Sus famosas piedras y bambús artesanales se encuentran por todo el mundo, pudiendo conocer la colección en la Casa de la Cultura Víctor Bravo Ahuja, misma que formará parte del acervo del Museo Regional, la Casa Verde junto con otras obras de un valor y valía incalculable.
El gobierno del estado pocas semanas antes de morir, le reconoció su enorme contribución a la cultura de Oaxaca, en el marco de las fiestas de la Guelaguetza 2012. El primer lunes del cerro, acompañado de su “hija”* Eréndida Armas Aguirre, declamó por última vez, y después de más de 20 años de no estar presente en el cerro del fortín, el poema de su autoría FLOR DE PIÑA, haciendo vibrar a los miles de espectadores presentes.
A través de su INCISO, Felipe Matías condujo el programa de radio “Préstame tu Recuerdo” transmitido por la ORP cerca de un año y condujo un año y medio el mismo programa en su formato televisivo a la región, a través de la señal del canal tvbus.tv. Actualmente el programa se sigue transmitiendo con la conducción de Nury Chicuellar, Eder Chicuellar, Alejandro González Luengas, Sergio Hernández Cruz y Luis Fernando Paredes Porras en la Dirección y la producción de Eréndida Armas Aguirre. Este próximo 21 de marzo se cumplirán 7 años de transmisiones ininterrumpidas en vivo y se experimenta un crecimiento y desarrollo de contenidos con el uso de las redes sociales, mismas que experimentó el maestro.
Quienes conocieron a Felipe dicen ya, con justa razón: San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, de Felipe Matías Velasco. Se dice también que lo miran caminar con sus perros por su barrio, la Piragua y que eso hace feliz a la gente.
Desde su muerte no se había demandado que el Ayuntamiento le nombrara Hijo Predilecto de Tuxtepec, las razones son variadas pero ahora resultan insulsas. Un gobierno cercano a la gente, como dice ser el que encabeza Fernando Bautista Dávila, debe reconocer e impulsar el legado universal del hombre más cercano al pueblo de Tuxtepec, ahora, condenado por segunda vez, pareciera, al olvido.
Dice la Iguana que en el arroyo Moctezuma las verdosas paran la cola en señal de gozo y respeto reconociendo al padre del amor tuxtepecano, lo hacen cada que perciben a Felipe Matías; las comprendo, porque sucede también en mi consciencia, como estoy seguro que pasa en todas las personas a quienes amó y le aman.
De Tuxtepec tú eres
un hijo también predilecto,
todo tu amor e intelecto
al cuidado de los seres;
tomaste por menesteres
ser de amor un chubasco,
“al recuerdo yo le rasco”
me dijiste alguna vez,
que hermosa fue tu vejez,
Felipe Matías Velasco.
*No había lazo consanguíneo alguno, jamás existió parentesco que les obligara al cuidado mutuo más que el puente que se construyó con palabras y acciones durante sus últimos 20 años de vida, e hiciera qué, dado el cariño, se nombraran simbólicamente “padre” e “hija”, en una relación franca, constante y comprobable.